Te encontré - Martuli

57. Clase de química

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Las horas siguientes habían llegado, cada una estaba en sus respectivas clases, en unos minutos era el recreo, por alguna razón la castaña estaba más inquieta de lo normal, le costó concentrarse en las clases y hace meses no le pasaba, desde que había comenzado las tutorías con la rubia, está última se tomaba su tiempo en explicarle y le tenía mucha paciencia cuando la menor no entendía un tema de los contenidos académicos...

Tranquila, ya la vas a ver- le susurró Ari mientras le frotaba la espalda cálidamente a su amiga

Lu le sonrió ampliamente mientras asentía, su amiga la conocía a la perfección y no era necesario que le pidiera que guardara silencio en esta situación, incluso la morocha le había preguntado si un día se podía unir a los planes "Martuli" para pasar más tiempo con la rubia, Ari quería disculparse por haber sido una idiota y tratarla mal durante varios años o por ser indiferente frente a varias situaciones en las que Martina no tenía nada que ver...
Siendo que la rubia nunca le había hecho nada malo...

También quería agradecerle por tener a su amiga tan contenta y enamorada...
No se lo había dicho a Lourdes, pero estaba muy agradecida con la rubia por esto, adoraba ver a su mejor amiga con ese brillo en los ojos, con esas sonrisas sinceras, incluso creía que le mejoraba el humor al 500% esta Lourdes le gustaba mucho... Era más amable, paciente y empática, esta "relación" que tenían esas 2 era muy amena, se amaban de la manera más pura que alguna vez vió, ni siquiera la relación que tenía con su ex novio Matias hace varios años se acercaba a este amor...

Ari creía que eran la una para la otra, se complementaban perfectamente y pudo comprobarlo la noche en que Galo engañó a Lu, pudo ver qué su amiga estaba en buenas manos...
Martina no dudo un segundo en ir a ver a Lourdes, incluso cuando ella se sentía mal y con el corazón roto por la misma chica, quiso arreglar el de ella a toda costa, dejando su dolor de lado y poniendo como prioridad que la castaña se sintiera mejor...

Pudo observar como la rubia detenía un ataque de pánico/ ansiedad en Lourdes, como era paciente con la menor y la trataba tan dulcemente, eso fue lo que terminó de convencerla de que Martina estaba hecha para estar con Lourdes y Lourdes estaba hecha para estar con Martina, a través de todos estos años vió como su amor crecía y crecía cada vez más...

Se prometió así misma que haría lo que fuera para verlas juntas y las ayudaría con lo que pudieran necesitar, la tarde anterior pudo también observar unos minutos como se aferraban mutuamente, siempre necesitando esa cercanía y el calorcito de la otra, ambas acurrucadas y plácidamente dormidas, quería ver a su mejor amiga así siempre.

Los minutos parecían horas para la rubia, extrañamente ese día le costaba concentrarse, no pudo terminar sus tareas del día, sus profesores no le dijeron nada, sin embargo les extraño esto, Benza solía ser muy aplicada...
Mar no se podía sacar a cierta castaña de su cabeza, todo el fin de semana que había vivido con su pequeña amigovia se repetía en loop en su cabeza, tenía ganas de verla y de besarla hasta el cansancio...

No se percató de que la campana para el recreo había sonado y había quedado completamente sola en el aula, hasta que sintió que alguien la abrazaba por detrás y le susurraba algo al oído haciendo que los bellos de su nuca se erizarán...