el frío es algo con lo que se aprende a vivir, pero más cuando todo lo que conociste fue la piel fría, que al momento de conocer el calor, no lo quieres soltar, aunque ese calor sea el fuego del mismo infierno
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Una mujer salir de una casa mientras se colocaba su abrigo intentando con todas sus fuerzas no llorar, miraba por encima de su hombro y lo único que podía pensar en que tan tonta había sido.
- Isabella por favor, escucha se que esto es malo pero...
Ella únicamente se giro para verlo con sus ojos moradas llenos de lágrimas - malo? Malo sería que me hayas dado dinero para abortar, pero esto - levantó unos papeles - si no quieres a mi bebé esta bien, pero no busques que yo abandone a esta criatura, volveré a Alaska donde aún tengo un trabajo que me mantiene, criare a mi bebé sola y si algún día quiere saber quien dio la maldita esperma para crearlo le diré la verdad y el decidira si verte o no, hasta entonces olvida que existimos y sigue con tu familia perfecta y con tu nuevo hijo.
La chica únicamente se fue dejándolo solo, el hombre sabía que había hecho lo peor que podría haber hecho, pero no sabía como actuar, tenía dos hermosas hijas, y hace no más de 2 días había nacido su tercer hijo, no había pensado que en una aventura con su amiga de la infancia, crearían a un nuevo bebé.
Y menos que con solo dar la opción de darlo en adopción para no tener que volver a tocar el tema terminaría perdiéndose de todo.
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La chica estaba en la casa de su hermano, preparando todo, solo quería marcharse, sus padres habían muerto hace mucho pero su hermano aún continuaba ahí, y por eso, el sería la única razón por la que alguna vez volvería si es que lo hacía.
- copito? - pregunto su hermano a través de la puerta - prepare la comida, Renee me paso una receta que hacia cuando estaba embarazada.
La chica abrió la puerta con unos ojos que le transmitieron todo lo que necesitaba saber.
- ese desgraciado te hizo algo? Quien es? Dímelo, voy a matarlo - intento irse pero su hermana lo detuvo.
- de que sirve Charlie? El no nos quiere, volveré a casa, mi casa, no quiero que mi bebé nazca aquí.
- Isabella mírate estas embarazada, ya pronto darás a luz en cualquier momento, si viajas ahora quien sabe si te pasa algo.
Ella solo nego, era algo que no quería, no quería que nadie supiera del padre, ya de por sí era una mujer soltera, imaginándose como una arruina familia, cuando únicamente fue una aventura de una noche, era algo imperdonable, esa misma noche preparo todas sus cosas, lista para tomar viaje, escribió una carta pequeña que pensaba dejar en el buzón del padre de su bebé, pero se arrepintió únicamente lo dejo en su auto y se marchó, de que serviría hablarle, ya había visto como reacciono.
