Advertencia: Malas palabras, perdida de virginidad, sexo sin protección (no olviden usarlo), porno sin trama.
Título: primera vez
–– Viniste a mí como una chica inteligente que eres, me hizo sentir muy orgulloso –– murmuró Syverson contra tu oreja mientras dos de sus gruesos dedos abrían tu coño, estirándolo para que quepa su gruesa polla dentro. Su pulgar nunca dejó de frotar la protuberancia hinchada de tu clítoris, haciendo que tu boca se abriera en un gemido silencioso, tus pezones se endur
–– Sí, viniste a un hombre de verdad que te trataría tan bien, no a un estúpido niño que te follaría en el asiento trasero de su auto y luego actuaría como si nada hubiera pasado, –– seguía susurrando Sy.
Depósito pequeños besos. en tu sien y en la línea del cabello entre cada palabra, su barba te hace cosquillas ligeramente, lo que aumenta la dulce sensación. Tus grandes ojos llorosos miraron directamente a los suyos, haciendo que el corazón del capitán diera un vuelco: qué bonita te ves debajo de él, tan suave y extendida sobre sus sábanas; cómo esos ojos de cierva brillaban, mirándolo con tanta confianza y necesidad, cómo tus labios hinchados formaban un pequeño puchero perfecto, derritiendo cada hueso de su enorme cuerpo hasta convertirlo en papilla.
Syverson se inclinó, conectando sus labios con los tuyos en un beso lento y descuidado; Una lengua hábil se desliza a lo largo de tu labio inferior antes de deslizarse en el calor de tu boca y la nariz choca contra tu mejilla. Él se tragó con gusto un pequeño chillido que dejaste escapar mientras agregaba el tercer dedo dentro de tu coño, bombeando hacia adentro y hacia afuera lentamente, sonriendo en el beso mientras comienzas a doblar las caderas ligeramente, igualando el ritmo de su mano. El hombre tarareó con aprobación al sentir tus pequeñas manos recorriendo su pecho y costados, tratando torpemente de acariciar su corpulento cuerpo; tu toque es vacilante y poco firme.
–– ¿Crees que estás lista?–– preguntó Syverson luego de romper el beso, sus labios a escasos centímetros de los tuyos, sus ojos penetrantes mirando directo a tu alma. Asentiste rápidamente. –– Eso no sirve. Usa tus palabras de niña grande, ¿Mm?
–– Te quiero dentro de mí –– dices en voz baja, con un rosa brillante cubriendo tus mejillas con el corazón latiendo rápidamente dentro de tu pecho al darte cuenta de lo que estaba a punto de suceder.
–– Amor, no es presión. Dices que paremos y nosotros paramos, ¿entiendes? –– su voz sonó tan serio como siempre sobresaltándote un poco por el cambio repentino.
Asentiste con la cabeza, mordiendo tu labio inferior mientras él deslizaba sus dedos fuera de tu agujero, haciéndote sentir tan fría y vacía.
–– Ahora límpiame los dedos.
Obedeciste felizmente, abriendo la boca y tomando tres de los dedos del hombre dentro, con la suave lengua girando alrededor de las puntas ásperas de los dedos, saboreando tu esencia agria en su piel. Observaste con inmenso interés cómo Syverson desabrochó el botón y la cremallera de sus pantalones cargo con una mano, bajándolos hasta sus rodillas. Su polla, una vez libre de los confines de los boxers negros, surgió hasta su estómago, parándose alto, orgulloso e increíblemente grueso. Te quedaste boquiabierta, mirando confundida a tu amante: ¿esa cosa encajará siquiera? Syverson se rió entre dientes, satisfecho con tu reacción, sacando sus dedos de tu boca y acercando tus caderas a él.
–– No te preocupes muñeca, seré tan gentil –– te aseguró, envolviendo sus dedos mojados con saliva alrededor de su grueso eje, bombeándolo unas cuantas veces.
Syverson alineó la gruesa cabeza en la entrada húmeda, haciendo que tu respiración se acelerara por la emoción. El primer empuje fue lento y suave, forzando aproximadamente un tercio de la polla de Syverson dentro de ti. El tramo ardió, pero él hizo un buen trabajo antes, abriéndote con sus dedos, lentamente ayudándote a tomar todo. Después de unos largos momentos, continuó, moviendo lentamente sus caderas hacia adelante y hacia atrás, envainando más y más longitud con cada nuevo movimiento.
El primer pequeño gemido salió de tus labios, la polla de Syverson estiró tu coño hasta sus límites, su pulgar acariciando tu clítoris implacablemente lo hizo mucho más fácil de manejar. Tus tetas rebotaban con cada empuje lento, haciendo imposible que él se resistiera a agarrarlas y jugar con tus pezones.
–– Mierda, eres tan perfecto para mí. mi pequeña niña perfecta, toda mía, para siempre mía –– gimió el capitán, abrazándote con tanta ternura, su cerebro apenas funcionaba ante la sensación de tu calor ondulante envolviéndose tan cómodamente alrededor de su polla palpitante, llevándolo al límite vergonzosamente rápido.
Tus manos agarraron las muñecas de Syverson en busca de algún tipo de conexión; El dolor inicial comenzó a disiparse lentamente, dando paso a un cálido placer que lo inundó. Tu clítoris estaba palpitando. no acostumbrado a tanta atención, arqueando la espalda ante la intensidad del sentimiento.
–– Creo que voy a correrme –– tus palabras se interrumpieron cuando una repentina ola de placer se estrelló sobre ti, lavando todos los restos de pensamientos que aún estaban en tu cabeza. El éxtasis puro bombeaba por tus venas, haciéndote temblar en las manos firmes de tu amante, apretando su gruesa polla, acercándolo a su propia euforia.
–– Eso es muñeca. así de fácil, correte en mi polla, hazme un desastre en este coño –– murmuró Sy encima de ti, los músculos de su estómago se flexionan al sentir que aprietas su necesitada polla que gotea. Pero sus caderas nunca se detuvieron, follándote hasta y a través de tu euforia, sin planear detenerse pronto. No hasta que él te mostró cuánto placer puede traer un sexo realmente bueno
Ayy sentí cosas de soldado🫦🫦
Por estás inquietas voten plis .
Nos vemos al próximo one shots.
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ONE SHOTS || HENRY CAVILL 2
De Todouna serie de capítulos con diferentes situaciones con nuestro británico y sus personajes.