Cicatrices

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— ¿Entrenando dedos?

Midoriya saltó, casi soltando el tensor especial para la resistencia de su mano. — ¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡Sí! ¡Aaah...!

Shouto se sentó a su lado. Izuku estaba en el patio de la residencia de su grupo donde solía ejercitarse cuando no usaba las pesas, a veces practicaba su velocidad a solas y a veces con Iida. Así que era un poco extraño verle con ese aparato.

— Lo siento por asustarte. — Le miró con atención. Izuku pensó que era completamente hermosa y aún no podía creer que fuesen pareja.

— Debo tener fuerza para tomar las pesas... — Explicó, aunque su ejercicio tenía un doble propósito.

— También entrenaré un rato y tomaré un baño. ¿Quieres que nos veamos en mi habitación cuando anochezca? — Propuso e Izuku asintió sonrojado. No le había visto el domingo y le había extrañado.

Shouto ya mantenía la costumbre de que durmieran juntos. Era una pequeña sesión de besos, conversaban y dormían. Simplemente le abrazaba y salía de su habitación para dejarle vestirse para clases. También gracias a eso, Izuku ejercitaba las piernas, ya que saltaba para volver a su propia habitación. Hasta ahora no les habían descubierto.

Su relación era secreta por el momento, aunque habían personas que ya lo sabían.

Kirishima sabía de Shouto e Izu juntos a consciencia, al igual que Iida. El presidente de la clase también sabía sobre Kirishima y Bakugo, pero no hablaba de nadie al respecto.

Momo sabía de la relación de Bakugo y Kirishima, pero no de Shouto e Izu. A su vez, Bakugo tampoco sabía.

Era algo a tomar en cuenta, pues Bakugo continuaba celando a Kirishima, odiando más a Shouto. Izuku ya no pensaba en esos celos, pues confiaba en Kirishima. Pero aún detestaba a Inasa. Todoroki continuaba molesta por Mei, pero aún más por Uraraka, ya que desde que decidieron mantener la relación en secreto y se hablaban menos en público, Ochaco se acercaba más a Izuku y no podía evitarlo sin levantar sospechas.

Lo único que reconfortaba a Shouto era lo que había sucedido el día de la piscina, pero desde entonces Izuku evitaba tocarle demasiado. Su avance era un retroceso de nuevo.

— Izu... ¿Podemos hablar sobre eso? — Preguntó y le miró con evidente tristeza cuando ambos estuvieron en el tatami.

Izuku se sintió incómodo, pero asintió, sabía que debía contarle, Shouto era muy perceptiva cuando se trataba de él, aunque con todo lo demás continuaba siendo inocente y despistada, tomando todo literalmente.

— Lo siento por actuar extraño... — No le miraba a los ojos, por lo que Todoroki acarició su mejilla para que lo hiciera. — Estuve... investigando un poco.

Shouto descendió la mano para acariciar la suya y se sonrojó levemente.— Yo... lamento no haberme explicado bien la otra vez. La verdad es que... no sé cómo masturbarme... — Descendió el volumen de su voz e Izuku se acercó para escucharle mejor. — Cuando me diste tu bufanda, me sentí extraña, pero bien... después extendí que era excitación y... pensaba en olerla mientras... uhm... —

Midoriya entrelazó sus dedos.— Me puedes contar todo. Somos pareja y quiero que nos tengamos confianza.

Le aseguró y Todoroki asintió. Suspiró antes de continuar. — Noté que a veces cuando coloco una almohada entre mis piernas y... me muevo un poco... se siente muy bien después de un rato...

Izuku se sonrojó y le acomodó en su hombro para reconfortarle. Sabía, por lo que había leído, que con esa acción Shouto estimulaba su clítoris para llegar al orgasmo. No iba a explicárselo, pues sería muy inapropiado en ese momento ser tan técnico. Recordó cuando en el campamento le habló sobre el problema con Kota. "A veces las acciones son mucho más importantes que unas buenas palabras." Fue lo que dijo Shouto y funcionó, pues había intentado dialogar con Kota para que confiara en él y no dio resultados, así que se lo demostró. Eso mismo haría con Shouto.

— De nuevo... perdón por no atenderte como debía. Te haz preocupado por mí y quiero demostrarte que también puedo hacerte sentir bien. Como dije... estuve investigando y creo que sé cómo hacerlo. Pero para eso, primero... uhm... deberíamos estar acostumbrados a... ver nuestros cuerpos.

Shouto se sonrojó, aún estaba en su escondite en el cuello de Izuku, pero asintió. — Confío en ti. — Murmuró y se separó un poco, iba a comenzar a retirarse su suéter, pero Midoriya le detuvo.

— Yo lo haré... — Besó el dorso de su mano antes de tomar la tela de la prenda. Alzó el borde. En vez de mirar y tocar sus senos con desesperación como un adolescente lujurioso, que para sus adentros así se había sentido la vez anterior y no quería ser tan brusco de nuevo, pues se recordaba a sí mismo que no sería como Mineta... decidió ir despacio, comenzando por tomar su mano e iniciar un lento camino de besos por su brazo, ascendiendo hasta su hombro y llegando a su cuello. — ¿Sientes cosquillas?

Shouto había cerrado los ojos y negó levemente. — Puedes seguir...

— Yo... siento cosquillas en el cuello...

Todoroki le miró y acarició su cuello con las yemas de los dedos. Izuku se contrajo y rió un poco. Ella tomó el borde de su camiseta de All Might y la levantó para descubrir su torso. No se resistió en acariciar su abdomen y uno de sus pectorales. — En estos meses haz cambiado mucho... — Pasó las caricias por las cicatrices de su cuerpo. No se sentían tan rugosas, pero era muy notorio el cambio de color a uno más oscuro.

— ¿Te molestan? — Desvió la mirada Izuku. A él no le importaban, pero tenía miedo que Shouto le pensara menos atractivo con sus cicatrices. Aunque para empezar no sabía qué había visto ella en él.

Shouto negó y comenzó a enumerar.— Esta es de cuando salvaste a Kota... esta es de la primera semana de clases... Stain... tal vez el examen de admisión... y estas... — Reconoció al instante la textura y color de una marca por fuego. Era muy diferente a una por electricidad, por cortadura, golpe o fractura.

Izuku acarició su mano.— Son parte de quién soy ahora. Sin esta... no te habría conocido... — Señaló uno de sus costados, sobre algunas costillas. — Bakugo usaba su quirk contra mí, me pateaba también. No son marcas tan sobresalientes como las más nuevas, pero siguen ahí. Cuando aparecí en televisión intentando salvarlo, me tacharon de imprudente. — Rió y Shouto le miró con atención.— Pero fue ahí que descubrí que quería ser un héroe en serio, no por la fama, dinero o para encajar. Si podía salvar a mi bully, podría salvar a cualquiera. Por mi pasado estoy aquí. De otra manera, no nos habríamos conocido.

Todoroki tomó su mano y acarició el dorso con el pulgar.— Sin ti... creo que habría elegido otro camino. Si no fuese la #1, tal vez sería una villana. — Le miró con tristeza e Izuku acarició su mejilla, limpiando una lágrima de su rostro. — Hay mucho en mi familia... no puedo huir de eso... — Se quebró su voz e Izuku le rodeó, acomodándole en su pecho. Shouto cerró los ojos e intentó respirar tranquila, no quería arruinar una noche tan linda con Izuku.

Cuando se sintió un poco mejor, observó sus manos. Midoriya se lo permitió. Tenía más cicatrices en las manos que en cualquier otra parte.

— Son tantas, que ni siquiera puedes saber cuáles son las del festival... y no importa. — Besó sobre su cabello para tranquilizarle.— Importa que estamos aquí, tú y yo.

Shouto sonrió.— Eres muy bueno para los discursos. — Suspiró. — No me importaría ser la #2, sólo si tú eres el primero. – Giró un poco para mirar a Izuku desde su pecho.— Pero si Bakugo se acerca a los primeros puestos, no tendré piedad.

Izuku sonrió y le abrazó con fuerza, haciendo que ambos cayeran en el tatami.— Y yo te apoyaré. — Rió y besó detrás de su cuello. Shouto giró por completo, buscando besar sus labios. Aún no terminaba la noche.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora