Chapter 35

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Miré a mí alrededor fijándome si no estaba por ahí.
No, no había ninguna señal de ella.

-¿Se puede saber qué demonios haces? -me preguntó Nudee.

-Estoy mirando -le dije y volví a checar el pasillo.

-Sí, ya lo sé. Pero ¿Qué miras? -me dijo.

-Nada, nada. No me hagas caso -dije y dejé de mirar. Tina me miró frunciendo el ceño.

-¿Hay algo que quieras contarnos? -me dijo levantando una ceja. La miré bien.

Ay, no.

-¿Tu noviecita ya te fue con el chisme? -le dije con tono burlón.

- ¿Qué? ¿Qué pasó? -preguntó Nudee.

-¿Sabes con quien se acostó ayer a la madrugada?

-Créeme que si supiera, ya estuviera pagando las manicuras.

- ¡Tina! -le dije para que se detuviera.

-Con Charlotte- le dijo. Nudee se giró a verme incrédula.

-No es cierto -me dijo.

-iMaldita sea, Tina!-dije enojada.

-No, no puedo creer que lo hayas conseguido -me dijo Nudee aun sin poder creerlo.

-Vale, ya está, no quiero hablar del tema -le dije y volví a mirar a mí alrededor.

Estábamos en Francis, la tarde anterior me la pasé peleando con Marima y Heidi y también riendo un poco. Aquellas dos me acusaron de ser una idiota que necesita urgentemente la ayuda de un profesional. Y puede ser que tengan razón, pero yo ni iba a dejar que se salieran con la suya. Hoy era un día nuevo y yo tenía que estar muy alerta para vigilar a Charlotte.

El auto que estaba esperando, llegó y se estacionó a unos cuantos metros de donde estábamos sentadas, junto a las columnas de la entrada de Francis. Las tres bajaron al mismo tiempo. Mi mirada se posó en Marima. Al instante me miró fijamente. Sonrió triunfante, me sacó la lengua en forma de burla y me guiñó un ojo. Vi como las tres entraban al edificio y apuré a las chicas para entrar detrás de ellas.

- ¿Qué sucede? -preguntó Nudee.

-Caminen, caminen. No podemos perder de vista a esas tres -les dije posando mis manos en sus respectivas espaldas. Las divisé caminando hacia clases separadas, entonces apresuré nuestros pasos y sigilosamente nos acercamos más a ellas.

-Hoy tenemos que ir a la biblioteca antes del mediodía, Lotte-le dijo Marima.

-¿Para qué? -preguntó la morena.

-Necesito un par de libros para el trabajo de corte - diio Heidi.

Entrecerré los ojos, pequeñas manipuladoras. ¿Con que ese es su plan? Hacerlas cruzarse en la biblioteca, que ella le de sus libros. No lo van a lograr...

-Claro, no hay ningún problema -dijo Char.

-Claro que si hay un problema -susurré.

-¿Cuál es el problema? -me preguntó Nudee.

Detuvimos nuestros pasos justo antes de llegar a la mitad del pasillo, justo al frente de la puerta de una de las aulas. Heidi ya había partido a su clase y Marima esperaba en la misma aula de Char aunque no tenían la misma clase. O por lo menos eso creía
yo.

-Que la loca de Marima y Heidi, quieren hacer que Charlotte salga con una retrasada -les conté.

- ¿Qué retrasada? -me preguntó Tina. Entrecerré los ojos y miré hacia la puerta del salón.

My Pequeña ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora