Louis y Harry, ambos alfas dominantes, uno territorial y el otro posesivo.
¿Serán capaces de dejar su orgullo para escuchar a su instinto?
¿Quién será el que ceda su dominio y aceptar su verdadero destino?
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“Un alma gemela es alguien que tiene cerraduras que se ajustan a nuestras llaves y llaves que se ajustan a nuestras cerraduras”
Tres golpes a su puerta, Louis apresuró sus pasos, estaba vestido informal, un pantalón blanco y una camisa tipo polo color café, cuando estaba en la cabaña odiaba usar zapatos así que estaba descalzo.
Harry tuvo que salir de cama muy a su pesar, Louis fue a su mansión y decidió regresar cuando el concejo inició con la idea de buscar un omega para mantener el legado.
Así que regresó a la cabaña terminando de ajustar algunas cuentas con tratados.
Abrió la puerta y frunció el ceño al ver frente a su alfa un racimo de Margaritas, detrás del ramo, Harry se encontraba algo nervioso.
Louis recargó todo su peso sobre el marco de puerta cruzado de pies y manos, los músculos de sus brazos se notaron más, levantó una ceja y esperó paciente.
—Son para ti. —habló al fin.
Louis guardó silencio, se relamió los labios, Harry se sintió realmente nervioso. —No me juzgues, no sé cómo se hace todo esto, ni sé cómo es que se corteja a alguien.
—¿Cortejo? ¿Así que estás tan desesperado por tenerme? ¿Cortejo después de unas horas? —preguntó Louis levantando las dos cejas.
—No… Digo sí, no es cortejo como tal
—bufó desesperado. —Solo tómalas, maldita sea—. Harry las empujó a su pecho.
—No puedes cortejarme. —su respuesta provocó que Harry levantara la vista, Louis dejó las flores en el recibidor para después ponerlas en agua.—. Es la primera vez que recibo flores, gracias.
—No es cortejo. —se cruzó de brazos viendo a otro lado.
—Eso parece, pero no lo hagas.
—Ya dije que no es un jodido cortejo.
—No deseo que tú hagas un cortejo con flores.
—Entonces puedes metértelas en el c…
Louis le tapó la boca con su mano acercándose peligrosamente —No puedes cortejarme, ¿sabes por qué?, porque yo lo haré primero. —Harry le dio un lametón en la palma provocando que Louis lo soltara.
Louis sonrió al notar el sonrojo en el ojiverde.
—No, yo lo haré. —El rizado replicó retador.
—No seas testarudo. —Louis dejó salir su olor para calmarlo besando su fuente de aroma, se alejó a uno de los estantes.
—Tú eres el necio, además no tienes nada para dar indicios de que tú… —Harry se quedó en silencio al ver una linda pañoleta dentro de una caja que Louis le mostraba.
