Rey Mono.

LXXIX.

El pitar de las máquinas siendo el único ruido de la habitación. El famoso ascenso y descenso de aquella línea verde que revelaba el ritmo cardíaco del paciente en la pantalla.

Naruto de pie observaba el estado de Bakugou.

Vendas cubrían casi todo su cuerpo ocultando las cortadas, perforaciones, y quemaduras recibidas en su pelea. Un tubo de plástico anclado a su boca era la única herramienta que mantenía con oxígeno al muchacho en coma.

La segunda paciente en estado grave era Momo. Todo su cuerpo había sufrido distintos niveles de quemadura. Su cabello, hermoso y sedoso con aquel peculiar peinado de cola de caballo, tuvo que ser cortado debido al fuego quedando ahora a la altura de sus hombros. La chica aún seguía inconsciente.

Otros alumnos, como Tokoyami o Jirou, solo habían sufrido heridas menores, y ya estaban apunto de salir del hospital.

¡Típ! ¡Típ!

Los ojos zafiros de Naruto miraban atentamente el rostro magullado de uno de sus mejores amigos.

- Perdón... No puedo proteger a nadie, ni a nada- mencionó el chico cerrando sus párpados.

Una mirada cansada.

- Nos volveremos a ver, amigo-

Naruto tocó la frente de Bakugou con dos dedos.

- Nos volveremos a ver...- repitió abriendo la puerta de la habitación.

X~X~X

Una semana después. Cementerio.

Una enorme cantidad de personas yacía en aquel lugar vestidos de aquel característico color negro, luto. Una persona se encargaba de dar un discurso preparado, una serie de palabras que seguramente repetía semana tras semana sin cesar, solo cambiando los nombres de las personas que eran sepultadas.

Padres, y madres llorando a sus hijos. Hermanos llorando por su hermano mayor o su pequeño hermano menor. Abuelos por sus nietos. Esposas y esposos por sus cónyuges.

El día tampoco acompañaba siendo una tarde grisácea con pequeños tintes a la distancia que detonaban la muy posible lluvia.

Los alumnos restantes de la clase 1-A se hallaban juntos, uno al lado del otro. Solo tres personas de aquel grupo no se encontraban allí.

Bakugou quien aún se hallaba en coma sin ningún indicio de cuando despertaría. Momo, quien apenas el día de ayer había despertado, pero sus heridas eran demasiadas dolorosas como para moverse cómodamente. Sus quemaduras ardian con cada pequeño moviendo que daba.

Y el último de ellos, Izuku Midoriya.

El peliverde pecoso había sufrido un pequeño trauma en la batalla. Cuando había ido con Shoto y Aizawa al campo principal de la pelea, el chico sufrió un shock ante la escena. Estudiante muertos, y maestros en el mismo estado. En aquel estado de trance, Izuku pareció haber evolucionado su quirk, al liberar una especie de látigos negros que fueron a través de todo el campo golpeando a enemigos y aliados por igual.

Mina Ashido sostenía fuertemente la mano de su compañero, Kirishima, mientras apoyaba su cabeza sobre su hombro, tranquilizando las lágrimas derramadas.

El pelirrojo apretó el hombro de Naruto, quien se hallaba a su lado.

Naruto solo paso uno de sus brazos por detrás del par para atraerlos hacia el quedando los tres en un pequeño abrazo.

Rumi se había presentado al funeral, pero la heroína solo se limito a estar alejada de Naruto estando con el resto de héroes profesionales presentando sus respetos.

Los ataúd comenzaron a descender, y a la par de ellos, Naruto cerró sus párpados lentamente respirando de forma pausada.

Otra vida estaba por comenzar...

X~X~X

Dos meses después.

New York.

Un pequeño puesto de hot dog, ubicado cerca del Central Park, atendía a los clientes como de costumbre.

En una escasa fila de tres personas, la figura del medio tarareaba una canción por sus adentros. Llevaba unos modelos antiguos de un par de zapatillas Air Jordan combinando con unos pantalones negros, y remera corta blanca pegada al cuerpo.

El rostro de la persona no se podía ver debido a la gorra y un cubrebocas que tapaba sus facciones.

El sujeto llevo sus manos, una de ellas curiosamente cubierta por un guante negro, hacia el bolsillo de su pantalón sacando su celular.

Makima: Más te vale haber estudiado para el exámen.

El muchacho pareció sonreír ante el mensaje guardando su celular nuevamente.

Todas las personas en la escena voltearon observando hacia la calle, dónde las sirenas de los autos de policías y bomberos resonaban pasando a toda velocidad.

- Con ketchup y papas, por favor- pidió el chico regresando su atención hacia el puesto de comida ignorando la situación.

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado. Disculpen si tardo semanas o meses en actualizar. Últimamente no me dan muchas ganas de escribir.

Con su voto o poniendo el fic en sus listas de lectura me ayudan muchísimo.

Nos leemos en otro capítulo.

Bye-bye~