Charlotte colgó el teléfono y se quedó parada dándome la espalda. Esperé a que girara pero no lo hizo. Me senté en la cama.
-Oye, ¿Por qué no me miras? -le pregunté.
Lentamente se giró a verme, con los brazos sobre su pecho... cubriéndose - Ooooh, ¿ahora te pintó la vergüenza?- No seas tonta, claro que tengo vergüenza... no es algo que haga siempre -me dijo.
- Eres la criatura más hermosa que vi en mi vida.
- Mentira - me contradijo.
- ¿Quieres que te lo demuestre? - le pregunté. Ella rió y se acercó a la cama, para acercarse a mí y depositar un dulce beso sobre mis labios.
- No, porque se exactamente qué clase de demostración está pasando por tu perversa mente en estos momentos... debemos levantarnos y bañarnos, y...
- ¿Bañarnos juntas? - la detuve. Ella arqueó una ceja y se puso de pie.
- No, claro que no.
- ¿Por qué no? - pregunté inocente.
- Porque no - contestó - Es tarde Engfa, por tu culpa ya no fuimos a la Universidad.
-¿Por mi culpa? Disculpa cariño, pero eras tú la que no quería parar anoche.
Hizo un gesto de indignación.- ¡Claro que quería parar!
-¿Segura? - dije con tono seductor.
- Bueno, en realidad... no. Pero ese no es el punto, lo que importa ahora es que tú te bañas en este baño y yo voy al de abajo.
- No, no, no espera - dije y me puse de pie.
Ella tapó sus ojos rápidamente y giró dándome la espalda.
- ¡Cúbrete! - chilló. No pude evitar soltar una sonora carcajada.
- Mmm, me parece que de verdad el día te vuelve tímida - dije mientras me acercaba más a ella.
- ¡No te me acerques! - me advirtió. Sonreí y me acerqué más hasta tener su espalda contra mi pecho.
Ella se paró erguida.
-¿Por qué?
- Engfa... no seas atrevida - susurró un tanto agitada.
- ¿Vas a dejar que me bañe contigo? - le pregunté y acerqué mi boca a su nuca para comenzar a besarla con cuidado.
- N... no - dijo con un poco de dificultad.
- Por favor - rogué y coloqué mis manos en su cintura para acercarla más a mí.
- No y es mi última palabra Waraha - dijo firme y se alejó para comenzar a bajar las escaleras.
- ¡Esta bien! Tú te lo pierdes - le dije y me volví a acostar en la cama pesadamente.
- ¡Levántate y entra a ese baño! ¿Me escuchaste?
- Nope, no quiero.
- Será mejor que lo hagas, cariño - me dijo y sonreí ante su forma burlona de llamarme así.
- ¿Qué pasa si no lo hago?
- Sufrirás las consecuencias...
- ¿Y cuáles son las consecuencias?
- No voy a besarte más, por el resto del día.
Rápidamente me levanté de la cama y busqué mis cosas para entrar a ducharme. No quería semejante castigo solo por no hacer lo que me decía.
- Esta bien, está bien... ya entro - dije y obedientemente entré a ducharme.
Me di una refrescante ducha y salí arreglada. Bajé las escaleras y me dirigí hacia la cocina. Detuve mis pasos al verla allí parada, preparando el desayuno, envuelta en una salida de baño. Su pelo estaba mojado y caía pesadamente a ambos lados de sus hombros.
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My Pequeña Obsesión
RomanceAunque es un desastre, Engfa Waraha tiene todo lo que a los 19 años se puede desear. Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse ca...