Toy (YeonGyu) 🍬

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En tan sólo un día había ido a más de 3 entrevistas de trabajo, al menos no debía preocuparse que el muñeco hiciera algo peligroso porque Hueningkai  lo cuidaría mientras tanto.

-Tengo hambre -se quejó.

-¿Qué quieres comer?

-No sé, fideos no -negó con cara de asco.

-El ramen es delicioso, no seas malagradecido.

-No me gusta, no tienen rico sabor.

-¿Quieres pizza?

-¿Qué es eso?

-Algo muy rico, ya lo verás.

El muñeco veía que usaba un aparato parecido al de Yeonjun, sólo que más grande y elegante. No tenía la pantalla trizada o manchas de agua en la pantalla, no era feo. Era algo muy curioso, cuando éste terminó la llamada, inmediatamente arrebató el aparato.

-Quiero uno.

-Las cosas se piden por favor, y no se arrebatan de las manos.

-Quiero uno, ahora -lo miró sin expresión.

-¿Qué? Niño cosa, si quieres uno debes ganartelo.

-Pero lo quiero ya -se quejó abrazando el celular.

-Dámelo -le gritó Kai.

Beomgyu se negó.

-Dámelo o te denuncio por robo.

-No, mío.

-Te dije que no, ahora dámelo.

-Yo lo quiero.

-¿Acaso nunca te dicen que no?

Lo tomó del brazo bruscamente separándolo de su agarre, el muñeco pese a que se resistía el celular igual fue quitado. A los minutos la pizza había llegado.
Encendió el televisor y se sentaron en el sofá, el muñeco miraba la pizza extrañado.

-No hay plato.

-Debes sacar un trozo y te lo comes.

-No quiero.

-Come, por favor.

-No, eso se cae y me da asco parece baba.

-Es queso derretido.

Una discusión que terminó con el muñeco cruzado de brazos mientras el pelirrojo debía darle la pizza en la boca.

La puerta fue abierta e inmediatamente el muñeco se levantó, tropezando y casi cayendo, para recibir al pelinegro que venía más que agotado de tanto caminar.

-Amo Yeonjun, ven ya hay luz del sol.

Con extrañeza miró que efectivamente había luz, Hueningkai evitó mirarlo mientras comía.

-Kai.

-Hola Yeonjun.

-¿Fuiste tú?

-N-no -negó sonrojándose.

-Kai…

-Lo siento, es que no quería que te preocuparas por eso. Te quería ayudar, la luz es necesaria más ahora en invierno. También te traje comida.

-No era necesario.

-Sí lo era, no has estado comiendo bien. Quiero que me digas hace cuánto que no tienes luz y tienes estos problemas. Pensé que tenías trabajo.

-Lo tenía -bajó la cabeza.

-¿Qué pasó? -miró al muñeco éste miraba la pizza con desconfianza- Cosa, vete a la habitación.