Capítulo 25

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Tentadora belleza.

Igor.

Golpeo el saco con mis manos enguantadas una y otra vez, repitiendo la acción hasta que siento como mi sangre se calienta y los puños empiezan a enterrarse más fuertes.

Esquivo, pateo y golpeo, lo hago más de cinco veces mientras respiro por la boca y dejo que mi cuerpo se empiece a mover fluidamente.

De mi mente intento apartar los problemas que tenemos. Todo se está complicando cada vez más, el tener nuevamente la droga es como iniciar de cero, a todos nos gusta la idea, pero el que se esté alterando es un dolor de cabeza.

Mi padre se ve afectado por eso, así que tenemos que buscar la solución lo antes posible.

— ¡Maldición! — doy el último golpe fuerte haciendo que mi brazo se tense.

— ¿Mal día? — escucho la voz que me hace girar para ver a una Amanda acercarse a mi puesto.

— Nose como vamos a salir de esto.

— Lo haremos — coloca su mano en mi hombro — conoces a tu padre, siempre tiene una solución, tu hermana también, sabes como es, dudo que no tenga un plan si algo llega a salir mal.

Sonrío asintiendo porque estoy muy seguro de ello.

— Tengo que encontrar algo — quito los guantes.

— Lo estás haciendo bien.

— Si así fuera hubiera encontrado algo, estuve despierto toda una noche para nada.

La frustración vuelve a tomarme, pero intento hacer que Amanda no lo note cosa que es imposible.

— No te des mala racha — me entrega la botella de agua para que tome un poco — sé que quieres impresionar a Bruno y llevarle buenas noticias, pero entender que no estamos trabajando con cualquier droga. Tu padre confía en ti, no importa cuanto te tardes, él sabe que colocó a las dos mejores personas para trabajar en esto.

Amanda, como odiar a esta mujer. Acepto que no me agradó conocerla, verla en el escritorio de mi padre no fue un buen inicio, pero luego de un tiempo he intentado compartir palabras con ella y ha sido de mucha ayuda, sabe escuchar, y sabe darte ánimos siempre que puede.

De este mundo ha aprendido mucho, mi padre le ha enseñado muchas cosas que antes ni siquiera manejaba y ahora lo hace perfectamente, es como si hubiera nacido para esto y ahora se da cuenta de ello. Aprende muy rápido aunque quiera ocultar sus capacidades, el personal también ha aprendido a respetarla, aunque a ella le valga, ya que dice entender que antes de ella había una mujer lo bastante fuerte y respetable.

— No voy a ocupar el puesto de tu madre, lo que menos quiero es que piensen que quiero tener un título aquí cuando no es asi, no me importa, y esa es la realidad, solo quiero estar al lado de Bruno, y demostrarle lo mucho que lo amo, es todo.

Recuerdo sus palabras.

Siempre aporta lo necesario a esta familia, y aunque a Daphne no le guste, creo está haciendo un buen trabajo.

Quizás mi hermana nunca lo acepte, decir lo que pienso de Amanda sería que me odie a mi también. Tiene una forma rara de odiarla, la conozco, y sé cuando una persona en verdad no le gusta, con Amanda es diferente, es un odio, pero a la vez un me agradas en el fondo, pero nunca te lo diré, quizás porque Amanda nunca le baja la mirada, o porque aunque Daphne le diga infinidades de cosa ella terminará enfrentándola o inportándole poco lo que le digan.

Solo ella sabe si en verdad dice odiarla como lo hace.

— Gracias — le digo y esta asiente.

— ¿Algún consejo para que Daphne afloje igual que tú?.

INFIERNO [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora