Capítulo 34

131 6 0
                                    


París, Francia.

Daphne.

Sutilmente me levanto de la cama sin hacer mucho ruido, a mi lado, se encuentra Nikolay profundamente durmiendo, faltan dos horas para que se pueda levantar así que aprovecho y hago todo rápido, sé lo que pasará si decido despertarlo para siquiera informarle que ya es hora de irme, tras decirle que iría a París su mal humor apareció, no le gustó la idea y menos cuando le dije que en parte también mi padre tuvo que ver en esta desición.

Todos sabemos que la droga no está en buen estado, mi padre hace todo lo posible para arreglarla junto con Valeria quien he notado un poco alterada con la situación, creo que todos lo estamos. Así que poco a poco cuando por fin estoy en mi habitación voy directo a darme una ducha rápida, al salir elijo algo que ponerme, unos pantalones tipo culotte rosa, un top en forma de corazón y un blazers con hombreras que hacen combinacion con mi pantalón. Apurada coloco mis sandalias de tacón, acomodo mi cabello y guardo lo que necesito en mi cartera de mano, mis maletas deben ir en camino así que sin pensar mucho salgo cuidadosamente viendo que no haya nadien cerca, no quiero dar más explicaciones así que bajo las escaleras recibiendo el mensaje de Oliver que ya se encuentra esperándome afuera.

- La señora Daphne Harrison escapando - me detengo cuando escucho la voz familiar.

- Ivanna - sonrío hipócritamente antes de girar para verla.

- Dime que por fin te vas lejos de mi hijo.

- Lo haré, pero por poco tiempo, podrá disfrutar de mi ausencia creo que lo necesita.

Esta frunce sus labios mirándome con mala cara.

- Solo quiero decirte algo.

- Ilumíneme.

Da un paso adelante con su elegante conjunto blanco.

- Si me llego a enterar de que estas detrás de todas las desgracias que le están sucediendo a Nikolay, juro que las pagaras muy caro.

Sonrío irónicamente negando.

- Desgracias tenemos todos, y ustedes vienen con ella hace muchos años, entonces no me culpe por algo de tal vez sea usted la culpable de ello.

- Creo que no entendiste - vuelve a dar un paso más, esta vez mucho más cerca de lo normal - acabaré con tu vida si descubro que dañaste a mi hijo.

- Que tenga un resto de mañana increíble señora Lavrova.

Doy media vuelta y sigo marchando afuera, no deseo dañar mi día así que una vez veo la camioneta un poco más alejada de la villa subo en ella ordenándole a Oliver que acelere.

- ¿Tienen lo que pedí? - le pregunto de camino.

- Está en camino.

- Bien.

- ¿Está segura de esto?, puede traer problemas.

Lo observo por el retrovisor.

- ¿Cómo está?.

- Alterada - sonrío negando, solo puedo imaginármelo.

- Se le pasará.

Sin recibir respuestas este sigue manejando mientras mi mirada se pierde en la carretera que va tomando un rumbo diferente, arbustos grandes empiezan a rodearme luego de una hora, el camino se hace largo en tanto a la distancia veo el Jet privado que me espera con varias camionetas rodeándolo, Oliver se detiene cuando llegamos y abro la puerta que me da la vista de la mujer que sostienen a ambos lados de sus brazos, se queja gritando y pidiendo que la suelten de inmediato.

INFIERNO [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora