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A media mañana, el timbre de la puerta comenzó a sonar. Ni siquiera era el del portal del edificio, alguien insistía en la misma puerta del ático con aquel estridente sonido logrando despertar a Kid, cosa que le causó un terrible mal humor de buena mañana.

Se levantó silenciosamente al ver que (T/N) no se había movido ni un milímetro y la depositó con cuidado en la cama, no quería despertarla porque presentía que podría llegar a hacerlo pues no pensaba cruzar buenas palabras precisamente con quien fuese que se hubiese atrevido a despertarle de aquella forma tan sumamente persistente. El timbre volvió a sonar haciendo gruñir a Kid quien caminó hasta la puerta y abrió de malas maneras.

—¡¿Quién cojones está llamando al puto timbre a estas ho... —sus gritos se vieron interrumpidos al sorprenderse con quién se encontraba al otro lado de la puerta.

Ace, quien no había logrado pegar ojo en toda la noche debido a la discusión con (T/N) el día anterior, sentía que de un momento a otro su mandíbula caería al suelo al encontrarse de frente con Kid solamente en ropa interior en casa de (T/N), se notaba que había dormido allí pues aún el pelirrojo no lograba abrir del todo los ojos.

—¿Qué cojones haces aquí, Portgas? —gruñó Kid apoyando el brazo en el marco de la puerta mientras se rascaba el abdomen y bostezaba.

—¿Y tú? ¿Qué coño haces aquí? —preguntó Ace de vuelta frunciendo el ceño.

El pecoso estaba sintiendo los nervios apoderarse de su estómago de pensar en que Kid y (T/N) se hubiesen podido acostar pero aún quería conservar ciertas esperanzas de que no había sucedido nada entre ellos dos.

—Yo estoy en mi puta casa, el único que sobra aquí eres tú. —dijo Kid malhumorado.

—¿Dónde está (T/N)? —preguntó Ace tensando la mandíbula.

—¿Y a tí qué coño te importa? —contestó Kid de mala manera.

—¡¿Dónde cojones está (T/N)?! —dijo Ace dando un paso al frente encarándose a Kid.

El pelirrojo le miró con desdén y arrogancia alzando levemente la cabeza.

—Está durmiendo, anoche acabó agotada. —contestó Kid ensanchando su sonrisa socarrona.

Ace sintió la imperiosa necesidad de darle un puñetazo al escuchar aquello, cerró su puño pero lo pensó dos veces antes de lanzar aquel golpe que tanto deseaba darle a Kid en la cara para borrarle aquella sonrisa.

—Estaba muy jodida después de vuestra discusión. —continuó Kid para seguir provocando a Ace.

—¿Te ha contado eso? —preguntó sorprendido el pecoso.

—Creeme, anoche se abrió mucho para mí. —dijo Kid en tono burlón con un claro doble sentido.

Ace apretó los dientes y terminó lanzando el puñetazo pero Kid logró desviarlo con su brazo y los nudillos de Ace chocaron contra el marco de la puerta. Kid se enfureció y le tomó por la camiseta haciendo que Ace se pusiese de puntillas hasta quedar cara a cara.

—Escuchame, Portgas, porque solo te lo voy a decir una vez. —comenzó a decir Kid amenazante. —Déjala en paz y olvídate de ella porque no vais a volver a coincidir para ningún trabajo más, ¿me oyes? ¡En ninguno! —le gritó en la cara. —Yo mismo me pienso encargar de que se aleje todo lo que pueda de ti y de que ni siquiera os volváis a ver, y si eso pasa, más te vale que yo no te vuelva a ver. —amenazó.

Ace le empujó zafándose de su agarre y la espalda de Kid chocó contra la puerta.

—Eres un puto gilipollas... —gruñó Ace sin saber muy bien qué más contestar a la clara amenaza de Kid. —¿Te crees realmente que puedes hacer lo que quieras con la gente?

HOW TO GET ALONG WITH A PORNSTAR {One Piece x Reader}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora