Caroline, que había quedado igualmente impresionada con William, anhelaba verlo aunque fuera una vez más, no había muchas probabilidades de que ello ocurriera pero soñar era gratis, al menos en el fondo de su corazón ella tenía una pequeña esperanza que así fuera.
El viernes era uno de los días que más se llenaba el club, estaban full pero ya tenían meseras de reemplazo así que ella estuvo sirviendo en la barra todo el tiempo, cosa que agradecía muchísimo al cielo. En ciertos momentos quiso salir a verificar si William había regresado esa noche, pero el volumen de pedidos era descomunal, un trago tras otro, un cóctel aquí y otro allá, botellas y más botellas de licor, estuvo todo el tiempo ocupada entre la barra y la bodega, cuando Frank no podía ir por más licor lo hacía ella, era increíble como bebía la gente ese día.
Estaba exhausta pero por fin encontró un pequeño instante para escapar y mirar las mesas del fondo, el lugar era bastante grande y desde ahí no se podía ver la entrada o viceversa, de inmediato pareció entristecer porque no estaba allí, esperaba encontrarlo en la misma mesa porque dijo que no le importaba el show, pero no estaba ni en esa ni en ninguna otra y lo mismo pasó el sábado y el domingo, trató de revisar esos días también, pero con tanto trabajo le era casi imposible zafarse para estar pendiente de las mesas de la entrada, se sentía patética por estar esperando a una persona que apenas había visto una vez y que ni siquiera había quedado en volver sino más bien lo contrario.
Los lunes y martes el club no habría a menos que se contratara algún servicio especial por parte de algún cliente adinerado, así que Caroline aprovechaba para descansar en casa, para salir de día y no dormir como lo hacía el resto de la semana, pasear, ir a cine o simplemente reunirse con sus mejores amigas a tomar un café o un helado, ese día era día de café con las chicas , ya que había estado lloviendo mucho y necesitaban calentarse un poco mientras se contaban los últimos chismes de su círculo social.
Sus dos mejores amigas Annie y Kade la esperaban en la misma cafetería de siempre, una vez al mes, pasara lo que pasara, se reunían allí y compartían, el tema del momento era la boda de Annie y por supuesto las damas de honor eran Caroline y Kade, toda la conversación se centraba en los preparativos del inminente suceso.
Reían y discutían de tonalidades, estilos para los vestidos, menú de la fiesta, lista de invitados e infinidad de cosas que había que tener en cuenta para un matrimonio y por supuesto y no menos importante, la despedida de soltera.
K: Definitivamente tenemos que hacerla en tu trabajo Caro; donde si no podríamos tener a hombres sexys y musculosos quitándose la ropa para nosotras *se muerde el labio*
C: Es un club femenino Kade, solo tenemos bailarinas *rueda los ojos*
K: Pero podrías pedirle a tu jefe que contrate chicos para ese día jajaja, es más podría convertirse en un club mixto, sería la bomba, dile que me contacte para darle más consejos de expansión para su negocio *ríe a carcajadas*
A: Eres un caso perdido Kade jajaja, pero no tiene que ser en ese club, me recomendaron uno buenísimo a las afueras de la ciudad, unas compañeras de la oficina fueron hace un mes y quedaron encantadas con los chicos.
C: O bien podríamos irnos a un spa todo el día y que nos consientan de pies a cabeza.
K: Eres una aguafiestas, nos arruinas la diversión *saca la lengua*
C: Es solo una sugerencia.
A: Cariño estás extraña, pareces algo apática hoy ¿pasó algo?
C: Mmm...
Caroline les platicó a sus amigas todo lo que había ocurrido el jueves con aquel cliente, no podía evitar demostrar cierta frustración mientras hablaba y ellas que la conocían mejor que nadie, se miraron y dieron su veredicto al unísono.
K y A: Te gustoooó, aaaaaaaahhh *gritan al mismo tiempo*
Cuando gritaron, algunos de los clientes de la cafetería voltearon hacia ellas mirándolas con curiosidad, Caroline de inmediato le puso la mano a cada una en la boca impidiéndoles gritar de nuevo.
C: Ya cállense, nos está mirando todo el mundo ¿Acaso no les da vergüenza?
K: Claramente no cariño.
A: Desconozco el significado de esa palabra *ríe alegremente*
Sentía que sus mejillas estallarían en ese instante, amaba a sus amigas pero en verdad había ocasiones en que quería matarlas por ser tan escandalosas; pero no podía negar que ese mismo entusiasmo, era de las cosas que más le gustaba de ellas, la contagiaban de alegría y las pocas veces que se veían siempre la pasaban bien, amaba a ese par de tontas escandalosas.
K: Bueno y el atractivo hombre ¿No te dijo nada o te pidió tu número como lo hacen todos los clientes?
A: No seas tonta Kade acaso ¿No escuchaste lo que acabó de decir? Solo pagó y se fue.
K: Quizás sea gay.
Kade habló sin pensar y sus 2 amigas quedaron atónitas al escuchar sus palabras. Annie se adelantó y le dio un golpe en la frente como reprimenda.
K: ¡¡Aucchhhssss!! Eso dolió
A: Te lo mereces por idiota, como vas a decir eso.
K: Ok lo siento, solo fue un pensamiento que se me salió *baja la cabeza*
Al finalizar la tarde Caroline terminó admitiéndose a ella misma y a sus amigas que aquel hombre le había gustado y mucho, por primera vez en dos años un hombre había captado su atención.
Tras aceptar sus sentimientos la invadió una sensación de tristeza que no podía evitar, sabía que no volvería a verlo, pensaba que solo se quedaría con el recuerdo de aquellas miradas fugaces que se habían dado aquella noche, su última relación no había sido particularmente buena, había estado con un hombre machista y celoso que no respetaba sus espacios, era asfixiante y como era de esperarse todo terminó muy mal.
Era inexplicable que tan solo verlo una vez William hubiera causado tal impacto en su vida, hasta el punto de opacar un día feliz como lo era el encuentro con sus amigas, se sentía como una niña pequeña que recién descubre su primer amor. Sus amigas que al principio la molestaban con el asunto, ahora al ver su expresión de tristeza se lo tomaron en serio y trataron de animarla. Viendo cómo se preocupaban por ella se sintió culpable de estar arruinando el momento, se suponía que iban a estar planeando la boda; increíblemente en dos meses Annie se casaría, quién lo diría, una mujer de espíritu libre como ella estaba a punto de atarse al sagrado vinculo del matrimonio.
El tiempo pasó volando y sin darse cuenta la tarde con sus amigas y sus dos días libres habían terminado, estaba de vuelta en su trabajo, quiso convencerse a sí misma que no tenía por qué estar triste; todos los días eran un buen día para empezar de nuevo, debía continuar con su vida. Los miércoles eran normalmente calmados, aunque contra todo pronóstico y contrario a lo que uno pensaría, siempre había hombres disfrutando del espectáculo, a pesar de ser mitad de semana, había quienes preferían ir en semana ya que encontraban mejores lugares y tenían más facilidad para interactuar con las chicas; algunas por no decir que todas, ofrecían ciertos servicios adicionales para los clientes que estuvieran dispuestos a pagar por ellas.
La noche transcurrió en total normalidad, antes de las 2am se encendieron las luces y se quitó la música, Caroline salió de la barra y se dirigió a las mesas de la entrada, aunque había tenido muchas oportunidades de hacerlo durante la noche, no quiso llevarse otra decepción mientras aún estaba desempeñando su trabajo, prefirió hacerlo al finalizar su turno aunque sin muchas expectativas.
Para su sorpresa allí estaba él; sentado en la misma mesa, sus ojos se encontraron y su mirada se iluminó, como si fuera lo más hermoso que jamás hubiera visto en su vida. Ahora que lo tenía enfrente no sabía qué decir ¿Qué se supone que debería hacer ahora?
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AMOR NOCTURNO
RomanceLa gente se pregunta todo el tiempo si lo sobrenatural existe, si somos los únicos seres pensantes en el universo... y que tal si te enamoras de alguien que es tan diferente hasta en su misma especie... ¿Acaso puede ganar el amor a pesar de todas l...