Louis y Harry, ambos alfas dominantes, uno territorial y el otro posesivo.
¿Serán capaces de dejar su orgullo para escuchar a su instinto?
¿Quién será el que ceda su dominio y aceptar su verdadero destino?
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Las estrellas siempre se alinean en los lugares que menos esperamos.
La reunión fue concluida casi llegando la madrugada, cada uno tomó su propio camino dirigiéndose a su hogar, Harry y Louis no tuvieron a bien cruzar palabras por resto de la velada.
Mateo aconsejó al castaño que debía ser un poco más precavido y comprensivo con Harry, le hizo recordar, lo duro que fue para él tomar el liderazgo, a lo que el alfa viró los ojos.
De camino comentaron mucho de lo que lograron escuchar o enterarse gracias a Liam y Zayn, ellos salieron un poco más temprano porque su hermano empezó a sentir mucho frío y sueño.
Louis y Mateo venían siendo custodiados por algunos alfas de protección, como ya era tarde y el frío estaba un poco fuerte, Louis arropó bien al omega, el chofer del auto se detuvo abruptamente —Señor …
—¿Qué mierda te sucede? —inquirió molesto.
El alfa que conducía señaló al frente, Louis se sorprendió al ver la silueta de Kity quien lo estaba esperando. Bajó del auto llevando una manta con él, con respeto se acercó curioso —Buenas noches, Kity.
—Hola, Louis.
—Hace frío. —Le tendió la cobija y ella la aceptó con una pequeña sonrisa.
—Gracias, me gusta el ambiente, me recuerda que de una forma u otra estoy viva, si eso es posible.
—Eres bienvenida, ¿deseas pasar?, ¿gustas comer o beber algo?
Ella lo observó por unos instantes, luego de un rato en silencio cuando se hubo puesto la cobija, respondió. —Tu rostro empieza a marcarse, no te dejes abatir tanto.
—¿Disculpa?
—Tu corazón no cambia, a pesar de todo, pero estoy bien, gracias.
—Como gustes.
—Me preocupan, ¿sabes? Pronto llegará el momento donde deberán unir fuerzas, no hay esperar más, en ustedes está el futuro de todo.
—¿A qué te refieres?
La alfa suspiró cerrando los ojos
—Siempre han sido muy testarudos, desde que los vi siendo tan solo unas chispas brillantes, coexistiendo en el basto infinito.
—¿Perdona? —el alfa sintió un escalofrío, recorrer su cuerpo, acomodó su traje y peinó su cabello.
—Desde tiempos remotos se enseña la importante lección, en la unión está la fuerza, recuérdalo. —La alfa caminó a la oscuridad, Louis parpadeó intentando comprender.
—¿Kity? —Al buscar a la alfa y no visualizarla, fue entonces cuando notó que de la nada ella desapareció.
Al fin Mateo bajó del auto y se acercó algo temeroso —¿Qué fue eso?
