Había pasado cerca de una semana, era la primera vez desde que estaban juntos que no se veían en tanto tiempo, Caroline no contestaba sus llamadas ni sus mensajes y se había excusado en el trabajo para no ir, tal vez tenía miedo que la buscara en el club; aunque después de empezar a salir con ella había alquilado un apartamento 2 pisos abajo del suyo, obviamente ella no lo sabía, así que se había trasladado allí esos días para estar al pendiente de sus reacciones.
La casa la dejó vacía y borró toda evidencia de su presencia allá por si acaso, quería confiar en ella pero era la primera vez que alguien descubría su oscuro secreto y no podía exponerse a que más personas lo hicieran, en parte también por eso se mudó a su mismo edificio, así podría saber si hablaba con alguien de ese asunto, tristemente en estos momentos debía espiarla.
En esos días ella no habló con nadie, al menos no telefónicamente, pero no podía estar seguro de lo que escribía, ella era más de textos que de llamadas, la escuchaba moverse de un lado al otro limpiando, cocinando, viendo TV o a veces llorando, aunque la manera en que ellos percibían los sentimientos era más fría que la de un humano normal, le dolía escucharla llorar porque sabía que él era el culpable de eso; nunca debió dejar que las cosas entre ellos avanzaran como lo hicieron.
Era momento de marcharse. Debía preparar todo para irse lejos y desaparecer de su vida, pero había algo que lo tenía muy intranquilo, días atrás había sentido que los observaban pero no detectó a nadie sospechoso, aun así, confiaba en su instinto y le preocupaba dejarla sola sin saber que otro peligro podía correr, sin importar lo que pasara con su relación, sus sentimientos por ella no habían cambiado, mientras se debatía entre lo correcto y lo que en verdad quería hacer escuchó cómo sonaba su celular así que puso especial atención a lo que estaba por hablar.
Eran sus mejores amigas quienes habían llamado, todas hablaban al tiempo y la llenaban de preguntas.
K: ¿Qué te pasa?
A: Desde la boda no contestas en el grupo
C: Tiene que pasar algo? Solo he estado ocupada.
K: No mientas.
A: Tú voz te delata.
K: Ya habla ¿te peleaste con William?
A: Pueden ser cosas del trabajo Kade.
K: Cuando has visto que nos deje de hablar por su trabajo, esto es otra cosa.
C: Chicas ya paren, no quiero hablar del tema.
K: Si no lo haces iremos hasta tu casa o tu trabajo y tendrás que hablar.
A: Sii
K: Ya está más que claro que tiene que ver con el guapote de William.
C: Ok. Ok. Nos peleamos. ¿Contentas?
K y A: ¿Por qué?
C: Ya les dije que no quiero hablar del tema.
A: Tenemos que vernos.
C: No quiero ver a nadie ahora.
K: Cariño, somos tus mejores amigas sabes qué puedes contarnos lo que sea, siempre ha sido así.
A: Si lo sabe una lo saben todas, recuerdas?
C: ....
K: ¿Te hizo algo?
A: No me digas que tiene otra mujer?
K: Caro, sigues ahí?
C: Sigo aquí, pero no es nada de lo que están pensando.
K: ¿Desde cuándo sabes lo que estamos pensando?
C: Porque las conozco, simplemente nos peleamos y ya.
A: Si fuera una simple pelea no estarías así, se te nota en la voz.
K: ¿Qué te hizo el estúpido ese? Es que si lo veo te juro que....
A: ¿Te pegó o algo así?
K: Si es así puedes decirnos, podemos denunciarlo o pedirle al esposo de Annie que lo mande golpear!
A: Oye!! ¿Por qué mi esposo? Nosotras mismas podemos contratar quien lo haga, no lo metas a él en este asunto.
C: Ya, enserio paren, no es nada de eso.
K: ¿Viste lo musculoso que es? Tendríamos que contratar a varios para ese trabajo.
C: Kade Basta!
C: No quiero hablar de lo que pasó, no tiene otra mujer o al menos no que yo sepa y tampoco me golpeó, simplemente hay cosas.... cosas que son difíciles de explicar pero no puedo hacerlo ahora sí, denme espacio, me siento mal pero ahora mismo quiero estar sola.
Podía escuchar como lloraba mientras hablaba con sus amigas, pero no les había contado nada sobre lo que había sucedido, era buen indicio ya que eran como libros abiertos entre ellas. Moría de ganas por subir esos 2 pisos, abrazarla, besarla y decirle que todo estaría bien, pero lo más probable es que se asustaría al verlo, más aún sabiendo que la vigilaba de cerca, lo mejor era mantener la distancia.
K: Sabes que estamos aquí para ti siempre verdad?
A: Te amamos y si alguien te lastima se ganó 2 enemigas mortales.
C: Yo también las amo chicas, gracias por estar siempre para mí.
Esa conversación le dejó claro que ella no revelaría su secreto, si no lo hacía con sus mejores amigas no lo haría con nadie.
Dos días después ellas fueron a su casa a verla, estuvieron hablando largamente, pero lo único que les dijo era que habían tenido una pelea por algo de su pasado que había descubierto y que estaba muy confundida, que no sabía cómo actuar ante eso. Obviamente ellas querían saber qué era eso que descubrió pero Caroline se negó a decirlo, eso le daba algo de tranquilidad; aun así, era mucho pedir que ella lo aceptara sabiendo quien era en realidad.
Todo lo sucedido lo llevaba a la conclusión que sería mejor alejarse de ella, no era fácil para una persona normal digerir el hecho de encontrarse con un vampiro real, para el mundo ellos eran un mito, una historia de terror que se le cuenta a los niños pequeños para que no hagan travesuras; eran tan diferentes, el cazador y la presa, era una brecha difícil de acortar.
Finalmente decidió arreglar todos sus asuntos para así poder viajar a otro país, ella seguía sin contestar, lo más probable es que ya no quisiera volver a saber de él nunca más, entonces cambió el chip de su teléfono y eliminó por completo el último rastro que quedaba de él en ese lugar.
Esa tarde Caroline salió de su apartamento, aún había sol así que no pudo seguirla, lo más seguro es que iba rumbo a su trabajo ya que no había ido en varios días, lo único que podía hacer era esperar el anochecer e ir luego al club, quería verla una última vez...
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AMOR NOCTURNO
RomanceLa gente se pregunta todo el tiempo si lo sobrenatural existe, si somos los únicos seres pensantes en el universo... y que tal si te enamoras de alguien que es tan diferente hasta en su misma especie... ¿Acaso puede ganar el amor a pesar de todas l...