Cercanía

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Despertó rodeando la cintura de Shouto desde atrás y había hundido el rostro en su cabello. Se asustó, pues recordó cuando en el hospital había cambiado de cama y en su casa se había caído del sofá. Pero ahora estaban a solas sin interrupciones. Giró un poco las piernas, pues de nuevo tenía una erección matutina. Cerró los ojos y suspiró, debía controlarse, no podía estar siempre excitado cada que estaba con ella.

Se sobresaltó un poco cuando también despertó y Shouto acarició una de sus manos. No podía con tanto, era demasiado linda sin darse cuenta. Giró entre sus brazos, aún tenía sueño, así que no la presionó mientras abría los ojos. Notó que también se había asustado un poco de tenerle ahí, pero acarició su espalda y ella le sonrió.

— Buenos días, Souchan. — Correspondió a su sonrisa.

Le gustaba escuchar que volvía a llamarle así. — Izu... sigues aquí... — Se sonrojó y Midoriya rió.

— ¿Querías que me marchara?

Shouto negó y le abrazó con fuerza como cuando cayeron dormidos. Izuku le abrazó también con fuerza.

— Es sábado, así que saldré con Fuyumi antes de ver a mamá. No quiero hablar con los demás. — Admitió y acarició su brazo, pasando los dedos por sus cicatrices.

— Estaré en mi habitación entrenando y avanzando en los deberes. — Se atrevió a posar los labios en la sien de Shouto. — Iida había dicho que hoy tendríamos que limpiar, puedo limpiar tu parte para que no veas a los demás hoy. — Le propuso.

— Te debo una. — Shouto estaba muy sonrojada.

Se levantaron y Midoriya se iba a marcharse para permitir que se vistiera, pues aún lucía lo de la pijamada. Antes de que se marchara, Shouto le dio su bufanda.

Izuku no entendía.

— Quería usarla de nuevo, pero... la he tenido tanto que ahora huele a mí... quiero que la uses y me la devuelvas...

Izuku se sonrojó. Shouto siendo demandante le encantaba. Asintió y se llevó la bufanda. Se despidió, besando rápidamente su mejilla para no hacer alguna cara extraña, así como ella había hecho el día del juego de Pocky.

Su corazón latía muy aprisa. Volvió a su habitación y de nuevo tenía esos pensamientos inapropiados. Era verdad que la bufanda olía bastante a Shouto. Se la había colocado al cuello y en cuanto entró a su propia habitación, se lanzó a la cama, hundiendo el rostro en la tela. De nuevo tenía una erección. Lo haría rápido para poder concentrarse el resto del día. Cerró los ojos y aspiró el aroma. Se tocó y sin darse cuenta ya se había corrido en sus sábanas. Lo hizo una vez más, pensando en los dedos de Todoroki tocando su miembro la noche anterior, sus suaves pechos en los cuales quería hundir el rostro, su pequeña cintura al abrazarle y la manera en la que se había acomodado entre sus firmes glúteos.

— ¿No deberías ayudar a limpiar antes de hacer la lavandería? — Iida reprendió a Midoriya, le tocaba limpiar los restos de frituras de los sofás.

— S-sólo dejaré esto en la lavadora y volveré rápido. — Izuku tenía en su cesto las sábanas de estampado de All Might, su ropa sucia y la bufanda.

Iida asintió.— También deberías desayunar. — Se sentía preocupado por su amigo, pero hablaría con él después.

— ¿Todoroki ya se fue? — Momo preguntó por ella.

— La vi salir, kero.

Mina no estaba alegre como siempre. Luego de lo que pasó la noche anterior, el resto continuó con la pijamada, pero Mina pensaba que se había pasado esta vez.

— Izuku va a limpiar su parte. — Informó Iida a Yaoyorozu. Les pareció extraño, pero después creyeron que era algo muy de Midoriya para intentar disculparse también.

Fuyumi estaba muy feliz de poder convivir finalmente con su hermana. Desde que había decidido visitar a su mamá, ella había intentado hablarle también. Natsuo y Fuyumi visitaban a Rei, pero Enji se negaba a que Shouto también lo hiciera. De todas maneras ella tampoco pensaba hacerlo.

— Quería preguntarte porqué cambiaste de opinión. — Fuyumi había llevado a Shouto a una heladería. Nunca habían salido como hermanas, pero sabía que le gustaban las cosas frías.

— Conocí a alguien... — Comenzó y Fuyumi no se esperaba aquello. Aunque no la conocía del todo. Ella era mucho más unida a Natsuo. — Y hablamos. Es... un amigo. Me ayudó a volver a usar las llamas del viejo...

Fuyumi no la criticaba por llamarle así al padre de ambas. Enji era posesivo y cruel respecto a Shouto. De hecho, Shouto se contenía en no llamarle de una peor forma. — ¿Es ese chico con el que peleaste en el festival?

Shouto se sobresaltó. Obviamente sus hermanos le habían visto en televisión. Asintió.

— Me alegra que tengas un amigo y te haya ayudado. Mamá no lo esperaba... nadie y... es algo muy bueno. Aún deseo que todos seamos unidos.

Shouto no sabía cómo llegarían a eso, pero suponía que empezar con pequeños pasos era lo mejor. A pesar de comer con ella y Natsuo el tiempo antes de mudarse a la UA, nunca habían conversado como familia. Ella era la hermana menor, pero los tres debieron madurar muy pronto. A pesar de eso, ambos la verían siempre como su pequeña hermana y para Shouto era nuevo verles como hermanos, no sólo las personas con las que vivía compartiendo casa.

— Me gustaría conocerlo para agradecerle en persona. Espero que algún día lo lleves a casa. — Sonrió Fuyumi con sinceridad y Shouto se sonrojó.

Después de terminar con todos los pendientes de limpieza, incluyendo sus sábanas y ropa sucia, Izuku continuó con su entrenamiento y tareas

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Después de terminar con todos los pendientes de limpieza, incluyendo sus sábanas y ropa sucia, Izuku continuó con su entrenamiento y tareas. Shouto le escribió que había vuelto y Midoriya se apresuró para aparecer en su habitación. Se sentía mucho mejor, pensaba que haberse "desahogado" en la mañana sería suficiente para que su cuerpo no reaccionara de nuevo de manera tan imprudente.

— ¿Cómo te fue hoy, Souchan? — También se había asegurado de darse una ducha fría para prevenir.

— Hablé con mi hermana sobre ti. Dice que agradece todo lo que haz hecho por mí. — Shouto le había llevado un pequeño helado que mantuvo frío con su quirk cada que amenazaba con derretirse dentro del contenedor.

Izuku volvió a sentirse culpable de haberse masturbado en su ausencia. Aceptó el helado y agradeció que la temperatura le ayudase a controlarse.

— Los demás no quisieron preguntarme por ti. Funcionó lo que hiciste anoche. — Continuaba comiendo el helado de vainilla y jarabe de fresa.

En cuanto terminó de comer, Shouto se acercó lentamente para abrazarle. Midoriya se sonrojó, pero correspondió, ya era de noche.

— Quiero... dormir de nuevo contigo. Mañana debo hacer todo lo que tengo pendiente. Pronto tendremos exámenes y temo no verte tan a menudo.

Izuku acarició su cabello, como notaba que a Shouto le gustaba.— Cada que pueda, vendré a dormir contigo. Mañana debo asistir a mis prácticas. Pero volveré en la noche. — Le aseguró y se recostó con ella. Se sentía muy feliz por ese plan.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora