Louis y Harry, ambos alfas dominantes, uno territorial y el otro posesivo.
¿Serán capaces de dejar su orgullo para escuchar a su instinto?
¿Quién será el que ceda su dominio y aceptar su verdadero destino?
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“No hay encuentros accidentales entre almas”
Niall y Kity andaban juntos por el bosque, iban en un silencio cómodo después de conversar de algunos temas sobre las manadas.
—Tú tenías conocimiento de todo, ¿no es así? —el omega, acusó.
—Todos nos dimos cuenta en cierto punto, ¿no crees?
—Los dejé solos, me ardieron los ojos, casi se estaban tragando, Kity, Jesús, son unos idiotas, no consideran la pureza de mi alma. —rezongó dramático.
—En algunas ocasiones hay personas que necesitan un poco más de tiempo, tienen las situaciones frente a ellos, pero les es difícil poder quitarse la venda que les obstruye la visión.
—Tarados es lo que son. —intentó mantener el equilibrio sujetándose de los árboles.
—Es por eso tú estarás siempre atento, ¿verdad? No dejes que las situaciones cambien tu corazón, escucha a tu instinto, pronto todo pasará y algo muy lindo vendrá, algo que deseas.
—¿Dinero, mansiones, autos, ir de compras sin límite? —preguntó con ojos brillantes.
—Niall… —Kity sonrió.
—Lo sé, es solo que es difícil. —Le restó importancia guardándose el sentimiento, su madre era malvada, más él nunca se atrevía a decir algo referente a ella o a quejarse, pues en el fondo de su corazón aún esperaba que ella fuera diferente.
—El ser humano por naturaleza tiene una personalidad barahúnda y llena de veleidades.
—Estúpidos con cobertura de mier… —el omega guardó silencio por unos segundos, alerta, giró el rostro—. ¿Lo sientes? Alguien se acerca. —habló colocándose frente a ella para protegerla.
Un fuerte olor a eucalipto lo golpeó
—Kity… —llamó con voz temblorosa, escuchó un alarido impetuoso en búsqueda de consuelo.
La alfa cerró los ojos suspirando
—Llegó… y necesita ayuda.
—¿Es peligroso? —Niall inició su andar apresurado, siguió los restos de aroma, su mente decía que se detuviera, pero algo más fuerte lo hacía moverse a donde su corazón dictaba.
Kity guardó distancia, el omega avanzó curioso hasta llegar al arroyo, quedó asombrado al encontrarse con una loba de pelaje color caramelo, estaba intentando beber un poco de agua, pero parecía estar lastimada.
Como hipnotizado a causa de su belleza, bajó la pequeña colina, la loba al percibir su presencia intentó escapar, pero cayó a causa de una de sus patas que estaba lastimada —No temas, no te haré daño. —calmó acercándose, cuando estuvo frente a ella notó en su mirada dolor y temor.
