CAPÍTULO 13

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Deva Burton.

La loción de Aaron me marea y sus manos en mi cintura me queman. Me separo de él para tomar un poco de aire, pero él no lo permite y vuelve a unir nuestros labios, arrebatando un suspiro de mi parte, como puedo me separo de él y dirijo la mirada a esos hermosos ojos azules.

—maldita sea, moría por besarte otra vez —le susurro al oído, pidiéndome de puntillas. Y él rodea mi cintura con sus manos, y me alza, me aferro a su cuello para no caer, y enrollo mis piernas en su cintura.

—lo sé, se te notaba, no sabes disimular —musita en mi oído, logrando que mi piel se erize.

—eres un hijo de puta, ¿lo sabías?

—soy el hijo de puta que te va a follar ahora mismo, sin ningún tipo de contemplación —dice mordiendo mi cuello, esa acción hace que mi coño se moje más y más.

Dicho eso, camina conmigo hacia las escaleras y las sube con cuidado.

—¿un round en las escaleras? —propongo y él se ríe.

—no hace falta preguntar, te voy a follar en todos lados —responde subiendo el último escalón.

El pasillo está oscuro y Aaron camina a pasos lentos hacia la habitación y aprovecho para besar su cuello, sintiendo como su manzana de Adán se mueve.

Al momento de estar en la habitación, él me lanza a la cama, mi espalda impacta contra la cama y un jadeo sale de mi garganta.

Intento desabotonar la camisa, pero Aaron me lo impide, jalando de mi tobillo.

—no quiero que te la quites —espeta y yo aprecio su voz jadeante.

—¿Por?

—porque voy a arrancarla —responde para quitarme la camisa con violencia. Me quedo quieta y me abro de piernas.

Los ojos de Aaron se oscurecen y lentamente se acerca a mí.

—¿estás segura de que quieres que yo te quite la virginidad?

—si no fuera así, no estaría abierta de piernas para tí —susurro acariciando su dorso.

Humedece sus labios y se acomoda entre mis piernas. Mira mis ojos y el destello de lujuria nunca falta, y baja la mirada a mi cuello, pechos, abdomen, y por último, mi intimidad.

Pasa sus manos lentamente por mi cintura y caderas, un suspiro de deseo sale de mi boca antes de llegar a mi área prohibida y pasa lentamente sus dedos, sin dejar de mirarme, disfrutando de mi reacción.

Arqueo la espalda y jadeo excitada. Se aleja de mí y se quita el pantalón de pijama, junto a los boxers Calvin Klein. «maldita sea, ¿saldré con vida después de que ese enorme falo erecto entre en mí?» trago saliva y clavo mi mirada en su polla.

Él camina hacia la pequeña mesita de noche que está al lado de la cama y saca un condón.

—no lo uses, quiero sentir todo el placer que me brindará tu polla sin ningún tipo de barrera —musito y él sonríe malicioso.

Deja el condón en la mesita de noche y vuelve a la cama conmigo, se acomoda entre mis piernas y siento su polla chocar con mi intimidad, jadeo y arqueo la espalda. Aarón me toma de la barbilla para ver sus ojos, sus pupilas están dilatadas, y destilan un deseo intenso, ubica su polla en mi entrada y me mira agitado.

—si te duele.. no prometo detenerme —avisa besando mi cuello.

—nadie te ha dicho que te detengas, solo.. hazlo —susurro disfrutando de los besos del sargento.

Sentencia Placentera [Sentencia De Pecados #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora