Al volver de las clases, Bakugo estaba como siempre de muy mal humor, encerrándose en su habitación. Kirishima le seguía en cuanto llegaba, pero se encontró con Shouto al pie del elevador. No había nadie en la estancia, así que no lo notaron. Eijiro guardaba las manos en sus bolsillos, tenía un Deja vu.
— Así que... ¿ya sabes lo del formulario? — Shouto se sobresaltó. No debía referirse a lo que pensaba... ¿o sí? — Momo me lo mostró, lo mantendremos en secreto también. Creo que te pido muchos favores, pero... — Se notaba muy ansioso, aunque sonrió a Todoroki. — ...te agradecería mucho si me ayudas a alejar a Utsushimi de él. — Shouto no quiso hablar demasiado, pero asintió. — Gracias. Si necesitas una cubierta o algo, sabes que puedes hablar conmigo o escribirme.
Kirishima salió del ascensor. La habitación de Bakugo estaba en el primer nivel. Todoroki le observó irse antes de que la puerta se cerrara, se apresuró a la habitación de Izuku antes de ser vista, pues aún era de día.
Izuku se asustó al verle en la puerta, miró a su alrededor, no había nadie, pero le dejó pasar rápidamente.— Shouchan, ¿estás bien? — Le sorprendió su expresión, pero ella asintió.
— Sólo... tuve una extraña conversación con Kirishima.
Izuku había conseguido un pequeño refrigerador para latas que tenía en su escritorio. Le acercó una bebida energética a Shouto con la imagen de All Might, ella sonrió al verla.
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Las chicas, a excepción de Momo, decidieron ir al cine. Yaoyorozu y algunos más del grupo, visitaron a sus familias. Otros hacían sus deberes o simplemente salían. Ni Izuku o Shouto pensaba hacer eso.
— ¿Cómo te fue en la clase? — Preguntó al sentarse a su lado. Antes de la llegada de Todoroki había entrenado con sus pesas.
— Me interrogaron, pero lo evadí. Camie coqueteó con Bakugo, de nuevo.
— ¿E Inasa? — Midoriya no quería escucharse celoso, pero lo estaba.
— Igual que siempre, molesto. — Después de dar un sorbo a la lata y dejarla en el buró, acarició la mejilla de Izuku. Deslizó el pulgar hacia sus labios y haló el inferior. Midoriya temblaba un poco e intentó no derramar la lata.
— Te extrañé...
Izuku sentía que le faltaba el aire. ¿Qué debía hacer? Aún no estaba acostumbrado a esas acciones con Shouto, aunque definitivamente no le desagradaban y ya le había tocado varias veces, ya se habían besado...
Intentó tranquilizarse y sólo se apartó para dejar la lata a un lado. Tomó a Shouto, pasando un brazo detrás de ella para recostarle lentamente sobre la cama. — También te extrañé. — Le sonrió. No iba a decirle que soñaba con ella, ni que a veces se tocaba pensando en su imagen. Era cierto que le gustaba, le gustaba mucho y la deseaba, pero no le haría nada que ella no quisiera. Hasta ahora sólo eran besos, abrazos, dormir junto al otro y estaba muy feliz con eso, además de ser amigos muy cercanos, ayudarse en la escuela y entrenar.
