Mix Sahaphap es un dulce y hermoso omega de veinte años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. A pesar de que ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o bet...
Earth se levantó de la cama en la que no había parado de dar vueltas y en la que se había acostado tras trasnochar una vez más.
Imágenes sin sentido para él, había azotado su desmemoriada mente y lo habían perturbado, evitando que conciliase el sueño.
La morena omega yacía inconsciente al otro lado de la cama como si nada, entonces este la miró durante un instante y luego salió de la habitación para dirigirse al baño.
Tras darse una ducha, se puso una toalla en la cintura, se secó el pelo y a continuación se quedó mirando en el espejo durante un buen rato.
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-¿Quién eres Earth Pirapat?, ¿Qué haces aquí?, ¿En verdad esta es tu vida?-preguntó con pesar viendo su rostro-¿En verdad ella es a quién amas?
Luego de resoplar resignado y de vestirse, este fue a la cocina donde la beta cocinera que estaba allí, lo miró con lastima pues tras abrir la nevera y agarrar una cerveza, se sentó en una de las sillas.
-¿Qué?, ¿acaso tienes algo que decirme?-preguntó malhumorado al sentir la mirada de esta.
Anong suspiró con pesar mientras se le acercó, aún a riesgo de perder su empleo.
-¿No cree que ya ha bebido suficiente, señor?, Eso es malo para su salud.
El alfa la fulminó con la mirada y rápidamente le gruñó.
-Tú tan solo ocúpate de la comida y déjame tranquilo.
La cocinera hizo caso omiso y volvió a intentar persuadirlo de su autodestrucción.
-¿Por qué sigue con esto, señor?, Yo sé que usted está sufriendo y aunque no me crea me duele, usted no se merce esto... De verdad, no quiero que ella vuelva a dejarle tirado de nuevo.
El moreno alfa se levantó de la silla y la miró confuso.
-¿Cómo que volver a dejarme tirado?, ¿qué quieres decir con eso, cocinera?
La beta entonces se dio cuenta de que había metido la pata hablando de más y asustada intentó irse de allí pero Earth la sujetó del brazo con fuerza.
-Habla ahora mismo, cuéntame lo que sepas—le exigió molesto.
La regordeta cocinera tragó duro y finalmente asintió pues temía por su bienestar.
-Señor...usted ya no vivía aquí tras morir el padre de la señora Jan...ella lo echó, ustedes estaban divorciados.
-¿Qué?, ¿Divorciados?... pe-pero entonces, ¿por qué ella ha actuado todo este tiempo como si siguiésemos casados?
La cocinara se encogió de hombros y aunque intuía la respuesta pensó que mejor sería callarsela para no complicar más las cosas.
—No recuerdo nada de eso. No sé lo que hacía antes de tener ese maldito accidente—Se lamentó el alfa—está todo muy confuso en mi cabeza.
-Me da pena lo que está pasando y con usted, siempre fue amable con nosotros.
Él moreno alfa negó incrédulo.
-Señor, hasta donde yo sé, usted amaba a otro omega.
-¿Un omega?- rió separándose- ...pero, ¿Qué demonios estás diciendo?, eso es imposible, a mí me gustan las omegas lindas.
Esta chasqueó la lengua.
-Usted una vez me confesó que este era muy hermoso, que tenía la piel tan suave como una omega hembra. Incluso dijo que era como un ángel, un ser tan precioso que llamaban la atención de cualquiera—susurró la beta sonriendo.
-¿Un omega dices?-preguntó este asombrado, mientras intentaba hacer un esfuerzo por acordarse.
-Si, señor
El alfa negó mientras comenzó a pasearse por la cocina.
-No puedo creerlo pe-pero es extraño...hoy he olido una fragancia en la calle y me ha resultado muy familiar... Luego he llegado a casa y no he podido descansar porque varias imágenes han venido a mi mente, precisamente, una de ellas eran un omega que me miraban fijamente.
-Señor, escucheme... váyase cuanto antes de aquí—le advirtió esta—...Yo quiero mucho a mi niña pero esto no está bien... Ella tan solo lo quiere para no estar sola y seguir con esa vida llena de frivolidades. En cuanto se canse nuevamente de usted, volverá a echarle como a un juguete usado. Busque a ese omega, quizás aún no sea tarde.
Earth devastado se sentó en la silla de nuevo, la verdad era que no recordaba lo sucedido pero si sabía que algo había cambiado pues tras salir del hospital, luego de semanas en él, había regresado con la omega, aunque no habían tenido intimidad pues su cuerpo no había respondido ante la desnudez de esta.
Realmente había accedido a volver con ella pues pensaba que seguían casados, ya que era el último momento vivido que recordaba.
La cocinera no estaba desencaminada pues Jan lo había regresado a la mansión, aburrida de sus amantes, haciendo como si nada hubiera ocurrido.
Earth se bebió un largo trago de su cerveza, confuso y molesto por haber vivido en esa mentira durante semanas, hasta que de repente unas manos lo agarraron por la espalda y se entrelazaron en su cintura.
-Amor, ¿Qué haces aquí tan solito?... anda, volvamos a la cama-le susurró la omega con voz melosa.
Rápidamente el alfa negó.
-No tengo sueño, quiero hablar sobre nosotros.
Jan resopló molesta.
-¿Por qué tenemos que hablar ahora?, ¿Acaso no estás feliz?, esta es la vida que siempre deseamos.
El moreno negó con la cabeza de nuevo.
-No, ya no estoy seguro que esto sea lo que deseo. Sé que tiene que haber algo más.
La omega lo miró fijamente, entonces le arrebató la cerveza de la mano y sonriendo bebió un trago.
-No me lo digas, ¿Ya has recordado tu patética vida de delincuente y pobretón gay?
-¿Cómo?-preguntó este frunciendo el ceño
-¿Has recordado a ese tal Mix?, ¿No es así? -preguntó esta con hastío.
-¿Mi-Mix?
Tras escuchar esas duras palabras y ese nombre, el alfa sintió un fuerte dolor de cabeza.
—Oh joder...aaah...oh mierda, duele...
Tras unos minutos de intensos calambres en las sienes, mientras docenas de imágenes azotaron su mente, finalmente el alfa levantó la vista y volvió a mirar a la omega.
