Deva Burton.
En este momento siento mucha adrenalina, y creo que sería capaz de matar a alguien ahora mismo. Han pasado muchas cosas en cuestión de horas y no precisamente buenas.
Trato de no pisar ramas ni hojas secas, hacen mucho ruido y puede alertar a los que están en la residencia. Ya cuando llegamos al lugar, me coloco a un lado de la puerta, el coronel patea con fuerza destrozando la puerta a su paso.
Entramos a la casa apuntando a toda cara que se nos cruce por la mirada. Varios soldados rodean la casa y los que están adentro los veo desaparecer buscando a Amy. Aaron se queda conmigo y me señala una puerta, la abro sin despegar el arma de mi pecho y veo unas escaleras «parece el sótano»
Bajamos las escaleras casi corriendo y apunto directamente a la cara de Román, quién estaba a nada de arrancarle un pezón a Amy. Mi amiga seguía colgada del techo, de su pierna brotaba una gran cantidad de sangre, mi respiración se agita y la furia se hace presente.
—suelta esa mierda —le exijo a Román.
—¿porque lo haría? —pregunta acariciando los senos de Amy.
Suelto una pequeña risa y ladeo la cabeza.
—por esto —levanto mi arma y le disparo dos veces en la entrepierna.
Román cae al suelo gritando de dolor, me acerco a él con rapidez y me pongo de cuclillas. Me quito la máscara para que deje ver mi rostro y sonrío.
—soy Deva Burton, la mujer que tanto tu hermano desea poseer, mírame, mírame bien a los ojos, maldito imbécil. Y que no se te olvide quien te acaba de hacer la vida infeliz —digo con asco.
Toco su entrepierna y él grita intentando quitar mi mano, pero aprieto más fuerte haciéndolo delirar.
—perra.. —susurra.
—lo sé, pero así le gustan a tu hermano, y no quieres conocer lo hija de puta que puedo llegar a ser.
Me volteo y Aaron sigue desatando a Amy, vuelvo la mirada hacia Román y siento un fuerte golpe en mi boca. Le escupo en la cara al infeliz que tengo enfrente y veo sangre. Toco mi labio inferior y siento la sangre caer por mi barbilla.
Veo como sonríe, pero la sonrisa se va al instante al sentir mi puño en su nariz.
—eso, fue por mi amiga —me levanto y pateo fuertemente su entrepierna— y eso, fue por mi hermana.
Román se queda sin fuerzas y se desmaya.
—Deva —me llama Aaron— Amy no reacciona.
Me acerco rápidamente a Amy y tomo su pulso, es muy débil pero sigue viva.
—vamos Amy, ¡Reacciona! —digo colocándola en el suelo para practicarle los primeros auxilios.
—ya casi no hay pulso —avisa Aaron y yo no me rindo.
Un pensamiento muy estúpido viene a mi mente y me detengo.
—bueno, si mueres vuelvo con mi ex —digo y veo como se abren sus ojos.
—ni se te ocurra, maldita —responde casi en susurro. Rio y beso su frente.
—eres una guerrera fuerte, te llevaremos a un hospital y te pondrás bien —dice Aaron.
Cargamos a Amy con mucho cuidado y caminamos hacia las escaleras. Veo a mi hermano en la puerta a punto de bajar y luego nos ve. Baja rápido y se lleva a Amy en brazos.
—vamos por Román —hablo y Aaron asiente.
Caminamos hacia ese engendro del mal y lo cargamos, subimos las escaleras y salimos del sótano. A Román lo agarran y lo esposan.
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Sentencia Placentera [Sentencia De Pecados #1]
RomanceTIENE HORRORES ORTOGRÁFICOS ‼️ ¡Primer libro de la saga: sentencia de pecados! Ya la graduación pasó y es hora de integrarse a la entidad para combatir crímenes. Deva, una chica de veinte años, se incorpora a la UFMED, ¿tarea fácil? Para nada, en...