55: "Si te vas no vuelves"

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Narra Laura

Cuando Pedri y Fer se van de casa me meto en la ducha, no creo que Gavi venga esta noche así que después de ducharme me meto directamente en la cama, no puedo dormir y me quedo toda la noche dando vueltas y vueltas en la cama pensando.

A las 8 de la mañana por fin consigo dormirme pero no pasa mucho tiempo cuando unos leves ruidos me despiertan. Abro los ojos y la primera imagen que me encuentro es una figura delante del armario que conozco muy bien. Gavi cogiendo algunas cosas del armario, tiene una mochila y no para de meter ropa en ella.

- Pablo - digo levantándome de la cama y acercándome por detrás hacia él.

- Ni te me acerques - me dice  mientras sigue guardando ropa en su mochila.

- Pablo, tenemos que hablar - le digo mientras me atrevo a rozar su hombro con la palma de mi mano.

- Que no me toques joder - me contesta enfadado apartando mi mano de su hombro.

- Pablo, por favor - le digo pero no vuelvo a apoyar mi mano en su hombro.

- Deja de llamarme Pablo joder, para ti a partir de ahora soy Gavi ya que se ve que tengo en tu vida la misma importancia que en muchas otras - dice  dándose la vuelta y mostrándome su rostro, su cara está más pálida de lo normal y unas grandes ojeras están bajo sus ojos.

- Tenemos que hablar amor - le digo con la voz rota y acercándome más a él pero él retrocede.

- No necesito hablar nada contigo, ya me ha quedado muy claro lo que soy un tu vida, un cero en la izquierda, un puto cero en la izquierda soy para ti  - dice elevando un poco el tono de voz y se aleja todavía mas de mi - Así que tampoco me llames amor porque no sabes lo que significa esa palabra.

- Deja de decir gilipolleces, no eres un cero en la izquierda en mi vida - le digo elevando un poco el tono de voz yo también.

- ¿Ah no? Pues eso me has demostrado poniéndome los cuernos con mi mejor amigo, bueno que mejor amigo ni mejor amigo ese no es mi mejor amigo, es un hijo de puta - dice mientras cierra la cremallera de su mochila.

- Quieres dejar de decir gilipolleces, en ningún momento te he puesto los cuerno y menos con Pedri - le suelto desesperada.

- No digo ninguna gilipollez, y deja de decir que no me has puesto los cuernos, ¿te crees que soy tonto y ciego? Esta claro que me habéis mentido, los dos, mentido y traicionado - dice con la voz rota y se da la vuelta para bajar las escaleras de casa.

- Pero que no, que no es así, vamos a relajarnos y hablar por favor - le ruego mientras bajo detrás suya por las escaleras de casa.

- Que no me voy a relajar y menos seguir hablando contigo - dice abriendo la puerta de casa.

- Pablo - le grito tajante y él se detiene - Si te vas no vuelves - digo con la voz entrecortada - No después de no dejarme explicarte nada. Si sales ahora mismo por esa puerta no te quiero ver más,  todo lo que hemos tenido hasta ahora acaba - digo mientras una lagrimas rueda por mi mejilla.

Él me mira por encima de su hombro y después de unos segundos en los que parece que esta pensando termina de abrir la puerta y sale de casa dando un portazo y dando por finalizada nuestra relación.

Narra Pedri

Me visto y después de darme algunos vistazos en el espejo salgo de casa montándome en mi Mini verde. Estoy nervioso, vuelvo después de un tiempo de baja por una lesión pero sobre todo estoy nervioso por Gavi. No sé qué va a hacer cuando me vea, espero que no intentar pegarme como anoche.

6 meses ||| Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora