CAPÍTULO 14

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Aaron Pierce.

Mi mirada estaba clavada en las donas que se comía mi hijo, Deva no paraba de limpiarle la boca mientras reía con él.

Me quedo pensando en lo que acaba de pasar, mi hermano nunca aceptará que uno de sus hijos cometa un error, todos sus hijos son y deben ser igual de perfectos que él «eso me jode de él, dice ser perfecto, cuando es un maldito hijo de puta»

-papi, ¿quieres una? -dice Damian ofreciendo una dona.

-no campeón, estoy bien así -respondo y él ladea su cabeza, alza los hombros y sigue comiendo.

-pero no has comido nada en toda la mañana -interviene Deva- come al menos una dona.

Damian me da una dona y la como con asco, no es que no me gusten las donas, solo que mi estómago no quiere saber nada de comida. Deva me mira preocupada y limpia la boca de Damian por última vez. Estábamos por irnos a pagar pero veo como un niño se le acerca a Damian y lo abraza.

-¡Steve! -dice Damian feliz.

-Damian, creí que no te vería de nuevo -musita el niño alejándose de Damian.

«Dios no» Steve y Damian eran mejores amigos, pero Steve se tuvo que mudar a los Estados Unidos por cuestiones de trabajo de su madre, y su madre también se fue por el pequeño detalle que tuvimos. Sí, me acosté con su madre. La veo acercarse a nosotros y mira sonriendo a Damian.

-¡por Dios Damian estás enorme! -dice Hellen besando la mejilla de mi hijo. Al verme se queda perpleja y relame sus labios -hola Aaron, ¿cómo estás?

-Hellen -digo sin disimular el asco. ¿Porqué asco? Por el simple hecho que ella se hizo una idea errónea de nosotros dos, comenzó a decir que lo nuestro era algo serio, cosa que no era así, era simple placer y diversión.

Siento el brazo de Deva entrelazando con el mío, Hellen mira el gesto y se percata de la presencia de Deva.

-oh, ¿tienes novia? -dice entre dientes sin dejar de sonreír.

-ella es mi mamá -responde Damian por mí.

Hellen se queda en shock y Damian abraza a Deva.

-oh.. ehh bueno, te invitaría unos tragos, pero tu novia no lo permitiría -dice bromeando.

«oh, cállate, solo.. cállate» ladeo la cabeza y le sonrío hipócritamente.

-no necesito pedirle permiso a nadie para salir, y tampoco quiero tomarme unos tragos contigo -espeto de mala gana.

-bien.. Steve, ¿nos vamos? -dije jalando del brazo al pequeño.

-oye, tranquila, lo vas a lastimar -dice Deva dando un paso hacia delante.

Ella ignora a Deva y se lleva a Steve. Deva me mira con cierto enojo y alzo los hombros. Pago la cuenta y salimos de la tienda de donas. Mi teléfono vibra en mi bolsillo, lo saco y es el general. Atiendo rápidamente y coloco el teléfono en mi oreja.

-sargento Pierce, se solicita su presencia ahora mismo en la central, hay una importante misión que se debe llegar a cabo hoy, y quisiera que usted participara en ella -dice el general y me quedo sin palabras.

Mis ojos casi se salen de mis órbitas «hacía mucho que no participaba en una misión»

-gracias por la oportunidad mi general, no le voy a fallar, en cinco minutos estaré en la central -contesto con el corazón en la boca.

-lo espero, sargento -cuelga.

Miro a Deva y ella tiene una mirada expectante. Su celular suena y ella contesta.

Sentencia Placentera [Sentencia De Pecados #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora