Siempre tú

La lista

— Deberíamos votar, aunque todos tienen a su favorita. — Mineta había reunido a los chicos para una supuesta importante misión para determinar cuál era la chica más atractiva del grupo.

No todos aceptaron unirse al debate, obviamente a espaldas del presidente de la clase y básicamente Mineta llevó a rastras a los primeros chicos que vio para poder discutir el asunto.

— No me siento cómodo con esto. — Kirishima observaba en dirección al grupo de amigas de Mina. Simplemente no podía verlas como parecía que Mineta hacía.

— Piensa que también están haciendo una lista de nosotros. ¿No te gustaría saber en qué lugar estás? — Kaminari estaba muy interesado en lo que opinarían. Creía que estaría en el puesto más alto.

— No me molesten con sus idioteces. — Bakugo se marchó y Kirishima le siguió.

A pesar de la negativa por parte de los demás, Mineta insistió, creando una lista con los nombres de las chicas y características físicas en las cuales los demás podrían marcar si cumplen con los aspectos más deseados... por él.

Pasó el cuaderno durante clases. Los chicos no se resistieron en dar un vistazo y protegiéndose del anonimato, comenzaron a dejar algunas notas.

Aquel pase del cuaderno se salió rápidamente de control gracias a las risas de varios y que de pronto las chicas comenzaron a notar que algo ocurría.

Finalmente Iida tomó el cuaderno y lo escondió para inspeccionarlo después junto a la vicepresidenta y determinar si había que reportarlo o no con el profesor Aizawa.

Cuando observaron lo escrito, Iida estuvo tentado en llevar el cuaderno incluso al director, pero eso implicaba que suspendieran a más de uno y aquello afectaría a todo el grupo. Era muy evidente lo que opinaba cada uno de los que escribieron, era también obvio quiénes no estaban involucrados y la persona responsable de aquello.

— Lo más prudente sería hablar con todos... — Sugirió Momo, bastante cohibida por lo que se había escrito sobre ella.

Iida se molestó, en ese corto tiempo en la UA, ya sentía un gran aprecio por su compañera. — No permitiré estos comportamientos en el grupo y castigarlos no los detendrá, sólo los hará más cuidadosos para la próxima.

Yaoyorozu asintió. — Las demás tienen que saberlo. — Iida estuvo de acuerdo, pero le dejó aquello a Yaoyorozu en posesión del cuaderno.

Momo solicitó una reunión con las chicas en el almuerzo del día siguiente. Quiso ser lo más calmada posible, pero cada una reaccionó de diferente manera. Algunas no le tomaron importancia, otras se molestaron y para su sorpresa, también hubo quienes estaban muy interesadas en saber qué posición estaban respecto a su atractivo.

— ¿Por qué hay tantos empates?
— ¡Toru! No deberían importarte los puestos.
— Es fácil decirlo cuando estás en los primeros lugares.
— Lo importante no es el número, sino todas las notas que dejaron aquí.
— ¿Reconocen esta letra?
— Varias se repiten... Esta definitivamente es de Kaminari.
— ¿Cómo sabes de la letra de Denki?
— Esta es sobre ti... Kero.
— ¡Quiero ver!
— Yo no quiero saber nada.

Mientras inspeccionaban el cuaderno y decidían lo que sucedería al respecto, Shouto perdió el interés desde el comienzo. Quería comer su soba en paz, así que se apartó en silencio, volviendo a la cafetería. Se sentó en la mesa que vio vacía y para su suerte, Iida se sentó cerca. No era de muchas palabras, así que lo dejó pasar. Pero casi de inmediato se acercó Midoriya, preguntándole si sabía qué había ocurrido con sus otras amigas.

Iida era pésimo mintiendo, así que sus excusas y nerviosismo lo delataban.

— Sólo quería saber si estaban bien. — Midoriya se disculpó por causar esa reacción en el presidente de la clase. Ante eso, se acercaron los demás.