Toy (YeonGyu) 🍬

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El muñeco menor dormía tranquilamente abrazando su peluche de gato. Tenía la puerta cerrada y estaba muy tapado al punto de no sentir frío, tampoco podía escuchar nada a excepción de su respiración.

…

Beomgyu se dejaba besar soltando suaves carcajadas y gemidos bajos mientras se retorcía, era despojado de sus ropas lentamente. Su piel ya estaba sensible al toque de su amo, enredaba sus dedos en la cabellera del pelinegro a medida que sus besos bajaban de su cuello a su pecho.

-Amo, se siente bien -murmuró retorciéndose.

La piel del muñeco era tan suave, su lengua se podía desplazar fácilmente por esa ligera bronceada piel. La respiración de éste estaba algo agitada y con ello su cuerpo tenía otras reacciones. Rozó su pezón con la nariz, el muñeco jaló su cabello con algo de fuerza dejando salir un gemido.

Estaba entre sus piernas, el muñeco estaba excitado al igual que él. Casi no controlaba su cuerpo por las caricias y los estímulos, comenzó a bajarle los pantalones lentamente mientras iba besando sus muslos, el muñeco volvió a gemir y cubrió su boca.

Estaba sólo con su bóxer, se sentó en la cama tomando a su amo por el mentón para poder besarlo en los labios, con deseo. Era una batalla en sus bocas, al separarse comenzó con sus provocativos besos en el cuello que fueron detenidos para bajarse de la cama y arrodillarse.

-Amo, sácalo -murmuró mirándolo fijamente con una tierna sonrisa.

-Podrías ser más romántico -sugirió algo sonrojado.

No terminaba de quitarse la camiseta cuando el muñeco también estaba besando su bulto por sobre la ropa. Aún lo ponía algo nervioso el tema de tener relaciones pero sabía que le gustaba mucho la sensación. Dejó al muñeco que le terminara de desvestir y así poder apreciar mejor sus movimientos. Su concentración se iba cuando sentía el cálido aliento del muñeco en su entrepierna.

Paseaba sus manos por la extensión, de arriba a abajo lentamente. Daba miradas rápidas a su amo para continuar con la pequeña tortura, dejaba cortos besos en el glande para luego meterlo en su boca. Sin detener los movimientos de su mano, bajaba aún más con su boca escuchando los jadeos de su amo.

Apoyaba la mano en la cabeza del muñeco, le ayudaba con los movimientos. Estaba en un éxtasis escuchando su miembro dentro de la boca del castaño que intentaba no separarse y dejar de mirarlo. Sus ojos estaban cristalinos pero no se detenía.

-Sube a la cama -murmuró jadeante- Con la cara en el colchón.

Asintió sacando el miembro de su boca, se subió quedándose con el pecho pegado a las mantas. Escuchaba a su amo caminar, luego un peso extra en la cama, las manos en su espalda bajando suavemente por sus costados hasta su bóxer que era removido de la misma forma.

Besó su cuello, luego fue dejando besos por su espalda que lo hicieron levantar su trasero con los brazos a los costados.

-Sé que dijiste que no te dolía pero quiero prepararte.

Sintió algo húmedo tocar su trasero, se apoyó en sus codos al sentir un dedo entrar. Sabía que no era el pene de su amo pero se sentía bien. Encorvó su espalda al sentir un segundo dedo, gimió bajo moviéndose al ritmo de los dedos en su interior. Un tercer dedo y con él también los movimientos circulares lo hicieron soltar un pequeño grito haciéndolo, ahora sí, apoyarse sobre sus palmas de las manos.

-A-amo -gimió- No puedo estar en silencio.

-No lo estés -besó su hombro.

Acarició un momento más su espalda antes de tomar su miembro y alinearlo en la entrada del muñeco, ejerció un poco de presión para hacer entrar su glande. El muñeco encorvó su espalda otra vez, estaba tenso. Sosteniéndolo por la cintura se introdujo más hasta que el muñeco saltó por aparente dolor. El lubricante no era analgésico y lo sabía.