Todo el enojo que se había acumulado en mí, se había evaporado como por arte de magia al escuchar sus palabras.
-Escuchaste, ¿verdad? - le pregunté. Charlotte pasó una de sus manos por su frente.
-Perdón... perdón yo no quería escuchar. Lo único que quería era escucharte tocar -se disculpo. Sonreí y acomodé un mechón de su cabello.
-Prometo que voy a hacer un concierto para ti sola.
Entonces se acercó a mí y me abrazó. Aquel extraño gesto mandó un escalofrío por todo mi cuerpo. Me quedé inmóvil, pensando en que hacer.
Reaccionando, mis brazos se levantaron y la envolvieron.
Atiné a esconder mi rostro en su cuello y acercarla más a mí. Era tan extraña la sensación volátil y tonta que me invadía. Su perfume era tan delicioso y adictivo. Con sutileza froté mis labios contra su piel.-Suéltame Char, sino no podré dejarte ir -susurré.
-No me dejes, llévame contigo -me dijo. La acerqué más a mí.
-No puedo, Char, voy a la oficina de mi padre -le dije. Ella se alejó despacio.
-Te acompaño... luego podemos ir a tomar un helado.
La miré bien y sonreí.
-¿Es una cita? -pregunté.
-¿Por qué no?
-¿Estas aceptando que me estás invitando a salir? -
Dije sin poder creerlo -Pellizcame.Rió por lo bajo.
-Pero si no quieres... me voy a casa.
-No, claro que no. Ahora no me vengas con excusas.
-Entonces, vamos- dijo y comenzó a caminar. No pude moverme, me quedé quieta mirándola. Se detuvo y se giró a verme.
-¿Qué sucede?
-Que realmente eres hermosa -le dije. Sus mejillas tomaron un poco de color.
-Vamos tontita, se hace tarde -dijo.
Caminé hasta ella y la miré fijo a los ojos.-Tienes algo en los labios -dije. Frunció el ceño y llevó las manos a su boca.
-¿Dónde? -preguntó y bajó la mirada intentando verse a sí misma. Sonreí.
Con su mirada distraída me acerqué más a ella y quité su mano de mi camino para rozar sus labios.
Soltó un leve suspiro. Besándola suavemente di un paso hacia ella, haciendo que nuestros cuerpos quedaran más cerca. Con cuidado mordí su labio inferior, para luego alejarme despacio.-Como me gusta besarte, Charlotte -le confesé aun cerca.
Ella se alejó un poco más y me miró a los ojos.
Mordió su labio inferior y se volvió a sonrojar.-Vamos, ¿quieres?
Salimos de allí y caminamos hasta el estacionamiento. Miré a mí alrededor buscando su auto, sin éxito.
-¿En qué viniste?
-Caminando -dijo simplemente.
-Perfecto -aseguré -Así podré llevarte conmigo...
bien cerca.-Eres una aprovechada -me acusó. Sonreí subiéndome a la motocicleta.
-Sube aquí -le hice el gesto para que se sentara justo detrás de mí.
Chasqueó la lengua con duda.
-No seas vueltera, ven aquí -dije y la tomé de la mano para jalarla hacia la moto.
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My Pequeña Obsesión
RomanceAunque es un desastre, Engfa Waraha tiene todo lo que a los 19 años se puede desear. Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse ca...