52. Ilusión

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Hace 3 días que Lourdes no sabía nada de Martina...
Desde ese día que la rechazó y dijo delante de todos que ella nunca estaría ni se enamoraría de la rubia, es más dijo que nadie se enamoraría de ella, la había cagado... Y muy fuerte...






Al otro día se dirigió a la torre, dónde se veían todas las tardes puntualmente a las 4 pm sin excepción para estudiar o simplemente pasar el rato, esperaba encontrarla ahí y decirle que todo era un mal entendido, pero nada salió como esperaba...




Martina no estaba allí.




Se quedó esperando por 3 horas y la rubia no apareció, desganada, se levantó de su lugar y se dispuso a ir a la cafetería del internado, esperando encontrarla en la cena...
Que sería en 10 minutos, la rubia tampoco llegó...






Espero 2 días más y ya se estaba desesperando, no la veía en los salones de clases, no la veía en la torre, es como si se la hubiera tragado la tierra, tampoco conocía alguien cercano a la rubia para preguntarle si se encontraba bien, ya que Marti, en este colegio no tenía amigos, por lo menos no que Lourdes supiera...





Y ya hace 2 meses que compartía más tiempo con esa hermosa chica que la traía loca, ella intentaba fingir que no sentía nada y que la odiaba...
Pero notaba las penetrantes miradas que la rubia le dedicaba en sus horas de estudio...





Notaba como se mordía los labios en señal de deseo, notaba como se le cortaba la respiración cuándo quedaban más cerca de lo debido...

Una de las tantas veces quiso romper la distancia... Porque ella también lo sentía. Ella también seguía más que enamorada... Pero era una cobarde... No sé atrevía ni a abrazarla...






Esa tarde decidida a ver a su amada a toda costa, se levantó, vistió su ropa más linda, bajó a desayunar con sus mejores amigas y cuando no se dieron cuenta, se dirigió a las oficinas de los directivos...
Más específicamente a la oficina de la directora Noble, esa mujer a pesar de su cargo y mala cara, era muy buena y amable, era evidente que le tenía un gran aprecio a Benza y claro que se preocuparía si se enteraba de que la joven se encontraba enferma o en peligro, dado toda la historia de la rubia, con una respiración pausada y profunda Lourdes comenzó a caminar por los desolados pasillos...






Era Domingo, ese día la mayoría de estudiantes estaban con sus familias o amigos fuera del internado...

Ya que los fines de semana eran los únicos días que tenían permitido salir, ese día ella no quiso ir con su familia y sus amigas tampoco la dejarían sola, así que las 3 adolescentes se quedaron en el lugar.

Aún faltaban algunas horas para que regresarán por lo que los espacios comunes estaban más desolados y en silencio, con pasos lentos se fué acercando a la oficina de la institutriz, mentiría si dijera que no tenía miedo... Porque se estaba cagando encima...




Te encontré - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora