Subí al ascensor y marqué el piso. Como lo había previsto Wattana no se había olvidado de mí, y al parecer se había emocionado mucho cuando le dijeron que yo estaba aquí.
El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron. Salí y caminé por el pasillo, hasta llegar al lugar al que el otro día Charlotte me había traído. Wattana estaba rodeaba de personas, a las cuales ella daba órdenes y pedía cosas. Se giró a verme.-Engfa, querida-dijo y se acercó a mí.
-Hola, Wattana -le dije y cuando estuvo la salude con un pequeño abrazo- ¿Cómo estás?
-Atareada -me dijo y sonrió - ¿Qué te trae por aquí?
Charlotte llega dentro de media hora aproximadamente.-No, no vine para ver a Charlotte-mentí más que descaradamente - ¿Recuerdas que el otro día me dijiste algo de ser modelo y eso?
- No me digas que lo has pensado y vas modelar para mí -dijo entusiasmada.
-Mmm, no en realidad... yo venía a pedirte que me des así algo... un trabajito como ayudante o lo que sea. Pero creo que ser modelo -dije y fruncí el ceño
-No es lo mío.
-Que lastima -dijo en un suspiro -Pero bueno, no importa. Voy a ayudarte. Tú me has caído bien, y eso que las amigas o novias de Charlotte nunca fueron de mi agrado.
- ¿Becky no lo es? -pregunté.
Ella arrugó la nariz mientras caminaba y me hacía una seña para que la siguiera.
-Para nada -aseguró -Esa niña es demasiado aburrida para mi princesa. Charlotte necesita a alguien inteligente, que le dé seguridad. No a una idiota posesiva y absorbente. Gracias a Dios ella reaccionó y la dejó.
-Ya lo creo -susurré por lo bajo.
Llegamos a una pequeña oficina, estaba llena de fotos por todos lados y no pude evitar acercarme a una de ellas. La tomé y la miré. Era la foto de una niña de aproximadamente siete u ocho años, tenía los ojos grandes y pestañas largas. Una sonrisa blanca y perfecta. Entonces me di cuenta de que era ella.
- ¿No es hermosa? -me habló Wattana mirando la foto que yo tenía en mis manos. Giré mi cabeza para mirarla -Siempre tuvo una particular forma de mirar, y de ser. Ahí tenía apenas ocho años y no sabes el carácter que tenía.
-Aun lo tiene -le aseguré. Wattana rió por lo bajo.
-Sí, Charlotte es una chica increíble -dijo orgullosa -Y no lo digo solo por ser su madre. Ella es decidida y dulce. Es testaruda y sensible. Delante de mí, siempre pone una especie de escudo o barrera, pero siempre termina dándome lo que le pido. No puedo quejarme de ella -suspiró y luego me miró -Pero ya, volvamos al tema importante. ¿Qué quieres hacer aquí?
-No sé, tú dime -le dije.
-Bueno, puedes ser mi ayudante. Los que tengo son un poco... incompetentes.
-Perfecto -aseguré. -Tendrás un sueldo y trabajaras solamente los sábados por la tarde. ¿Te parece bien
de dos a cinco?-Me parece estupendo - le dije.
-Entonces, bienvenida a las agencias Austin dijo y estiró su mano para que yo la tomara.
Así lo hice y salimos de allí para acercarnos a donde estaba todo el mundo. Mi primer encargo fue ir a apurar a las modelos, y eso fue increíble.
Luego fui enviada a planta baja en busca de unos papeles importantes.-¿Puedes darme los papeles de Wattana? -le pregunté a la chica de recepción.
-Enseguida -me dijo y me dejó sola mientras iba por ellos.
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My Pequeña Obsesión
RomanceAunque es un desastre, Engfa Waraha tiene todo lo que a los 19 años se puede desear. Su vida es aparentemente perfecta, y siempre consigue lo que quiere a toda costa. Hasta que la conoce a ella. Tan difícil. Tan hermosa. Tan decidida a no dejarse ca...