Desde aquel momento en el que Lauren me dejo salir por esa puerta y no hizo nada al respecto, supe que todo había terminado, estaba mas que claro, pero me negaba a aceptarlo. Me negaba a aceptar que la mujer de la que me había enamorado perdidamente ya no quería estar mas conmigo, que ya no sentía lo mismo por mi, que todo aquello que construimos se derrumbo de un día para el otro.
Pase mucho tiempo cuestionándome a mi misma si todo esto era mi culpa, si yo había ocasionado que todo acabara así. ¿Quizás fui molesta?¿Irritante?¿Muy celosa o posesiva? Aun habían muchas preguntas que no podía responder y quizás siempre quedarían así... Y es que todo sucedió tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de asumir todo lo que estaba pasando.
Pasaron unos días hasta que se digno en llamarme, me pidió que nos reunamos en un café a unas cuadras de su casa, recuerdo que era un lunes bastante lluvioso, aun así me presente. Al llegar ella ya estaba en una mesa esperándome, y al verme ya no sonrió y se acerco rápidamente a abrazarme como solía hacerlo antes, tenia un semblante bastante serio para mi gusto. Me pregunto como estaba, si estaba comiendo bien, como estaba mi hermana, si ya tenia alguna alguna carrera que quisiera estudiar en mente, y finalmente fue directo al grano. Me confeso que llevaba viéndose con otra chica desde el momento en el que fue a aquella dichosa entrevista de trabajo, me confeso que aquella noche de mi cumpleaños jamás llego porque estuvo durmiendo con esa mujer... Y en un tono burlesco me sugirió que lo mejor era dejar lo nuestro hasta aquí porque ella realmente le gustaba. Tomo mis manos y mirándome a los ojos me pidió perdón.
Jamás en mi vida había sentido ese famoso nudo en nudo en la garganta que dicen que uno siente cuando esta por llorar, hasta ese día, bueno lo había experimentado una sola vez en mi vida hasta ese momento y fue cuando me entere que mis padres habían muerto... Sentí mi pecho palpitar con fuerza, mi estomago revolverse, fue como si me hubieran tirado un balde de agua fría ahí mismo. Mi mente estaba en blanco, no sabia como reaccionar o que decir, tenia miles de palabras e insultos en mente, pero nada lograba salir de mi boca. Solo suspire, y con lagrimas en mis ojos la mire atinando a hacerle una sola pregunta..."¿Por que?" Ella solo me miro y me dijo "Esto el día de mañana me lo agradecerás, no tienes futuro conmigo", solo asentí y me levante tomando mis cosas, acepte con una sola condición y esa fue que no quería volver a verla nunca mas en mi vida, claramente mentí.
Jamás pude explicarme a como tuve el valor de salir de aquel lugar, mis piernas temblaban, mi cuerpo pesaba y sentía un vacío en mi pecho, recuerdo alejarme lo mas que pude de aquel lugar y sentarme en una banca a finalmente llorar, soltando todo aquello que llevaba reprimiendo desde hace tiempo. Me sentía usada, traicionada, lastimada, abandonada, remplazada. Y una vez que descargué todo aquello que sentía seguí caminando, sin rumbo alguno, no quería regresar a casa, tampoco quería ver a nadie, quería estar sola. Esa noche llegue bastante tarde a casa, recuerdo que mi hermana me regaño bastante, me sentí ridícula al correr y ponerme a llorar desconsoladamente en sus brazos.
¿Qué paso después? Honestamente tengo recuerdos vagos, me la pasaba durmiendo gran parte del día, no quería estar despierta porque solo pensaba en ella, lloraba y lloraba, mi apetito se desvaneció mágicamente, no quería ver ni hablar con nadie. Recuerdo que un par de veces Karla me visito, hasta Jennifer, intentaron sacarme, distraerme, fueron amables al ordenar mi cuarto y al consolarme, pero aun así seguía sintiéndome vacía... La extrañaba y parecía que cada día mas, las noches eran una tortura para mi, ya que los recuerdos me invadían y solo pensaba en ella. Aunque no quisiera a mi mente siempre llegaba ella.
Estuve así un gran tiempo, me atrevo a decir que años, aunque un día y gracias a mi hermana me atreví a visitar una psicóloga, fue la primera vez que me abri tanto con alguien de afuera y le hable de Lauren, sus consejos fueron sabios y de alguna manera me animaron bastante. Me enfoque en otras cosas, conseguí un trabajo en una cafetería y como niñera, ganaba bastante bien al punto de que pude alquilar algo sola para mi, investigue un par de carreras que podrían ser de mi interés. Conocí gente nueva que me trataba de maravilla, tuve citas, acostones de momento, y parecía todo marchar bastante bien. Pero en el fondo yo sabia que seguía extrañándola, en realidad jamás había dejado de hacerlo. Y en las noches solía mirar sus fotos, su numero, aun no tenia el valor suficiente para borrar todo aquello que me recordaba a ella, a veces estando a solas me gustaba escuchar las canciones que ella me había dedicado, me traían buenos recuerdos...
Después de un tiempo un día, por casualidad, mientras paseaba a mi perro la cruce en un parque, ella caminaba tomada de la mano de aquella chica, debía admitir que era bonita. Lamentablemente la cruce frente a frente y no pude evitarla fingiendo que no la había visto, fue graciosa su expresión sorprendida, como si hubiese visto a un fantasma. Quizás fue mi imaginación pero escuche que me saludo, yo solo la ignore y seguí con mi camino.
Fue entonces cuando me di cuenta de que jamás podría pasar pagina si seguía viviendo en un lugar en el que podría cruzarme con ella repentinamente. Así que de manera alocada y por arte de magia, una tarde un familar lejano me llamo informándome que mi abuelo paterno había muerto, y que en su testamento había dejado escrito que la heredera de una de las empresas de elementos electrodomésticos mas grande de New York, Estados Unidos...Era yo.
Me tomo por sorpresa, hasta lo tome con gracia, parecía como si fuera que estaba viviendo una pelicula de Disney. No había vuelto a tener mucho contacto con mis familiares paternos desde que mi padre falleció, de hecho la mayoría no me agradaban, pero mi abuelo siempre había tenido algo que me agradaba bastante, el era la excepción y se llevaba conmigo mucho mejor de lo que se llevaba con Denise. Aun así el fue uno de los primeros en ayudarnos cuando se entero de todo. Me costaba asumir que en sus últimos momentos había sido a mi a quien eligió para dirigir su empresa.
Se lo comente a mi hermana y en un principio lo tomo con gracia, pensó que estaba bromeando, y la entendí porque hasta a mi me costo asumirlo. Al principio se negó a aceptar el dejar que me fuera tan lejos de ella, entendió la situación y termino por aceptarlo, me prometió que esperaría a que sus marido arreglara unos asuntos de trabajo, se estabilizaría económicamente y se mudaría a allí para estar cerca mío. Me conmovió el que entre lagrimas me haya dicho "a papa le hubiera gustado que aceptes esa propuesta".
Luego de hablar y devolver la llamada aceptando el lugar que mi abuelo me había designado, me explicaron ciertas normas, entre ellas lo que por obligación tendría que estudiar para perfeccionarme, donde viviría, quienes me iban a ayudar y orientar al principio, y fueron muy amables al aclararme que nada me faltaría, al mudarme a ahí de nuevo ellos se harían cargo de absolutamente todo. Incluso contrariaran un avión privado para que me busque y que cuanto antes sea mejor.
Una vez que me organice con mis cosas y mis trabajos, me di el tiempo de despedirme de todas aquellas personas que habían llegado a ser realmente especiales en uno de los peores momentos, para mi, de mi vida. Ahora me encontraba subiéndome al avión que me llevaría a un nuevo comienzo, antes de subir me quede unos segundos observando a mi alrededor y moví con suavidad mi mano despidiéndome de mi hermana y de las que al final habían demostrado ser mis verdaderas mejores amigas, Karla y Jennifer. Sin mas subí al avión acomodándome en el asiento suspirando profundamente y mirando una vez ultima vez por la ventanilla.
"¿Esta lista señorita Smith?" Me pregunto amablemente aquel hombre que al parecer ahora seria mi chofer y asistente personal.
"Si, lo estoy" Le dije segura y sonreí levemente.
Cerré mis ojos apoyando mi cabeza en el respaldar de avión y conecte mis auriculares a mi celular poniendo un poco de musica, cerrando mis ojos, dejando que el avión me lleve a la que seria mi nueva vida...
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"Mi Profesora De Literatura "(Lesbianas) PAUSADA
DiversosLara es una de 17 años que es transferida a otra ciudad y una nueva escuela. La nueva típica vida aburrida. Lo que ella no sabe es que habra un cambio más grande en su vida, a pesar de ese. Conoce a "Lauren" su profesora de literatura, su belleza...