Diciembre 2006 III

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Diciembre 2006 III

"I replay my footsteps on each stepping stone

Trying to find the one where I went wrong"

Taylor Swift

La imaginación es el lugar más seguro, salva y protege el deseo. Lo que es carne tiende a morir y yo no quería eso.

Temía que de verme la piel dejara de parecerle interesante, que me viera los defectos y descubriera que entre nosotros solo había tensión. Eso y nada más.

El verdadero peligro era que esa tensión se rompiera y la fantasía se quemara para siempre. Cuando se fue de mi pequeño cuarto dijo que tenía algo que hacer, que tenía que hacerlo solo. Corto nuestro beso en seco, se puso de pie y las luces se volvieron tenues sobre su mirada. Sonrió casi de forma vacía y se marchó.

Me quedé sola examinando una y otra vez los hechos desde que llegué a Tokio. Todo lo que me llevó a estar en este cuarto ínfimo donde el ruido de la calle y las luces de neón a veces no me dejan dormir.

¿Qué habría pasado si solo dejaba pasar el hecho de que mi madre esté muerta? sin visitar esa tumba sucia, sin darle flores a un desconocido, sin adentrarme demasiado en nada.

¿Estaría en la residencia festejando navidad? ¿Me sería más fácil comprenderme a mí misma? no lo sé.

Todo el tiempo siento que me falta algo pero no sé qué. El único momento de fe verdadera es cuando estoy con Manjiro porque es todo lo que ocupa mi cabeza desde hace meses. El problema es que cuando me invaden las demás cosas no se que hacer, me ahogo, me siento incompleta, insuficiente, en peligro constante.

Pienso en toda la gente que me rodea mientras las luces siguen titilando en mi ventana, sobre mis pupilas, veo personas caminando por las veredas coloridas, algunas muy absortas y otras muy risueñas. Cuántas veces nuestro propio mundo no se parece al resto de los mundos, cuántas vidas que pasan frente a nosotros con total indiferencia al dolor. Pienso en Saoko, en qué me diría con respecto a todas mis dudas. Me siento desolada cuando recuerdo que ya no está. Me pregunto sobre este sentimiento sobre la muerte, no se si lo sentiré cuando muera alguien más cercano a mi. Cercano en el sentido físico o temporal. La gente que me conoce desde que soy pequeña sabe de mi como para comprarme un regalo, tener conversaciones o evitar lo que me irrita.

Los datos de mi que sabe todo el mundo no es necesariamente cercanía, la única que había develado una parte desconocida había sido Saoko y al mismo tiempo quien había liberado un ser distinto a mi (que quizás siempre estuvo dentro de mí) había sido Manjiro. Puedo decir que ambos conocen a la Ciel que había dentro de Ciel.

Intenté dormir sin éxito alguno, la luz del día empezaba a entrar en el cuarto y me dio una sensación de calidez aunque afuera hiciera mucho frío. Di vueltas en el futón hasta que empecé a llorar. Desconozco los motivos de las lágrimas, no sé si fue la desolación por la muerte de Saoko, el abandono repentino de Manjiro o la soledad misma. Me quedé dormida y vacía.

Al día siguiente Yuko me invitó al santuario, me comentó que tiene la costumbre de orar el día después de Navidad porque la cantidad de gente es mucho menor. Acepté solo porque necesitaba salir de la habitación. No tenía ningún mensaje de Manjiro.

Los santuarios japoneses se erigen sobre espacios verdes con una entrada que consta de un arco donde dos columnas sostienen una tercera de forma horizontal y hay un pequeño cartel donde se lee en kanji el nombre del santuario.

Mientras caminábamos Yuko me dijo que iba a venir con Hina pero que ella tenía un compromiso y no pudo hacerlo.

-Gracias por invitarme, Yuko chan- le respondí y no mentía, la verdad estaba aliviada con su presencia. Yuko es de esas personas que transmiten paz, no puedo explicarlo pero su aura de tranquilidad bajaba mis niveles de ansiedad casi por arte de magia.

-Gracias a ti por venir, Ciel chan- agregó sonriendo- quiero pedirte disculpas sabes- me dijo cuando llegamos al temizuya.

Yuko se lavó las manos y la boca. Se inclinó y me pidió perdón por haber pensado mal de mí. Me dijo que Yasuda le había explicado que todo fue un malentendido. Quería llorar pero no pude.

-Levántate Yuko- dije y me lave las manos y la boca en el temizuya- ¿lo hice bien? ¿Es así como se hace?

-Lo hiciste perfecto Ciel chan, es así como hay que purificarse antes de entrar al Honden- respondió Yuko y sonrió cerrando los ojos.

Entramos al Honden y oramos en silencio aunque yo no tenga idea de cómo se hace. Mientras caminábamos me dijo que habrá un festival de año nuevo en un templo cercano y si quería ir con ella, Daisuke, Hina y muchas personas más. Acepté después de abrir mi celular aun sin mensajes de Manjiro. Había desaparecido otra vez. Vuelve a vivir en mi mente como si fuera producto de mi imaginación, con temor de romper la ilusión.

Pasó la semana que separa la Navidad de la víspera de año nuevo y aún no tenía noticias de él. Lo que sí tenía era mi primer kimono comprado en una tienda de Shinjuku. Yuko me ayudó a ajustar el obi y a peinarme según la ocasión. Al principio me costaba un poco caminar con las geta hasta que pude acostumbrarme a ellas. Mi kimono es de flores rosadas con un fondo azul marino mientras que el cinturón obi fucsia le da un toque más luminoso. Me miro al espejo pensando si me parezco un poco a mi madre.

El templo está iluminado con luces cálidas, hay familias y niños correteando por ahí. Los puestos de venta de comida y souvenirs están en el camino de entrada hasta el edificio principal del templo que se logra divisar desde bastante lejos por lo alto que es.

Camino mirando fascinada el espectáculo de colores, olores y sonidos a mi alrededor mientras Yuko me cuenta algo que alcanzo a escuchar a ratos.

Para mi sorpresa además de Hina y Daisuke aparecieron Takemichi, el novio de Hina, Mitsuya, Hayashi (a quien recién me entero que le dicen Peh-yan), Draken y un chico rubio que se presentó como Chifuyu Matsuno muy tímidamente.

Su amistad me conmovió al observar desde afuera. Se reían, se hacían bromas, se miraban a los ojos. Parecían una familia y sentí envidia. Me pregunto si Camille y yo nos vemos de igual manera desde fuera.

Miré otra vez mi celular, nada. Pasaron horas, gritamos el inicio del 2007 dando un salto, nos reímos y aún Manjiro no aparecía en mi celular. Me harté y decidí dar el primer paso.

12:10 AM Para Mikey:

Feliz año nuevo.

12:45 AM De Mikey:

¿Podemos vernos? 

Regarde le Ciel - Manjiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora