Los días pasaron con lentitud, la búsqueda de Kiran hasta el momento había sido infructuosa, parecía como si se lo hubiera tragado la tierra, porque no había un solo el rastro de él, ahora tendría que recurrir a contactos en el bajo mundo, esos a los que solo acudes en emergencias cómo esta.
El tema de la conversión no se había vuelto a tocar, pero si había algo que William tenía claro eran dos cosas; la primera era que estaba enamorado y haría todo para protegerla y la segunda era qué mataría a su hermano en cuánto lo encontraran, después de cientos de años de hacer su vida imposible, Kiran había traspasado una línea impensable y esta vez no sería perdonado tan fácilmente.
Habían pasado 3 semanas desde el atentado y a pesar de todo eso, ellos estaban viviendo su amor plenamente, gracias a sus conocimientos médicos William no había necesitado contratar enfermeras para cuidar a Caroline en casa, él mismo se encargaba de esa tarea y dada su naturaleza vampírica lo podía hacer día y noche sin problema, su casa ahora había cambiado visiblemente, lo que antes era solo silencio y oscuridad, ahora se había convertido en luz y alegría, Caroline era realmente maravillosa, pasaban los días con algún juego de mesa, viendo películas o simplemente hablando de todas sus experiencias a lo largo de los siglos, habían innumerables historias para contar, desde la desaparición de su país natal Polonia a manos de sus vecinos, como la posterior recuperación del territorio y muchos más cambios a través de los años y las guerras, pasando por la revolución francesa, la victoria de Napoleón en Marengo, la invención del avión y su primer vuelo, los años hippies, la revolución tecnológica en el último siglo y un sin fin de etcéteras... No había tema que él no dominara, así que las conversaciones podían ser casi eternas, sólo interrumpidas por el cansancio, el hambre de Caroline o las visitas de sus amigas o su familia.
Esto último ya era bastante habitual, cada día su abuela o su papá iban a verla y ayudaban un tanto en su cuidado, debido a esto ahora la nevera permanecía llena de todo tipo de alimentos, no solo para Caroline sino también para las visitas, William habían tenido que fingir en varias ocasiones que comía como cualquier otro ser humano aunque esto le provocara ciertas molestias estomacales; la abuela... bueno, ella era algo intensa cuando a comida se refería y no aceptaba un no como respuesta a la hora de comer, cosa que divertía mucho a Caroline pero no tanto a William.
Finalmente llegó el día de la tan esperada conversación que había sido pospuesta por varias semanas por ambos, en medio de una conversación habitual donde le contaba cómo en 1955 asistió a la inauguración de Disneyland en los Ángeles, ella le preguntó una vez más por su edad, al escuchar tantas historias que habían tenido lugar en fechas tan diferentes, era inevitable no cuestionar aquel detalle. Aunque era algo tonto, William nunca había querido revelarle su verdadera edad a Caroline, pero era algo que no podía ocultar para siempre y que fácilmente podía calcularlo ella misma con los hechos históricos que él le había relatado anteriormente, pero ¿Cómo reaccionaria al confirmarle que había nacido en el siglo XVI y que al día de hoy estaba próximo a cumplir 434 años de vida? Una cosa era saber que era un vampiro y otra saber cuán viejo era. Si los vampiros pudieran sonrojarse por la vergüenza seguro este sería su momento.
Después de dilatar ese momento en diferentes ocasiones era hora de hablar seriamente de su situación actual y su futuro, así que se acomodó frente a ella mirándola tan fijamente que cualquiera quedaría petrificado ante la intensidad de esos ojos grises.
W: Nací en 1589, mi madre murió al darnos a luz a Kiran y a mi, nuestro padre se encargó sólo de cuidarnos a nosotros; jamás se volvió a casar, aun después de haber vivido más de 500 años él jamás miró a nadie más, yo cumpliré pronto 434 años. Creo que es la primera vez que lo digo en voz alta y suena extraño, he vivido en incontables lugares, quizá por la curiosidad en parte, pero también porque quería estar lo más lejos posible de mi hermano, nuestra relación nunca fue la mejor y después de ser convertidos a los 31 años las cosas empeoraron, sus instintos primitivos tomaron un lugar aún más relevante en su personalidad.
C: ¿Por qué los convirtió su padre?
W: Supongo que tuvo miedo de que muriéramos, en aquel entonces habían guerras territoriales cada tanto o alguna peste que arrasaba con miles de personas en cuestión de días, no sé quién lo convirtió a él o cómo fue que llegó a esa situación pero al final, él terminó haciendo lo mismo con nosotros.
Un vampiro es realmente difícil de matar si solo lo intenta una persona, las míticas historias que se leen en los libros o se ve en la televisión si bien tienen algo de verdad en ellas no son acertadas en cuanto a la forma de matarnos.
Podrías clavar una estaca de madera en el corazón o al menos intentarlo y no moriría, primero porque nuestro corazón no late y por eso mismo necesitamos beber la sangre ya que no nos bombea por el cuerpo y segundo porque nuestra piel es bastante más dura que la de una persona normal, el sol no nos derrite o hace cenizas, nos quema cuando estamos prolongadamente expuestos, pero nos regeneramos una y otra vez, en teoría cuando el sol está tenue podemos estar fuera algunos minutos pero eso sería arriesgado, aún así no moriríamos.
Sólo hay 1 forma infalible de matar a un vampiro y es decapitándolo, podrías arrancar sus colmillos, que paradójicamente es la única parte de nuestro cuerpo que no se regenera nunca, pero no los necesitamos para beber solo para incapacitar a nuestras víctimas, ambas cosas son difíciles de conseguir dada nuestra fuerza, velocidad y resistencia, a principios del siglo XVII hubo algunos cazadores de vampiros y puede que hasta la fecha aún existan por ahí, pero no gozaban de una vida muy larga gracias al peligro de su trabajo.
C: ¿ Y, para convertir a alguien no necesitan de colmillos?
W: No necesariamente, como dije es más para doblegar a la persona de la cual uno se alimenta, por la sustancia sedante que segregan, la conversión se da al contrario de lo que todos piensan, primero se drena casi por completo la sangre a la persona, llevándola al filo de la muerte y luego abrimos nuestras venas y hacemos que beban nuestra sangre para reemplazar por completo la que perdieron al ser drenados, ese proceso es algo doloroso y no todos resisten hasta el final, por eso en general la apariencia de los vampiros es de mediana edad, somos convertidos en nuestra etapa más fuerte para así asegurar casi un 100% de éxito en el proceso, claro que hay excepciones, como mi padre que fue convertido a los 60 años, hay algunos más así.
Sabiendo ahora todo lo que te acabo contar ¿Sigues dispuesta a ser convertida?
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AMOR NOCTURNO
RomanceLa gente se pregunta todo el tiempo si lo sobrenatural existe, si somos los únicos seres pensantes en el universo... y que tal si te enamoras de alguien que es tan diferente hasta en su misma especie... ¿Acaso puede ganar el amor a pesar de todas l...