Mix Sahaphap es un dulce y hermoso omega de veinte años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. A pesar de que ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o bet...
-Si pero seguro que es algo que comí, ya no te preocupes más-respondió el omega saliendo del baño.
-¿Cómo no voy a preocuparme, Mix?, Desde hace una semana te ves muy demacrado y has perdido peso, además ni que decir tiene que te pasas el tiempo vomitando y vas mareandote en cada esquina... Cielo, por favor, déjame revisarte. Vamos a la clínica.
-No, de verdad que no hace falta-El omega chasqueó la lengua en desaprobación una vez más y luego dejó un beso en la mejilla del alfa-Ves, ya se me ha pasado.
-Amor, no me hagas obligarte.
-No te enfades o te saldrán arruguitas en la frente... Tranquilo no será nada- le susurró finalmente este con picardía.
First lo miró y resopló pues realmente estaba preocupado por su omega pues no solo eran en lo físico, desde que había regresado de Bangkok, este parecía no ser el mismo, por lo que intuía que podría estar ocultándole algo.
-Prometeme que hoy irás sin falta al hospital entonces-insistió el alfa mirándolo fijamente.
-Está bien, iré- bufó Mix pues empezó a notar su amargo olor a molestia.
-Bien, así me gusta-sentenció este-... Ahora debo irme al trabajo, te llamaré en cuanto tenga un hueco.
El omega asintió de nuevo.
-Hasta entonces, cariño
-Hasta la vuelta
Tan pronto el alfa salió por la puerta de la casa donde ambos convivían, Mix corrió al baño de nuevo y sacó de su bolsillo una prueba de embarazo, la cual se había comprado en la farmacia la tarde anterior.
-Oh Dios, por favor... por favor... No permitas que sea positivo...que tan solo tenga un virus estomacal- susurró este apretando la caja entre sus manos.
Tras echar el «chorrito» en el test y tras cruzar los dedos bastante angustiado, este se sentó en el váter para esperar el tiempo necesario que venía especificado en el prospecto y entonces salir de dudas de una vez por todas.
Finalmente ese momento llegó y con las manos temblorosas de la preocupación y el miedo, sacó la tapa para ver el resultado.
-No, mierda....es positivo, ¿Qué voy ha hacer?, ¡eres un maldito idiota!-se regañó a sí mismo.
Durante hora y media lloró sin soltar el test de su mano, no podía creerlo, se había quedado embarazado y no estaba seguro de quién.
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A pesar de que Earth le había dicho que era esteril, no le había creído del todo y por eso en cuanto había llegado al hotel de había un tomado los supresores.
Desde entonces había seguido su vida como si nada hubiera pasado, incluso su sexualidad con su prometido, confiando en las pastillas pero al parecer no había funcionado.
-¿Qué voy a hacer si este hijo resulta ser de él?...¡oh Dios mío!, First seguro que me dejará si no tengo un bebé suyo.
Estaba realmente desesperado pues había tenido relaciones con los dos alfas en días muy seguidos, por lo que las posibilidades de la paternidad de los alfas sobre lo que venía, estaba al 50%.
Horas después, cuando su prometido lo llamó por teléfono, el omega estaba saliendo de la clínica a la que finalmente había acudido tras reaccionar y salir a la calle.
El doctor había corroborado su embarazo y era de unas cuatro semanas, por ello le exigió dejar los supresores hasta dar a luz, sorprendido de que el embarazo lograse seguir adelante a pesar de haberlo seguido tomando.
Con el papel en su mano, con todas las indicaciones escritas que le había dado el medico para que su gestación llegase a un buen término, este se fue.
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Estaba por subirse al taxi cuando First llamó a su móvil y temblando suspiró con resignación pues debía revelarle al alfa en ese momento los resultados.
No podría ocultarlo por mucho tiempo, así que en definitiva respiró hondo, se armó de valor y descolgó.
...-Amor, ¿qué te dijo el doctor?-Escuchó-¿Qué tienes?
First que estaba sentado en el escritorio de su consulta se quedó tan blanco de la impresión tras escuchar la noticia, que incluso su ayudante se preocupó al verlo pues temía que éste se desmayase en cualquier momento.
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-Doctor, ¿Está usted bien?...doctor... doctor
Con rapidez la beta, se levantó de la silla, cogió uno de los dosieres de encima de la mesa de su jefe y lo sacudió enérgicamente de arriba abajo, enfocándolo hacia éste para evitar así que no le faltase el aire.
-Doctor, ¿Qué le ocurre?
Sin obtener respuesta, esta corrió a toda prisa hasta el dispensador de agua que estaba en el recibidor y cogió un vaso de agua para que este se la tomase y reaccionase al fin.
Recuperándose ya de la impresión, el doctor volvió a hablar al afligido omega, el cual se había mantenido a la espera, con sus ojos y sus mejillas empapados por las múltiples lágrimas que brotaban sin cesar de sus ojos.
-La ve-verdad es que e-esto es bastante inesperado, mi amor... creí que estabas tomando supresores pero bueno puede ocurrir que fallasen...emm y-yo pre-prefería que ya estuviésemos casados para luego planteamos el ser pa-padres pero bueno... emm, es una buena noticia-dijo el alfa intentado recuperarse de la impresión- ...al menos sabemos que tu malestar no es nada grave.
-¿Es-Estás molesto?
-No, tranquilo. Solo no me lo esperaba pero ahora ya está aquí. Saldremos adelante.
