Ese día Caroline salió de su apartamento corriendo como de costumbre, ya que llegaba tarde a trabajar, no era muy buena en eso de ser puntual, rara vez lo lograba, por lo general llegaba 5 o 10 minutos tarde a su trabajo, esta no sería la excepción ya que su autobús de las 5:10 había pasado enfrente de ella sin que pudiera hacer mucho *suspiró* ahora tendría que esperar al de las 5:20 lo cual significaría llegar 10 minutos tarde a su labor; sus compañeros que ya la conocían, eran benevolentes con ella y no se estresaban demasiado, era una compañera confiable aunque no llegara a tiempo, siempre podían contar con que llegaría y además se quedaría más tiempo en el cierre.
Sentada en el autobús pensaba en lo rutinaria y monótona que se estaba convirtiendo su vida, así que sacó sus earpods y decidió escuchar algo de música para ahuyentar sus pensamientos un poco, era algo deprimente, aún le quedaban 50 minutos de viaje antes de llegar a su destino, pasó una y otra vez por su lista de reproducción y decidió que nada de lo que había allí encajaba con su estado de ánimo ese día, así que buscó en la radio y pronto encontró algo que llamó su atención, no reconocía quien cantaba pero su ritmo le gustaba, era una canción de K-pop que estaba de moda por esos días, no era muy experta en ello así que solo disfruto del ritmo sin preocuparse más.
Sin darse cuenta ya estaba en su trabajo, hoy sería un día especialmente concurrido; a pesar de ser jueves habían programadas 2 despedidas de soltero, cosa que era más habitual para viernes y sábado, quizá los clientes querían un poco más de ¨privacidad¨ pensó, así que puso su mejor sonrisa y entró al club saludando desde el tipo alto y fornido de seguridad hasta sus compañeros que ya habían empezado a limpiar mesas y tubos, en los camerinos las bailarinas organizaban sus diminutos atuendos para los shows de hoy, varios tocadores y espejos con luces llenaban la habitación, su relación con ellas no era ni buena ni mala, simplemente tenían enfoques diferentes en la vida así que no prestó mucha atención y siguió su camino a los cambiadores para ponerse su uniforme, que normalmente hubiera consistido en pantalón negro, camisa blanca manga larga y una delgada pero elegante corbata negra para rematar, pero trabajaba en un stripclub y se veía obligada a usar algo un poco más ¨sugestivo¨ en su lugar usaba una mini falda negra, una camisa blanca de seda cuello tortuga sin mangas y su corbata negra. Le parecía estar escuchando a Joe el gerente del club diciéndole: Mi niña aquí lo que vende es la piel, lo demás sale sobrando, los hombres no vienen aquí solo a ver caras bonitas, quieren un paquete completo *guiña el ojo* Rodó los ojos de solo pensar en eso, pero él tenía razón.
Cuando empezó a trabajar allí lo hizo pensando que solo estaría un par de meses mientras que conseguía algo en otro lugar, al inicio era solo una mesera más, odiaba eso ya que muchos clientes ¨manilargos¨ a veces se querían pasar de listos o bien coqueteaban con ella o directamente ponían billetes en su minifalda haciendo comentarios obscenos, era una tortura, pero para su sorpresa descubrió que tenía muy buenas habilidades en la barra así que el bartender le enseñó su arte en sus ratos libres y ella investigó otro tanto por su cuenta, convirtiéndose en una de las mejores. De eso ya habían pasado 3 años, quién lo diría, la chica que solo estaría allí un par de meses ya llevaba años.
Movió la cabeza regresando a la realidad y se dirigió a la barra junto a su compañero y maestro Frank, quien organizaba sus cocteleras y mezcladores mientras charlaba alegremente con un par de chicas.
-F: ¡Hola Caro! Hoy casi llegas puntual jaja ¿todo bien?
-C: Ja ja, que chistosito estas hoy, me pasó el autobús por las narices y tuve que esperar el siguiente *sonríe levemente* Estoy segura que mañana lo lograré ya verás, es mi mayor propósito en la vida *ríe*.
Siguieron su charla alegremente con las demás chicas mientras preparaban todo para abrir el club, solo faltaban 30 minutos y aquellas hermosas mujeres ya estaban listas con sus diminutas faldas y sus grandes escotes, que harían felices a más de uno. Todas le parecían salidas de la revista Vogue y a diferencia de ella, sí que disfrutaban mostrar y claro eso les dejaba muchas más propinas.
Caroline nunca se sintió inferior a nadie, pero ciertamente no se consideraba tan hermosa como lo eran la mayoría de las meseras y sobre todo las strippers, quienes estaban en el escenario ensayando sus rutinas. Aunque Joe siempre quiso tenerla frente a los tubos eso no era lo suyo en lo absoluto.
-F: ¡Oye! Tierra llamando a la luna, cambio. Estás muy distraída hoy, ¿qué pasa?
-C: Nada nada disculpa, solo estaba pensando en algo, pero no importa.
-F: Coco no vino a trabajar porque amaneció con gastroenteritis y Lorna sigue de vacaciones, así que tenemos que estar muy atentos por si se llena demasiado hoy, ¿ok?
-C: Cuenta conmigo, nada puede malir sal *bromeó*.
La noche transcurría sin novedad, el club se estaba llenando y los alegres solteros en sus despedidas disfrutaban del espectáculo de las chicas en sus diminutos disfraces; en un momento se veían como muñecas sacadas de una juguetería, al otro como unas diablillas que podrían acabar con el mismísimo infierno y después podía verlas como los ángeles más puros del cielo, era divertido hasta cierta parte, además bailaban de una manera magistral.
Tuvo que salir de su confortable barra para ayudar a las meseras un rato, ya que el sitio estaba lleno y faltaban 2 de ellas, mientras su compañero preparaba deliciosos cócteles en medio de un show que nadie miraba a excepción de quienes estaban en la barra bebiendo. Todo cambió cuando dirigió su mirada a una de las mesas más apartadas del escenario, esas que a pocos clientes les gustaba ya que no se veía tan bien desde ahí, lo vio sentarse, aquel hombre guapo llamó su atención, inesperadamente y por alguna extraña razón que aún no comprendía se quedó mirándolo fijamente, hasta que él hizo lo mismo con ella.
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AMOR NOCTURNO
RomanceLa gente se pregunta todo el tiempo si lo sobrenatural existe, si somos los únicos seres pensantes en el universo... y que tal si te enamoras de alguien que es tan diferente hasta en su misma especie... ¿Acaso puede ganar el amor a pesar de todas l...