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Durante los siguientes dos días, Mix esperó impaciente que el alfa se dignarse a aparecer y le diese una explicación por su rechazo o que al menos regresara con la excusa de comprar algo y así poder verle.

Finalmente eso no sucedió por lo que se sintió devastado y confuso, ya que su omega interior estaba intranquilo y se sentía como si su celo lo asediara constantemente, queriéndose despertar antes de tiempo.

El moreno alfa había sido el único hasta el momento, el cual le había causado un gran revuelo en sus hormonas y había encendido su deseo de aparearse.

Su interior no era lo único que era un completo caos de emociones pues por más que lo intentaba, no conseguía olvidarse de él ni por un momento y eso lo hacía estar torpe y distraído en el trabajo.

Su jefe se pasó el tiempo regañándole, por lo que cansado de esa situación y con la tarjeta en mano, tomó una decisión.

...-Mañana le diré a Zee que me encuentro indispuesto e iré en tu busca. Quieras o no, tendrás que enfrentarme. Tú lo has iniciado y debes terminarlo.

Tras llegar a casa esa noche, no consiguió pegar ojo pues una vez más el alfa perturbó su sueño y su tranquilidad, impidiendo que cayese en los apacibles brazos de Morfeo.

Horas después tras ver amanecer, este se levantó y se fue directo a la ducha, donde rápidamente se enjabonó y se aclaró el cuerpo, luego eligió su mejor ropa y frente al espejo, se peinó sus revoltoso pelo pues quería lucir lo más hermoso posible.

Cuando ya estuvo listo, bajó las escaleras de su edificio pues como siempre el ascensor seguía estropeado y entonces su teléfono sonó.

-Oye, ¿Donde estás?

-Oh lo siento Zee... hoy no podré ir, me levanté muy mal-mintió-...De hecho estoy saliendo para el médico ahora mismo...¡taxi!...

El omega tosió falsamente y tras escuchar un «está bien, mejórate», de su jefe, colgó sonriente y victorioso.

-Bien, señor Pirapat... Veamos a que tanto tienes miedo- susurró mientras se abrochaba los botones de su cazadora, ya que hacía mucho frío para ir caminando.

Resultaba que había mirado en Google y la empresa dónde trabajaba el alfa no estaba demasiado lejos de donde él vivía, por lo que esa aventura investigadora no le costaría dinero.

Tras unos diez minutos andando, el omega al fin encontró el edificio, así que decidido entró y caminó hacia el mostrador donde una hermosa omega le sonrió.

-Buenos días señor, bienvenido a Ployshompoo International Company, ¿En qué puedo ayudarle?

-Oh...emm, bu-buenos d-días... pues verás, y-yo ve-venía p-por...por...-Balbuceó el omega pues no sabía que motivo alegar-... yo q-quisiera...emm ha-hablar con el se-señor Pirapat

La omega entonces volvió a sonreírle.

-Ah... ¿Eres otro de los aspirantes al puesto de reponedor en ventas?

El omega la miró incrédulo hasta que esta le entregó unos cuantos papeles.

-Rellena esto con tus datos y luego espera ahí-le dijo señalándole unos sofás del fondo- ...cuando finalices, me los entregas y entonces te daré tu turno para pasar con el señor Subdirector... Él es el quién da el visto bueno al nuevo personal, ya que el director no se encuentra.

Mix se encogió de hombros y sonrió, no quiso sacar de su equivocación a la chica pues no perdía nada por probar y además era una excusa perfecta para pasar al despacho del alfa y verle.

Cubrió los documentos con sus datos y finalmente se lo entregó a la recepcionista poco después luego volvió al grupo de sofás y se sentó a esperar junto con otros omegas que habían llegado también.

-Mix Sahaphap-dijo la omega transcurridos unos minutos-...Por favor, toma esto y sube a la segunda planta.

El omega obedeció y tímidamente cogió las hojas que ésta le entregó de nuevo y subió al ascensor, donde al llegar, se bajó y se encontró con otra hermosa omega que le sonrió también.

-Tú eres Mix Sahaphap, ¿verdad?

-Si-asintió este tímidamente impresionado por el lujo de su alrededor.

-Bien pues sígueme, ya el aspirante anterior a ti ha salido.

Los dos omegas caminaron por un estrecho pasillo y llegaron a una gran puerta en la que había una placa que ponía en letras doradas, «Subdirector General»

La secretaria entonces tocó a la puerta y un rotundo y sonoro «pase» se oyó tras ésta, así que la omega la abrió y dio paso a este, el cual entró tímidamente.

-Gra-Gracias.

Todo era impresionantemente bonito allí dentro, por lo que el omega soltó un «wow...vaya» muy revelador e incontrolado, mientras que caminaba hacía el interior del despacho, donde tras una gran mesa había una silla girada.

-¿Se-Señor Pirapat?-habló aturdido por el olor.

La silla se giró rápidamente y un más que sorprendido Earth, lo miró.

-Pe-Pero... ¿Q-Qué coño haces tú a-aquí?

 ¿Q-Qué coño haces tú a-aquí?

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3. No fue mi intención amarte -Omegaverse- EarthMix TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora