Consejos

206 20 0
                                    

— Sí, bueno... suena a que lo arruinaste por completo. — Arrojó una roca al lago.

— Eso no me ayuda, sempai... — Izuku tomó también una roca. La lanzó lejos. Su quirk de fuerza iba y venía, así que aunque lanzara de la misma manera, no siempre la roca alcanzaba la misma distancia.

— No hace mucho estabas negando lo que sentías por ella y después estabas pensado en boda. — Se sonrojó al decirlo. Midoriya murmuró algo mientras estaba cabizbajo, Mirio lo ignoró. — Y... no es que no sepa mucho al respecto, pero se hizo muy cercana a Nejire.

Izuku le miró con sorpresa. La última roca que lanzó logró ser la única que atravesó el lago por completo. — ¿Desde cuándo?

Mirio lo pensó. — Creo que desde que se autoproclamó la organizadora del baile. Eligió a Todoroki para la ceremonia y yo te elegí a ti.

Midoriya se entusiasmó, formando una sonrisa después de mucho tiempo. — ¡Iremos al baile!

Togata rió. — No es que sepa mucho de chicas, pero Nejire se la pasa hablando con Eri de novelas y aunque a veces me quedo dormido, Tamaki dice que ellas no paran de hablar sobre lo romántico que es un baile. Podrías pedirle algún consejo... aunque si Nejire está de su lado... no creo que se anime a ayudarte.

Aquello último no lo escuchó Midoriya, puesto que ya había corrido a buscar a Hado.

Mirio había recuperado su quirk y ya estaba graduado, siendo un Pro Heroe en ascenso junto a Tamaki y Nejire, ya no tenían tanto tiempo para visitar a Eri. Pero aún le invitaban a jugar con ella cada que tenían un día libre.

— ¡Deku! — Gritó Eri con una sonrisa. Tamaki volvió la mirada hacia su dirección. Nejire también se encontraba ahí y le dirigió una sonrisa.

— Lo siento, hoy no traje dulces. — Buscó en sus bolsillos, olvidando comprar algo para Eri antes de su visita.

A ella no pareció importarle y le abrazó con cariño.

— ¿Todo bien? — Preguntó Tamaki. Mirio les alcanzó en el arenero junto a los columpios.

— Sí, sólo... problemas del corazón. — Mirio sonrió, pero Tamaki se alarmó, pensándolo literalmente e imaginando que Deku tendría que ir al hospital. Eri también se asustó.

— ¡No! ¡No se trata de eso!

— Creo que... ya debo irme. Mañana estoy a prueba en la agencia. — Hado se sacudió las manos de la arena y tomó su bolso, intentando huir de Midoriya.

— ¡Espera! Eh... ¿Podemos hablar? — Preguntó Izuku.

Mirio asintió a Nejire y tanto Tamaki como Eri estaban muy confundidos.

Hado lo pensó, pero se sintió mal al ver a Izuku con la mirada igual a la de un hamster que un ex compañero de la secundaria casi exprime con su quirk y tuvo que quitárselo para que no muriera.

— Está bien... sólo hasta que lleguemos a la estación del tren.— Accedió comenzando a caminar.

— ¡No te vayas! — Pidió Eri y Mirio la cargó, colocándola sobre el hombro.

— Vuelvo en un rato. — Le prometió y se apresuró en alcanzar a Nejire.

— Supongo que vas a preguntar sobre ella... — Se adelantó Hado e Izuku asintió.— Soy mayor por 2 años y al igual que tú o Kirishima... a mí, a Mirio y Tamaki nos cuentan cosas que no harían con sus amigos. Y... no es que eso no sea lindo, pero... como casi no nos frecuentamos, suelen... hablar de situaciones muy privadas... Los vemos como hermanos pequeños... pero sus problemas... — Suspiró. — ¿No podías ser como Mirio y sólo esperar a graduarte? Él y Tamaki lo hacen bien, sin... tanto drama. Cuando le dio el anillo fue tan natural y romántico.

Midoriya se avergonzó y miró al suelo.— Es... diferente... — Se cruzó de brazos al caminar.— Aquella vez... cuando se enfrenraron a... Shigaraki... cuando los vi heridos... sólo pensé en ella. Si Shouto terminaba en el suelo, golpeada, sangrando, inconsciente... y... no es que ustedes no me importaran... estaba furioso y a la vez me alegré de que ella no estuviera ahí, pero... tampoco estuve con ella para ayudarla a enfrentar a su hermano. Y... sólo no quería que sufriera.

Nejire le escuchó y hubo un largo silencio mientras casi llegaban a la estación. Ella detuvo su andar y se giró para mirar a Izuku.

— Todoroki continúa herida... pero cuando hablamos sólo es sobre ti y el que no puede superarte. Te extraña, aunque no te lo diga. Y... verte la lastima, pero también la hace enfurecer. Intenta ser amable e insiste. La enamoraste una vez. Sólo repite lo que sea que hayas hecho y... pronto será el baile, así que no desperdicies la oportunidad. — Tomó su móvil y envió un mensaje, Izuku Intentó verlo. — Listo. Le dije a Mirio que te envíe mi lista de comedias románticas favoritas. Me parecen más entretenidas que las novelas que mira con Tamaki. Te dará algunas ideas. — Rió y se despidió al entrar a la estación.

Izuku volvió al parque a jugar con Eri como le había dicho. Mirio a penas si le veía.

— Así que... novelas.

— Cállate, niño. — Mirio le empujó del columpio con más fuerza que a Tamaki sosteniendo a Eri y casi le hizo volar.

 — Mirio le empujó del columpio con más fuerza que a Tamaki sosteniendo a Eri y casi le hizo volar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora