63. Yo no quiero competir ni compartir(te)

316 27 8
                                    









Sus músculos se tornaban tensos con cada segundo que pasaba...






El oxígeno se sentía cada vez más pesado y era difícil ingresarlo en sus pulmones...






Ver a Martina bailar con otra chica entre la multitud la estaba enloqueciendo...






No soportaba ver la complicidad en sus miradas... No soportaba ver qué la hacía reír... No soportaba pensar en que otra chica podría hacerla feliz...






Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás...





Si tan solo hace unas horas hubiera cerrado su estúpida boca y no hubiera actuado en la manera que lo hizo...




















*Flashback: 12 horas antes*






Habían terminado un partido muy agotador, sus piernas ardían y se sentían como gelatina...
No sabe de dónde sacó las fuerzas para anotar un gol en el último minuto, pero lo hizo y todos estaban rugiendo su nombre... Aunque era más que obvio que ganarían el partido, las otras chicas habían anotado 2 goles anteriormente y la victoria estuvo prácticamente asegurada durante todo el juego, sin embargo, lo único que la preocupaba no era que les ganarán, era ver cómo una defensora del equipo contrario atacaba a Martina, parecía que solo la marcaba a ella... Era el doble de su tamaño y tenía una fuerza descomunal, fueron innumerables las veces que se encontró a su rubia en el piso por las trabas que está infeliz le metía...
Pero cuando quiso defender a su chica el árbitro le puso una tarjeta amarilla y no tenían las suficientes jugadoras para hacer una suplencia, por lo que tuvo que tragarse su orgullo y la preocupación por su dama y hacer la vista gorda a la injusticia...








Pero luego, en el vestuario... La reconoció...








Aquella jóven que miraba a SU Martina, era linda... En realidad era lindísima...
Tenía el pelo castaño uno o 2 tonos más claros que el suyo, sus facciones femeninas eran delicadas, sus cejas eran ligeramente gruesas, al ver su sonrisa se percató de que sus dientes parecían perlas en el mar y de que sus labios poseían la carne justa y un color rosado bastante apetecible, claro que sí no estuviera tan enganchada con Martina estaría tras esta belleza de ojos grises, al menos tenía que reconocer que era preciosa y que algún que otro beso le daría... pero no.







Ni en un millón de años le darían ganas de besar a esa chica, no cuando mira a Martina como si fuera el más delicioso postre...







No cuando es consciente de que la está provocando frente a todas...







No cuando vé como se saca el uniforme todo sucio y transpirado delante de Benza y la invita a compartir la ducha porque supuestamente no hay "suficientes para todas"








Lourdes quiere gritar, quiere agarrar a esa pendeja atrevida y estamparla contra el piso, quiere arrancarle todos sus pelos uno por uno, quiere sacarle los ojos para que deje de mirar a su rubia, quiere sacarle los dientes para que deje de dedicarle sonrisas coquetas, pero sobre todo quiere arrancar cada dedo de sus manos para que nunca más se atreva a posar sus sucias manos en la espalda desnuda de Mar...








Y la sangre le hierve y su corazón está a punto de explotar... Porque escucha las preguntas que la jóven descarada le hace a Mar...








Te encontré - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora