Capítulo 8

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Tropiodex.

Daphne.

- ¿Dónde está Nikolay? - le pregunto a Sergei una vez salgo arreglada de mi habitación.

- Ha salido desde muy temprano, eso significa que usted está a cargo.

Asiento mientras camino y escucho sus pasos detrás de mí. No me importa dónde esté, no decido preguntar así que lo único que hago es ir directo a la mesa la cual me espera con un buen desayuno, casi bueno, ya que me encuentro con la figura de la madre de Nikolay.

- Ivanna, buen día - saludo con una sonrisa mientras tomo asiento con su vista en mí y el tenedor el cual queda en el aire.

- Que traes puesto - responde observándome.

- Ropa - digo sin más.

- Sé que... - rueda sus ojos en tanto como un poco del huevo revuelto - debes vestir de otra manera.

- Me gusta lo que llevo, me gusta como me veo - tomo del jugo mirándola a los ojos - y como me siento cómoda no me cambiaré, me gustan mis pantalones, así que lo siento si no me ve usando la clase de vestidos que usted lleva. Con todo respeto.

Agrego al final con una media sonrisa, Ivanna muerde con ira, y si cree que me va a intimidar está equivocada.

- Misma actitud, diferente clase y modales de tu madre.

- Mi madre supo educarme - trato de mantener la calma - pero no hablaré de esto con usted.

Sigo comiendo y devorando el plato de comida.

- Gabriela sabia la clase de hija que dejaría a este mundo - sigue hablando - igual que ella, pero diferentes en una cosa.

No respondo y ella se dedica a continuar.

- Tu madre era digna mujer de la mafia - mira mis ojos - tú, solo eres una mujer inestable que lo único que le traerás a mi hijo son problemas.

Me levanto golpeando la mesa, no deseo seguir escuchando más sus palabras, así que lo único que hago es inclinarme hacia adelante y responder:

- No creo que mis problemas sean más grandes que tener a la Yakuza entre ceja y ceja.

- ¡Que sabes tú de eso! - se levanta apurada y sonrío enderezando mi espalada.

- Que tenga buen día - sin más que decir salgo, quedando con la duda de porque reaccionó de esa manera cuando mencione a los japoneses, ¿cuál fue el problema como para que ellos estén detrás de los Lavrov?. Nikolay no me quiere decir ni una palabra, así que en ese caso tendré que recurrir a mi manera.

Investigar por mi misma, necesito salir de la duda así que me pongo en marcha aprovechando que Nikolay no se encuentra.

Busco un buen lugar para trabajar, mi vista va directo a su despacho y no dudo en caminar y abrir las puertas las cuales cierro detrás de mí. Me ubico en el asiento y froto mis manos con una sonrisa, es muy cómodo, todo se mantiene limpio y ordenado, veo algunos papeles en la mesa y los reviso dándome la vista de cifras y una hoja la cual dice, Tropiodex.

Llamo a Sergei y este aparece.

- ¿Qué hay de la droga? - pregunto una vez se adentra.

- Llegará hoy a la frontera - me dice - serán grandes cargamentos por esa razón tenemos hombres esperando por ella.

- Necesito que me informes cuando eso suceda, todo tiene que estar en su sitio, no debe de faltar ni un gramo.

- Por supuesto, ¿algo más?.

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