Advertencia: sexo, declaración de amor, palabras subidas de tono.¡¡SI NO TE GUSTA ESTE TIPO DE CONTENIDO NO LEAS!!
Títulos: atrapados
Resumen: Walter confiesa sus sentimientos hacia a ti. Disculpen si hay falta de ortografía o una palabra fuera de lugar
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Al alejarte del beso, sus respiraciones agitadas chocan y tus mejillas rojas por la timidez, lo miras a lo ojos y sonríes levemente
"¿Desde cuándo...tienes sentimientos hacia mi?" Preguntas con cautela, perdiendote en sus maravillosos ojos azules
Su respiración se entre corto y tragó saliva ruidosamente. "...fue hace unos meses atrás, la vez que dijiste que me vería mucho más guapo si no tuviera un carácter de mierda" recordó
Sueltas una risita "en mi defensa, estoy en lo correcto" te encoges de hombros
"Siempre estás en lo correcto" dijo él mirando tus labios
"Yo..lamento haberte provocado muchas veces, si tan solo supiera cómo te sentías...hubiera Sido diferente" . Dices con sinceridad Sintiéndote apenada
Walter negó con la cabeza, mientras sus manos acariciaban tu cintura.
"Supongo que ambos fuimos unos idiotas". Se encogió de hombros
Sin decir nada, vuelves a inclinarte hacia adelante con la intención de besar sus labios, Walter movió su cabeza hacia otro lado esquivando. Te alejas y lo miras con confuncion en tu rostro.
"¿Que sucede?"
"Aún no me has respondido mi pregunta" él te miro con seriedad. Y viéndolo en su perspectiva, no quisiera ser el amante, ni mucho menos tener que preocuparse en compartirte
"No soy casada, ni tengo novio, ¿Feliz?, ¿Ya podemos follar?". Dices rápidamente
Walter sonrió, tenía que confiar en ti...por ahora. "Pensé que primero ibas a invitarme a cenar" dice en tono de broma
"Puedo llevarte a cenar cuando terminemos de follar"
Sin esperar una respuesta por parte de él, te balanzas hacia él atrapando sus labios, gimes de puro gusto al saborearlo, el beso comenzó lento e incluso dulce pero a acabo de unos segundos tu desesperación por tener más tacto aceleró la situación, hiciste que Walter te acostará y él arriba de ti, sin despegar sus labios de los tuyos, tus manos empezaron a desabrochar su cinturón y desabrochar el botón del pantalón.
Una mano grande tomó tus muñecas y en un movimiento rápido las inmovilizó sobre tu cabeza, gimes tratando de safarte, abres los ojos y te alejas del beso mirándolo con el ceño fruncido, sus ojos azules pasaron a negros brillando de lujuria retenida, como si le hubieran reprimido el placer más común y ahora pueda saciarse a su antojo.
