~Kayra~
No puedo aliviar la angustia que mi alma siente, por más que llore no se va y no se irá mientras Bianca siga desaparecida.
Estoy recostada en mi cama, llorando cuando el teléfono suena. Dejo que mis padres contesten, pero al parecer nadie lo hace así que atiendo yo.—Diga — Hablo sin ánimos. Una temerosa voz del otro lado me hace incorporarme de golpe, asustada. —¡¿Bianca dónde estás?!
—Shhhh escúchame bien Kay... pásale el teléfono a papá, no tengo tiempo — Corro con todas mis fuerzas y busco a mi padre por toda mi casa pero no lo encuentro. Voy a su habitación y veo la ropa de mi madre sobre la cama, luego escucho el agua de la ducha correr, mientras Bianca me va explicando que la tienen encerrada en un lugar que no conoce. No puedo decirle a mi madre, está embarazada y se pondría mal. Así que entro a mi habitación nuevamente.
—¡Papá no está! — Digo desesperada. —¿No tienes la menor idea donde puedes estar?
—No Kay, no se — Solloza bajito. Pienso, pienso y pienso.
—¿Algo que puedas divisar por una ventana? ¡Algo que me ayude Bian! — Pido.
—No, ni siquiera hay una ventana. Solo hay una a lo alto, muy alto — Responde. Entonces se me prende la lamparita y el corazón me da un vuelco. Mis manos tiemblan y estoy sudando de los nervios. Creo conocer el lugar.
—¿Una ventana a unos tres metros? ¿Larga y sucia?
—¡Si Kay sí! — Responde esperanzada. —Es ahí.
—¡Idiotas! Allí me tuvieron a mí, yo sé cómo llegar.
—No, no, no Kayra no quiero que te arriesgues. Llama a la policía — Pide nerviosa. —No puedo hablar más o me van a pillar — Dice.
—La policía te pondrá en peligro porque el tipo que te tiene, uno de ellos, es policía y se darán cuenta. No te preocupes, haré algo — Digo mientras tomo algo de dinero y bajo las escaleras. Ella cuelga y yo salgo de mi casa. Me choco con mi padre que viene entrando y me nota pálida.
—¿A dónde vas? — Me pregunta. Decido contarle, él podrá hacer algo.
—Me llamó Bianca. La tienen secuestrada ¡los mismos tipos que me tuvieron a mí! ¡Tenemos que hacer algo papá! — Veo como él corre hacia adentro y yo lo sigo. —Yo sé cómo llegar.
—Tú no puedes ir.
—¡No sabrás llegar solo por más que te explique! ¡Además no hay tiempo! Si se enteran que me llamó... — Digo exasperada. Él me hace una seña de que haga silencio y lo sigo a su estudio. Va hacia su caja fuerte y me paralizo cuando lo veo sacar un arma. —Papá... ¿Qué...?
—Avisa a la policía, yo iré antes — Dice guardando el arma dentro de su ropa.
—¡No papá! No quiero que te hagan daño — Lo abrazo fuerte. —Iré contigo. Prometo mantenerme alejada, pero déjame guiarte — Él lo piensa y decide llevarme solo para que lo guíe sin perder tiempo.
Cuando salimos nos chocamos con Diego, el ex de Bianca.
—¡¿Qué cara.jos haces aquí?! — Mi padre se le acerca para tomarlo de la ropa, pero yo lo freno.
—Vengo a ayudar — Dice. Tiene ojeras y está mal, se nota.
—¿Tú no estabas preso?
—Me dejaron salir, no tienen pruebas contra mí — Explica. —Sé que no confían en mí, pero quiero ayudar. Quiero mucho a Bianca.
—No necesitamos tu ayuda — Dice mi padre caminando hacia el auto que está parado en la acerca.
—¡Espera papá! ¡Si la necesitamos! — Grito. Miro a Diego. —Nos vas a ayudar, pero ¡Ay de ti que nos engañes! — Le advierto.
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Relato: Una y Otra Vez | Anahi y Alfonso Herrera |
Fiksi PenggemarHistoria rescatada del foro unvision, la subo con el permiso de la autora. Todos los derechos reservados