INFIERNO [+21]

Capítulo 9

Sorpresas inesperadas.

Daphne.

Me quito los guantes de boxeo dejándolos a un lado y tomando la botella de agua que permanece en el suelo, dejo que todo el líquido baje y cuando termino boto una gran bocanada de aire, siento que mis pulmones vuelven a funcionar y de esa manera seco la capa de sudor que adorna mi frente.

— Tú debes de ser Daphne — escucho detrás de mí lo que me hace girar mi cuerpo y ver a una mujer totalmente desconocida para mí.

— Disculpa, ¿quién eres?.

Sonríe acercándose. Solo es un poco más baja que yo, lleva su cabello suelto rubio, alta de piel clara y ojos cafés, su ropa..., sencilla, pantalones y una blusa negra.

— Soy Tasha Doneva — me dice — prometida de Gregori, creo que ya lo has conocido.

Asiento con la cabeza.

— Si, claro, he escuchado de ti — respondo tranquila — que bueno por fin colocarle un rostro al nombre.

— Lo mismo digo — echa a reír. A simple vista parece buena persona, una mujer tranquila, pero demasiado risueña, lo he notado con solo el poco tiempo que lleva parada frente a mí.

— Pasaba por aquí y quería saludar — vuelvo a escucharla — Nikolay está en casa de Gregori así que no tenía mucho que hacer.

Frunzo el ceño, eso me interesa.

— ¿Y qué hacen? — pregunto sin qué se note que me importa.

— Creo que tendrán una junta de negocios esta tarde, llegarán otros invitados así que ya te imaginarás.

Asiento. Cuando desperté lo primero que hice fue mirar al techo, pensando en lo de ayer y en que no le quería ver la cara, pero ahora lo único que dice mi cuerpo e impulso es que vaya a donde sea que esté, quiero escuchar algunas cosas y además que debería de estar yo en esa junta, ya que prometió mostrarme en todo lo que trabaja.

Estoy en busca del problema con los Petrov, pero creo que puedo soportar un día sin saber de esa familia, mientras le envió un mensaje a Oliver y que me mantenga informada de cualquier cosa por más estúpida que sea.

— Bien, creo que dos invitadas más no les molestaría – digo ordenando todo mientras ella permanece detrás.

— ¿Qué dices?, será imposible, no quieres...

— Serás esposa de Gregori — la detengo.

— Si, pero creeme cuando te digo que no querrás estar allá.

— ¿Por qué? — pregunto cuando termino.

— Además de que solo hablarán de negocios — mira a todos lados — estará Alessandro Conte, y escuché que él y tú no se llevan muy bien.

— ¿Qué tan amigo es él de Nikolay?.

— No son amigos, el difunto Alejandro padre de Nikolay si, pero creo que ahora intentan mantener todo con calma, eso de que quiere asesinarte no le gusta a tu esposo.

Ruedo los ojos, puede que él mantenga una alianza de paz, pero yo no aceptaré tal cosa, esa gente mató a mi madre y aunque me las haya cobrado aún no quedo satisfecha con ello.

— Iré — es lo que digo — no me importa quien esté allá, si tanto quiere verme muerta entonces que tenga los cojones para hacerlo.

— Vaya, está bien, pero necesitarás un vestido adecuado.

— ¿Qué? — coloco mala cara.

— Te verás con tu enemigo  — toma mi brazo y solo levanto las cejas viendo lo que hace — tienen que ver que no te importa salir muerta.