Chapter 10

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Me desperté a causa del estúpido despertador que Nudee me había obligado a tener. Giré sobre el colchón y estiré mi mano para apagarlo. Volví a girar para mirar al techo. Mi cabeza se estaba partiendo, si no me equivoco logré dormir lo mismo que nada. Toda la noche mi conciencia se encargó de que mi persona se sintiera verdaderamente mal. Me levanté y me dirigí al baño. Me di una ducha rápida y salí para cambiarme. Tomé un poco de café y salí para otro maldito día en ese infierno. Recordé que hoy es la maldita fiesta de mi padre. Demonios, nada podía ser peor! Llegué y me encontré con Tina y Nudee esperándome para entrar. Sin quitarme los anteojos me acerque a ellas. Nudee me miró bien.

-Uuuh, esa es cara de haber tenido mal sexo - aseguró ella.

-Te equivocas Nudee, esa es cara de no haber tenido nada de sexo -dijo Tina.
Me quité los anteojos y las miré asesinamente. No estaba de humor para soportar sus chistes.

-Creo que si las miradas mataran, ya estaríamos muertas, Tina -dijo Nudee.

Las volví a fulminar con la mirada. Tina se acercó a ella y colocó una de sus manos sobre su hombro.
Comenzamos a caminar hacia las malditas clases, me adelante un poco, pero podía escucharlas perfectamente.

-Cariño, ¿recuerdas que Engfa perteneció al equipo de softball en la secundaria? -le preguntó Tina.

-Si -se limitó a responder Nudee.

-También, ¿recuerdas cuando jugábamos campeonatos de tiro al blanco en los bares? -Aja - respondió.

- ¿Y recuerdas que peleó con aquella chica de Brooklyn a la que casi le perforo la oreja con un dardo porque la llamo "puta"?

Giré un poco la cabeza para mirarlas y Nudee miró nerviosa a Tina.

-Sí, lo recuerdo.

-Entonces no insistamos más, ciertamente no somos esa ramera de Bangkok. No creo que tengamos tanta suerte de que Engfa equivoque un disparo -dijo ella riendo.

Llegamos al salón y era una de las pocas veces en las que llegábamos temprano. Miré a mí alrededor y Lisa no estaba. Gracias a Dios no estaba. Me senté en la última fila y logré hacer que mi cabeza se fuera de aquel lugar. La clase de Historia Universal comenzó, era tan tediosa aquella clase.
La puerta del salón se abrió y Charlotte entró. Me senté derecha para mirarla, y a mi cabeza vino lo de ayer. Habérmela imaginado mientras estaba con otra era algo poco común en mí.

-Lo siento, se me ha hecho tarde -se disculpó.

La profesora la disculpó y ella miró a su alrededor para buscar un asiento. Él único lugar que quedaba era el que estaba a mi lado. Intentó buscar otro lugar, pero nada la salvaría de sentarse conmigo. Se acercó y con cuidado se sentó.

-Buen día -me saludó por lo bajo.

-Ojalá pudiera decir lo mismo -le dije.

Se giró a verme.

-Uuuuh, ¿no dormiste bien anoche? -me preguntó.

-Exacto -dije.

Ella sacó un cuaderno y comenzó a tomar apuntes de lo que la profesora estaba diciendo. Miré con detenimiento cada movimiento que hacía su nariz al escribir. Llevó la punta del bolígrafo a su boca para morder levemente la punta. iOh Dios, yo tengo que hacer algo para poder estar con esta chica! Se giró a verme, y me encontró mirándola fijamente.

- ¿Qué sucede? -me preguntó.

-Nada, solo te miraba -contesté.

-Después puedo prestarte un poco de tapa ojeras, si quieres -me dijo algo divertida.

My Pequeña ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora