Olor a vino.
Elegante, dulce y tentador al paladar de todos aquellos que han tenido el privilegio de deleitarse con su extenuante sabor.
El sonido zumbante de la maquinilla le hizo chasquear la lengua, pesadamente abrió los ojos cuando sintió los mechones de su cabello caer sobre él, su olor se hizo denso y su respiración fue pesada.
Se encontraba sentado en una de las habitaciones de su mansión, intentando ser pasible, esperando a que terminaran de hacer su trabajo.
Pellizcaba los nudillos de su mano derecha mientras mordía su labio inferior, el amargo sentimiento de no poder arremeter como deseaba, lo estaba acabando, fue preparado para muchas cosas en la vida, cualquier tipo de situación siempre fue prevista, todo, en todo tiempo menos para esta.
Si su madre le viera haciendo esto, seguramente estaría dándole un enorme sermón de cómo los alfas deben aprender a dominar sus emociones e inquietudes y no demostrarlas, cosa que últimamente amenazaba con hacerlo explotar y mandarla a callar de una vez por todas.
Harry, un alfa de 24 años, miraba con algo de nostalgia, mezclada con furia la coleta que recién le habían cortado, suspiró sintiendo como el enojo lo invadía, tomó aire profundamente y dejó que el peluquero terminara su trabajo.
Recién fue delegado al cargo de ser líder de la manada del sur, tener el peso tan grande de ser igual o inclusive, sobrepasar a su padre, era algo que estaba atormentándole, el simple hecho de no ser digno representante de la memoria del viejo alfa era algo que le preocupaba.
Harry disfrutaba hacer sufrir a aquellos que se atrevían a tocar a los suyos, celoso con su pueblo, era gran devoto y ferviente, amante del bienestar y prosperidad de su manada.
Era un alfa muy irascible, impulsivo, soberbio y un verdadero cretino cuando se disponía a serlo, fuerte, preciso y meticuloso.
El destino le dio uno de los peores golpes que podía haber recibido, la muerte de su padre.
El tiempo de luto había llegado a su fin, era momento de retomar sus labores, su manada y su familia lo necesitaban, era la esperanza y el bastón de un pueblo dolido perdido en esperanza, la tristeza se respiraba por donde quiera, es por eso Harry debía ser fuerte por ellos.
Tim, su padre, fue alguien muy querido y respetado, justo, benevolente, era amado y admirado por toda la manada, siempre tan sabio, cordial y servicial, luchando y peleando cuando era necesario para salvar el nombre de su tierra.
Harry se perdió en pensamientos y recuerdos que olvidó donde se encontraba, hasta el beta que le atendía, llamó a su nombre con sumo respeto, para hacerle saber que había concluido, le quitó todo el sobrante de cabello con un cepillo especial.
—Irá a donación, asegúrate de ello. —ordenó con voz ronca y sin más que decir, Harry salió sin ser capaz de verse al espejo.
Serio y rígido se dirigió a su gimnasio personal, era ahí donde podía disipar todo lo que le atormentaba.
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DOMINIO
Roman d'amourLouis y Harry, ambos alfas dominantes, uno territorial y el otro posesivo. ¿Serán capaces de dejar su orgullo para escuchar a su instinto? ¿Quién será el que ceda su dominio y aceptar su verdadero destino?