39."En renglones torcidos"

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Antes de leer:


Por primera vez después de mucho tiempo pude vencer mi bloqueo de escritor. Simplemente gracias por la paciencia.

Disfruta la lectura.

Alex
•~•~•[•••]~•~•

—Alexandre Hilton, tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga podrá ser usado en su contra. Tiene derecho a un abogado, si no puede costearlo el gobierno le asignará uno de oficio.

Todo puede cambiar en cuestiones de segundos.

La delgada línea entre el bien y el mal puede quebrantarse en cualquier momento, sin importar nada, ni nadie. Por más que intentes luchar contra tu destino, solo recibirás golpes y magulladuras, pues nada puede cambiar lo que ya está escrito. 

—¿Bajo qué cargos?

—Eres el principal sospechoso del intento de homicidio contra Derek Harrignton.

¿Asesino? Tal palabra no era posible en mi concepto de vida.

—Entra. —El oficial me señaló una celda, de ella emanaba un fuerte olor a humedad.

—¿Cómo está Derek?

—¿Ahora te preocupas por él? —cuestionó encarando una ceja—. No pensabas lo mismo cuando lo lanzaste desde esa altura.

—Yo no hice nada, jamás lo lanzaría.

—Explícale eso al juez del caso.

Cerró la reja con un estruendo notable. En mente solo se proyectaba una imagine, Derek cayendo al vacío, la imagen de sus ojos antes de desvanecerse, la mirada de Nerea. Sus facciones contrariadas por el hecho. Vi miedo en sus pupilas, terror por lo que creía que había sucedido.

—¡¿Acaso no sabes quién soy?! —gritó una voz conocida—. ¡Soy Abraham Hilton, apártate de mi camino!

Mi padre había hecho acto de presencia en el lugar. Su talante rudo y temible atemorizaba a más de uno. Se acercó rápidamente, seguido por uno de los guardias. 

—Señor Hilton, ya le expliqué que su hijo está detenido, no puede abandonar el lugar.

—¡Abre la maldita reja si no quieres ser tú el que pase la noche ahí adentro!

El guardia sabía a qué se enfrentaba, no podía retenerme sin las pruebas suficientes. Resopló con mala cara hasta deshabilitar el cerrojo de la celda. Salí rápidamente seguido mi padre. Una vez fuera me detuve porque sé que él necesitaba saber lo ocurrido.

—Papá, soy inoc...

—Shh, calla. ¿En serio crees que debes explicarme? Claro que sé que eres inocente. ¿Acaso piensas que no sé la clase de hijo que tengo? Sé que jamás harías algo así.

—Siempre me has creído.

—Conozco la educación que le di a mis hijos. Sabes que aunque no seas mi sangre, jamás hice diferencias entre tú y Atenea. —Bajé la mirada porque él no merecía verse envuelto en un malentendido de estos—. Levanta la mirada, Alexandre Hilton. Yo te creo, pero la policía no. Debemos resolver esto cuanto antes.

—¿Cómo está Derek?

—Grave, su pronóstico es reservado. —Dolía, él no lo merecía—. Los problemas con él tienen nombre y apellido, ¿verdad? Nerea. Lo supe desde la primera vez que fue a cenar a la casa.

Desordenas mi vida [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora