🍬Epilogo🍬

1.4K 188 75
                                    

Tanto escribir y enviar correos electrónicos, había conseguido un trabajo también. En su interior estaba la obligación de conseguir uno para ayudarle a Yeonjun y poder comprar mucha comida, a parte de ramen que era lo único que comía su pareja.

Era su primer día, estaba nervioso. Agradecía poder sentir ese tipo de cosas, era mejor que no sentir absolutamente nada. Aunque las cosas iban mucho mejor económicamente necesitaba salir del departamento para conocer y demostrarle a Soobin que no era ningún muñeco, como siempre le recalcaba cada vez que iba a visitarlos.

-Adelante -habló un sujeto.

Beomgyu obedeció y entró a la oficina. Más bien, era un pequeño cuarto donde guardaban materiales. Beomgyu era excelente con las manualidades, así que estaba siendo contratado por alfareros. Le dieron su uniforme y los materiales.

Beomgyu era reservado, tranquilo, lento pero minucioso. Su concentración estaba al cien en cada trabajo, sus jefes y jefas estaban maravillados con el resultado, el trabajo de un día.

De vuelta a casa, con sus manos agotadas y algo de sueño se fue caminando en dirección a la parada de autobuses. Antes de seguir se quedó mirando una de las vitrinas donde estaba el cómic de su pareja. Sonrió ampliamente al verlo, pero aún no tenía suficiente dinero para comprarlo.

Quizás sí había sido un muñeco, una cosa, algo que hablaba y hacía cosas sin realmente sentirlas, que había sido un maldito sin saber que lo era, que era insoportable. Pero él no entendía ni sus emociones ni las de otros, sólo estaba allí y se movía por la inercia. Lo único que entendía era que Yeonjun no se rendía con él, ni siquiera cuando era inconciente de su situación, él estuvo siempre.

Tomó el autobús y regresó al departamento.

Al entrar vio al pelinegro dormido sobre sus hojas de trabajo, sus dibujos, lápices y hojas con bosquejos por todos lados, y el conejo comiendo en la esquina de la sala. Dejó sus cosas a un lado y acarició su mejilla para despertarlo.

-Vamos a la cama, es tarde.

-¿Tuviste un buen día? -talló sus ojos.

-Sí, fue un excelente día -asintió- ¿Y a ti?

-Fue algo caótico -bostezó levantándose- Te extrañé mucho.

Beomgyu no respondió, sólo sonrió.

...

Era un mes de trabajo cumplido, tenía el dinero en sus manos. Miró las ediciones que seguían saliendo, pero se prometió ayudar a Yeonjun con los gastos del departamento y de su conejo, también regalarle algo a su hermano, Yeonjun estaba a pocos días de titularse, eso lo tenía algo ansioso también.

Mordió su labio y se alejó de la tienda, pagó un par de cuentas, compró comida y tomó el autobús.

Llegó primero que Yeonjun, buscó un tarro vacío donde metió algo de dinero, pegó una etiqueta escrita para luego meterla bajo la cama y lo otro lo guardó en su bolso. Se bañó y fue a la cama.

...

Cada mes iba juntando más y más dinero para poder tener el trabajo de su pareja, le faltaba muy poco cuando vio a su conejo casi no comer, estuvo toda una noche intentándolo, pero no lo hacía, asustado lo llevó a un veterinario.

Tenía que operarlo, eso quería decir gastar dinero. Ahora entendía a Yeonjun.

Sacó todo el dinero del tarro destinado para comprar los cómics, entre tratamientos, curaciones y visitas al médico su dinero desapareció.

Cada tarde se quedaba mirando cómo cada mes las ediciones iban aumentando en cantidad. Le alegraba saber que con ese dinero había salvado a su mascota sin querer contarle a Yeonjun, él estaba demasiado ocupado estudiando y trabajando en su historia.

Beomgyu lo admiraba mucho.

Con el dolor de su alma intentaba llenar su 'Alcancía' que a los días debía vaciar por inconvenientes, le deprimía no poder ayudar a su pareja.

Yeonjun llegó temprano, sonriente. Había comprado la cena y comida para el conejo, que pese a saber que estaba enfermo jamás supo lo que tenía.
Mientras se ejercitaba miró bajo la cama, un tarro que decía "Cómic Yeonjun" miró el interior donde había un poco de dinero, volvió a cerrarlo y suspiró con tristeza.

...

Beomgyu apenas había juntado el dinero para uno, lo quería con toda su alma. Él decía ser el más grande fan del cómic.

-Está agotado, lo siento amigo.

-Gracias.

Su frustración estaba al límite, se encerró a llorar.

Yeonjun al entrar al departamento lo escuchó, corrió a verlo y abrazarlo con fuerza.

-Lo siento, soy el peor fan del mundo -murmuró algo dolido.

-No es cierto, tú me hiciste publicarla -besó su frente- Eres la razón del éxito de la historia.

-Pero no tengo nada... Ni siquiera un volumen, Hyunjae los tiene todos.

-Entonces -metió la mano en su bolso, sacó un lápiz- Yo te regalé uno por ser mi fan número uno.

-N-no es necesario....

-Pensé en ti, que te gustaba y quise traerte uno

Le entregó el cómic al castaño que secó sus lágrimas y sonrió. Estaba emocionado, lo abrió lentamente como si tuviese los secretos del mundo. Yeonjun lo miraba sin dejar de sonreír.

Beomgyu lo abrazó.

-Falta algo -abrió la tapa y destapó su plumón con la boca comenzando a escribir- Para el amor de mi vida y mi fan #1 Beomgyu. Te amo mi lindo muñeco.

-Gracias -sonrió con lágrimas en los ojos y abrazó a su pareja.

Lo dejó en una repisa, cada mes iba creciendo al igual que los mensajes escritos que Yeonjun le dejaba. Era el fan más afortunado de la vida, incluso si ya había leído los mensajes de Yeonjun, los volvía a leer cada día y se sentía como la primera vez que su corazón comenzó a latir.













FIN


Gracias a todos por su apoyo, discúlpenme muchísimo por la demora, si hay errores los corregiré pronto, de nuevo muchas gracias, si es la primera historia que leen en mi perfil o estan esperando las otras que tengo en emisión, ya desde hoy trabajare mucho en ellas, espero su apoyo siempre, que estén bien, los quiero.

Toy (YeonGyu) 🍬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora