Posesivo

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— Lo siento... debí estar contigo, debí saber que alguien te vigilaba, no pude protegerte... — Estando a solas en su habitación, le abrazó con fuerza por la cintura, hundiendo el rostro en su cuello. Debía contenerse, pues definitivamente quería hallar al responsable y hacerle pagar por lo que le hizo a Shouto.

— Está bien, ya no le des vueltas a eso... — Acarició su cabello para tranquilizarle. — Pensé qué se te ocurriría a ti y funcionó. También el ordenarle a Bakugo que me atacara fue algo que tú harías, no se resistiría a esa oportunidad.— Sonrió, de cierta manera satisfecha por el éxito de su plan, pero Midoriya continuaba incómodo.

— No sé qué me molesta más... si un pervertido estuvo acosándote, el que Bakugo se acercara a ti o que los demás piensan que él y Kirishima pelean por ti... — Murmuró, apretando el abrazo.

Shouto continuó acariando su cabello antes de responder.— Cuando estás lejos de mí, también me preocupo. Cuando la chica que te ayuda con tu traje se te acerca o cuando Uraraka está mirándote... confío en ti... Pero no en los demás y eso me altera... — Cerró los ojos y correspondió a su fuerte abrazo.— Creo que no podemos controlar todo y mucho menos si continuamos nuestra relación en secreto. Pero te prometo que al volver, sólo seremos tú y yo. — Se alejó sólo un poco para mirarle a los ojos. — Sabes que soy tuya.

Izuku se ruborizó de inmediato y tomó la iniciativa para besarle, algo que usualmente hacía Shouto y que le tomó por sorpresa a ella.

Fue un beso posesivo, seguido de varios que repartió por su rostro, descendiendo por su cuello y clavícula. — También promete que cuidarás de ti... — Los besos se tornaron en lamidas por su cuello y ligeras mordidas, pasando por succionar su piel.

Shouto cerró los ojos, sentía que sus piernas flaqueaban y asintió ligeramente a su petición, pero lo que estaba haciendo con su boca estaba causando que temblara aún más.— ¿Qué haces? — Preguntó, soltando un ligero jadeo conforme Izuku le llevaba a la cama.

— Leí... mmmhn... que se pueden dejar marcas así... desaparecerán en unos días, pero... — Acarició su cintura debajo del suéter del uniforme de otoño. — ... pensarás en mí cada que las veas y yo seré feliz de ser el único que va a dejarlas...

— No sabía que eras tan posesivo... — Le tomó por las mejillas para mirarle a los ojos y sonrió. — También eres sólo mío. — Le besó de nuevo, mordiendo su labio inferior y halándolo antes de adentrarse a su boca.

Izuku le recostó entre sus almohadas de All Might, acomodándose en medio de sus piernas. Acarició sus medias y le ayudó a retirarle sus tenis de color azul claro. Volvió a descender sobre su cuerpo, susurrando contra sus labios.— Y estas son mías... — Se dio la libertad de ser más atrevido con ella, pues aún se sentía muy celoso, por lo que estrujó sus senos sobre la tela.

Gracias a la posición, Shouto se apegó al torso de Midoriya y alcanzó su trasero, estrujándole como había deseado hacer desde hace tiempo.— Mías... — Se removió debajo de él, rozando la pelvis contra su entrepierna.— Mío...

Él tembló ligeramente y se ruborizó por completo.— ¿Aún no...?

Shouto negó y desvió la mirada.— En unos días estaré bien...

Izuku le abrazó por la cintura y se escondió en su cuello, cerrando los ojos. — Hallé una aplicación, iba a contarte ayer.

Todoroki le interrumpió.— Si se trata de un GPS, estoy de acuerdo. Así podemos cuidarnos mutuamente. Iba a pedírtelo después de lo de Stain.

Él le miró a los ojos, todavía rojo.— De hecho... era una aplicación para parejas... así puedes agregar los días que... ya sabes... cuando inicias y terminas... tus síntomas. Incluso hace una predicción sobre los días, da consejos para los malestares. Incluye gráficas de ovulación y notifica si ocurre algo mal... Pero el localizador también me interesa.

Todoroki se ruborizó y asintió.— Me gusta cuando piensas en todo...

Izuku no pudo evitar volver a besarle. Sabía que sobrepensaba, que era paranoico, demasiado Fanboy y era bastante extraño, con muchos secretos... pero Shouto le aceptaba tal como era. Nunca creyó encontrar a alguien así. — Quiero quedarme aquí. — Susurró y ella sonrió.

— Puedo... ser esta vez la cuchara grande. — Le propuso e Izuku asintió algo avergonzado.

— Es... algo raro...

— Puedo moverme.

— No... sólo un momento más.

Midoriya podía sentir los senos de Shouto en la espalda, sus brazos rodeando su cintura y las piernas entrecruzadas. Acarició sus manos, notando hasta ahora el esmalte que le había comentado que Momo pagó al igual que a Jiro. Izuku sabía que Shouto también había estado celosa y se lo guardaba mucho mejor que él lo había hecho. Le costaba mostrarse seguro, sobretodo al tener por novia a Todoroki, pero lo intentaría. Su lazo era cada vez más fuerte, así que pensó que debía comportarse a la altura y permitirle aquello, pues Shouto también necesitaba sentir que Midoriya era sólo de ella.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora