Charlotte comenzó a reír con Heidi. Dejamos de hablar y nos giramos a verlas. Tina se puso de pie.
- ¿Qué sucede? - preguntó mientras se acercaba a ellas. Nudee y yo la seguimos.
-Marima acaba de arruinar nuestra cena - dijo
Charlotte sin dejar de reír. La miré divertida, se estaba descostillando de la risa.- ¡No es divertido! - se quejó la rubia. Heidi se restregó los ojos, mientras calmaba su risa.
- No les hagas caso a estas brujas, linda - dijo Patricio y se acercó a Marima, quien apoyó su cabeza sobre su hombro cuando él estiró sus brazos.
- Me dijo bruja - se quejó Charlotte.
Me acerqué a ella y la abracé por la espalda, apoyando mi mentón en su hombro. Mi boca quedó cerca de su oído. Ella colocó sus manos sobre las mías que estaban sobre su vientre.
- Y sí, algo de eso debes ser... porque me tienes hechizada. No puedo dejar de verte, no puedo dejar de pensar en ti, en tus besos, en tu cuerpo - le susurré.
Sonrió levemente y mordió su labio. Giró un poco la cabeza y me miró.
- No puedes contigo, ¿verdad? - preguntó.
- Te lo aseguro... apenas se vayan todos, tú no te salvas de mí - besé su mejilla y volví mi vista a los demás, pero sin dejar de abrazar a Char- Entonces
¿Qué vamos a comer?- Pidamos unas pizzas - dijo Patricio.
- Perfecto - aseguré y me alejé de Charlotte para ir en busca del número del delivery. Pero detuve mi paso al recordar aquello, me giré a verlos a todos - No podemos.
- ¿Por qué? - dijo confundido Nudee.
- Char no come pizzas - dije.
Ella sonrió y se acercó a mí para acomodar un poco mi cabello.
- Eres un dulce - aseguró.
- Y tú eres lo más hermoso que ha pisado la tierra - murmuré y me incliné para besarla cortamente.
- Pero no se preocupen por mí... pidan la pizza, yo no tengo hambre - les dijo.
Ellos volvieron a lo suyo y le lancé a Tina la tarjeta con el número para que llamara. Volví mi vista a Char. Me senté en el sillón y le hice un gesto para que se sentara a mi lado.
- Es mentira que no tienes hambre. Hace un rato estabas que matabas por un poco de comida.
- No te preocupes, comeré un poco de fruta - me dijo.
-No, ¿sabes qué? Vas a comer una porción de pizza o dejo de llamarme Engfa Waraha.
- Engfa'Calentona' Waraha- dijo divertida.
- Muy graciosa - bufé - Pero la única calentona aquí
eres tú.- Sí, y me encanta serlo - dijo en descarado coqueteo.
- No me seduzcas aquí... tenemos invitados, amor.
No querrás que haga cosas inapropiadas delante de ellos ¿o sí?- No te atreverías.
- ¿Quieres averiguarlo? - pregunté.
- No, Engfa , ni se te ocurra - se estaba por poner de pie, pero no la dejé. Me miró fijo a los ojos.
- ¿A dónde crees que vas?
- A... a estar con las chicas.
- Con ellas puedes estar otro día, ahora estás conmigo - le robé un breve beso.
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My Pequeña Obsesión
Storie d'amoreAunque es un desastre, Engfa Waraha tiene todo lo que a los 19 años se puede desear. Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse ca...