9.- Perreolandia vol1

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Doyoung iba manejando hacia él edifico de Johnny para la fiesta del aniversario, al principio había quedado sorprendido por la decisión que había tomado de hacer una fiesta, pero recordó que su amigo era un poco... raro. 

—¿Falta mucho?- Preguntó Jeno. Estaba sentado en la parte de atrás del carro.

—Doyoung ve más rápido o me duermo.- Dijo Renjun. El pequeño demonio, según Doyoung, siempre era la cola de Jeno para estos eventos. No fue al funeral del señor Seo solo porque Doyoung se rehusó a recogerlo, cosa que ahora no pudo hacer porque el chiquito paraba todo el día en su casa. - Fast Fast.

— Si voy más rápido chocaremos y nada asegura que lleguemos al evento.

—Chocar suena más divertido que el evento - Dijo Renjun. - Choca.

—Choca... choca

—Choca... choca

—Cállense o tiro a Renjun en el primer paradero.

—No lo harías.

—Rétame

—Qué aburrido- Dijo Jeno- Sonríe Renjun.

Jeno le tomo una foto a Renjun con filtro de gatito. Se estaba riendo mucho, cosa que no pasó desapercibido, entonces Renjun se abalanzó a él para quitarle el celular, pero Jeno ya había subido la foto.

—Eres un maldito psicópata.

—Te veías muy tierno~

—Cierra el hocico.

—Ciérramelo.

Doyoung se estacionó frente al edificio y volteo, por lo que acababa de decir su hermanito.

—No se atrevan a besarse en mi carro, pequeños hormonales.

—Iug no- Dijo Renjun golpeando la cara de Jeno sin razón alguna - Solo le iba a tirar un putazo. Eso es muy gay de tu parte, Doyoung.

—Si qué asco, es un pequeño gatito con novio.

—Deja de decirme gato putamadre. Y yo no tengo novio, soy un hombre libre.

—Si gatito, lo que tú digas.

Renjun se tiró sobre Jeno y empezó a golpearlo. Doyoung veía todo desde su asiento tratando de separarlos y dando sonrisas incómodas porque sentía la mirada de la gente de la calle.

—¡YA! ¡Los dos se bajan del auto o los dejo encerrados en la maletera hasta mañana!

—Eso sería más divertido que-

—¡Bajen carajo!

Los dos bajaron asustados y se arreglaron la ropa. Doyoung los había obligado a venir formales.

Entraron detrás de Doyoung, todo estaba muy decorado para la poca gente que había.

—Aquí solo hay viejitos jugando bingo.

Doyoung los chitó y se dirigió hacia Johnny, que estaba al lado de la mesa de comidas comiendo disimuladamente las empanaditas.

—¡Hola! - Dijo Johnny- Vinieron, genial. Tomen su rifa.

—Gracias, ¿Cómo va todo?

Vieron a su alrededor y no había nadie más que los ancianos en la zona de bingo.

—Bien, todo excelente.

—No hay ni un alma acá. Los viejos no cuenta, prácticamente a ellos le queda la mitad. - Dijo Renjun cogiendo un chocolate.

—Hey, hace tiempo no los veo por acá chiquitines. Conozco a unos chicos que se ven de su edad, podrían ser amiguitos para que no se aburran, yo me tengo que llevar a Doyoung a otro lugar.

Edificio Seo- NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora