Hoy es cinco de Marzo.

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Capituló quince.

Los hombres muchas veces dicen que nosotras las mujeres somos unas exageradas, que ni nosotras mismas nos entendemos. Mayormente piensan que cuando una chica tiene su periodo es algo asqueroso, repugnante e antihigiénico, pero lo que no saben es lo que sufrimos durante esos días que para muchas es de sufrimiento, dolor, solo nosotras sabemos lo que tenemos que soportar.

Los cólicos, dolores en la espalda, incomodidad, ardor e hinchazón.

Odio los primeros días de el mes, mi periodo es tan insoportable, muchas veces mis síntomas son; fiebre, dolor en el vientre, ardor y dolor en los senos. Mayormente me dan muchas ansias de comer mucho o del todo no me da apetito.

Hoy es cinco de Marzo y desgraciadamente hubiera deseado despertar tranquila, pero no hoy tuvo que venirme el periodo y, sinceramente no me siento con ánimos de absolutamente de nada, pero hoy desgraciadamente es miércoles y no puedo faltar a clases y para rematar la situación, hoy veré a Damon, no quiero verlo porque sé que no lo trataré bien, porque me conozco y sé que cuando tengo mi periodo y estoy nerviosa me pongo de muy mal humor.

Recuerdo una vez que Isabella me estaba hablando de una botas que compro y que no le quedaron, lo reconozco actué muy mal, le dije que no me importaba sus malditas botas y que ojalá no tuvieran de su talla, me enoje tanto que la pobre Isa lloro, me sentí realmente mal por haberle gritado y decirle hasta de lo que se iba a morir, después la culpa me consumió y tuve que ir ese día( que dicho sea de paso había anochecido) a pedirle disculpas de que actúe mal porque ella no tenía la culpa que yo estuviera enferma, pero no puedo evitarlo.

Por esa razón no lo quiero ver sé que le diré cosas que sé que me arrepentiré, pero desgraciadamente el deber me llama.

A cómo puede me levante de la cama, me sentía el cuerpo pesado y adolorido, los cólicos eran cada vez más fuertes me siento realmente mal, pero la verdad no puedo faltar a clase.

Me bañe y me vestí, decidí por ponerme una camisa blanca ancha y unos jeans negros anchos con tenis blancos me dio igual arreglarme el cabello así que solo hice un mal intento de coleta no me maquille mucho, solo me puse un poco de polvo compacto y un poco de rubor para no verme tan pálida.

Tome un sobre de pastillas que estaban en mi tocador para el dolor y me tome una, pero conociéndome bien sabía que necesitaría tomarme otra más al rato porque sabía que el dolor no iba a cesar, ¿me calmaba la pastilla un rato? Si, pero el dolor seguía ahí.

Tenía hambre, mucha hambre quería comerme un kilo de helado con galletas y luego una pizza entera con una hamburguesa y papas con una soda coca cola, se que puede ser exagerado pero eso era lo que mi estómago me pedía. Bajo las escaleras para desayunar.

Veo a mi papá poniendo mi plato en la meza, me ve bajar y me sonríe.

–Cariño ya está el desayuno, ven a sentarte– asiento pero no contesto haciendo que mamá me vea rara– ¿Que tienes cariño?

–Tengo mi periodo.

Pone una cara de tristeza, mi mamá siempre ha estado conmigo cuando los dolores son insoportables, su amiga Helen que es ginecóloga me receto las pastillas, pero al poco tiempo el efecto desaparece.

–Cariño, ¿te sientes bien?.

–Siento un poco de dolor eso es todo no te preocupes mamá, estaré bien.

–Está bien hija, pero si te pones mal me llamas e iremos a ver a Helen me preocupas, anda ven a comer.

Me sirve el desayuno y yo solo puedo arrugar la cara, es fruta picada con un jugo de naranja y tostadas, me gusta este desayuno, pero en este momento solo quiero comer comida chatarra.

Terminó el desayuno pero es como si no hubiese comido nada, tomo mi mochila y me dirijo al auto, mi mamá me habla pero no prestó atención, lo único en que me estoy enfocando es en el dolor punzante en el vientre.

–Hija, será mejor que no entres a clase– mi mamá noto lo mal que me sentía.

–Mamá estoy bien, aparte no puedo faltar porque tengo una prueba de matemática, si me siento mal te llamaré para que pases por mí antes, ¿te parece?.

Se que mi mamá no quiere que esté en clase con dolores, pero no puedo faltar.

–Olivia no importa a qué hora me llames yo vendré por ti, pero necesito que me llames.

–Tranquila mamá, sino te llamo es porque el dolor se calmó.

–Está bien.

Ninguna volvió a hablar durante el trayecto, estaba nerviosa por ver a Damon, no quiero que piense que estoy enojado con el, pero no tengo ánimos de nada, mi mal humor aumento un veinte por ciento con solo pensar en la prueba de matemática, no me sentía tan preparada para hacerla y la verdad me asustaba que tuviera una mala nota por culpa de mi periodo.

El profesor Martín es muy, pero muy malo, tan malo que hasta hace pasar vergüenza a todos diciendo las calificaciones que sacamos en los trabajos, pruebas, exposiciones y exámenes, algunos sacan buenas notas y otros no tanto.

Recuerdo una vez que saqué un dos en un trabajo y me humilló delante de todos, me dijo; "No entiendo como no entiende, al parecer usted me ve cara de payaso para venirse a burlar en mi cara, dígame ¡tengo cara de payaso! Y como soy la señorita sensible me puse a llorar, pero lo bueno es que nadie dijo nada porque sabían que el profesor se la desquitaría con ellos. Me sirvió de experiencia para en las próximas explicaciones prestará más atención y estudiar más en los exámenes.

Llegamos al colegio y yo solo podía pensar en cómo me iría en la prueba y en Damon.

Dios mío estoy tan nerviosa, no quiero decir nada de lo que me pueda arrepentir. Mi mal humor aumento el diez por ciento. Solo imaginar que tengo que estar aquí durante casi cinco horas ocasiona que me duela la cabeza.

–Adiós hija espero que te vaya súper en tu prueba y recuerda si te sientes mal no dudes en llamarme que yo vendré a cualquier hora, ¿ok?.

–Ok, adiós.

–Nos vemos, te quiero.

Mi mamá aunque sabe que estoy de mal humor siempre busca como sacarme una sonrisa.

–Yo también.

Salgo del auto y me dirijo en dirección a la entrada del colegio, me siento muy incómoda, por esa razón decidí mejor ponerme un pantalón flojo y negro. No quiero pasar un accidente como la otra vez.

Lorena y yo tenemos un código cuando ella y yo tenemos el periodo el código "rojo". Cuanto alguna de las dos dice el código es para que la otra vea si tiene un accidente en los pantalones. Desgraciadamente el código rojo me tocó a mi.

Ese día había llevado un pantalón blanco al colegio, estaba en segundo de secundaria, me tocaba pasar al frente a resolver un problema, sinceramente yo no sentí haberme manchado, cuando me levanto y me dirijo ala pizarra escucho risas de burlas y señalamientos.

Lorena corrió donde mi a cubrirme la cintura con una chaqueta que le doy gracias a Dios por hacer que Lorena la llevara. Llore por horas en el baño tanto así que tuve que esperar a que todos salieran del colegio para poder irme, Lorena es increíble ella ha estado conmigo en los momentos más difíciles y vergonzosos de mi vida. Desde entonces ir al colegio con mi periodo con pantalones ajustados y de color blanco me asusta mucho y por esa razón decido llevarme los pantalones flojos y negros.

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MF<3

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