NARRADOR OMNISCIENTE

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Su ansiedad creciendo y su miedo volviendo....

Se despertó con un peso en el pecho, no sabía que ocurría con ella y trato de ignorarlo.... Trato de ignorar el hecho de que sufre de apego ansioso, cree que es patética, se dice a ella misma una y otra vez que está exagerando, su mente la ataca y le dice... no porque alguien no te diga en 2 días que te quiere, no significa que dejó de hacerlo. Piensa, piensa y sigue pensando, no sabe cuándo acabarán las preguntas, ella sabe que está siendo egoísta entonces decide que dejará de pensar, ¿Pero como lo hará? Para ella eso le es imposible, se repite una y otra vez No seas egoísta, No seas egoísta. Un diálogo con ella misma aparece en su cabeza...

No seas egoísta el tiene derecho a sentirse mal también— Le dice su mente en tono de regaño.

—¿ Y si ha dejado de quererme? —Le responde ella en medio de las lágrimas.

Uno de deja de querer de la noche a la mañana Sara...— responde su mente agotada, irritada de tantas preguntas.

Lo siento.... Mis traumas...

Los minutos van pasando son las 11 a.m su madre y todo el mundo ya se fue a trabajar, puede llorar con libertad, gotas tibias empiezan a bajar por sus mejillas, siente que son rápidas una tras otra una y otra vez... La ansiedad vuelve a habitar su cuerpo, empiezan a temblar sus manos de manera desesperada y empieza a quedarse sin oxígeno, rápidamente se levanta y busca sus pastillas, las pastillas la ayudan a calmarse, busco rápidamente un vaso de agua y está vez no solo consumió una, ella consumió dos pastillas, se sentó y trato de calmarse, lágrimas resbalando por sus cachetes rápidamente una y otra vez. Decide hablar con su novio y decirle cómo se siente, decirle sobre su apego ansioso, ella realmente no se ha sentido amada tal como los otros días y eso la asusta, su novio le explica que está pasando en su vida y no deja de maldecirse una y otra vez, su novio ya tenía suficientes problemas ahora, ella no debía darle más, no tenía razones para llorar, pero aún así lo hacía, lo hacia mientras escribía cada mensaje, lo hacia mientras él le decía como se sentía, ella quería cambiar eso, pero no sabía como, quería que su novio se sintiera bien y olvidará sus problemas, pero no sabía cómo y eso la hacía sentirse completamente inútil, trato de calmarse pero no podía, la presión en el pecho había aumentado demasiado rápido, el desespero empezó a consumirla, otro ataque de ansiedad, rápidamente busco un vaso con agua, había dejado sus pastillas en la mesa automáticamente las vio y no lo pensó dos veces... Tres pastillas en un día. Trato de calmarse y enserio trato, decidió que mejor haría sus quehaceres domésticos, pero mientras los hacía siempre paraba y se echaba a llorar, ella no sabía que pasaba ¿por qué estaba actuando de esa manera? Se preguntaba, ella se sentía egoísta, se sentía inútil, se sentía un cero a la izquierda, tenía mucho tiempo de no sentirse así, eso la asustaba, la asustaba mucho.

El tiempo fue pasando, se fue calmando poco a poco, termino de hacer sus deberes y le escribio a su novio el siguiente mensaje...

Amor hablamos a la noche, necesito un tiempo para aclarar mis ideas y estar más tranquila, en la noche te escribo, espero tengas linda tarde, te quiero.

Ella sabía que no necesitaba tiempo, pero aún así se lo dijo, ella no quería molestarlo, ella no quería ser una carga, estaba teniendo un mal día, un muy mal día, quería desahogarse pero sabía que con el no podía hacerlo, no quería abrumarlo más.... Se sentó en su cama y miro el techo 1 hora seguida, sigue pensando, piensa, piensa, debes parar de pensar, piensa más, no puede parar de pensar... Decidió tomar una ducha mientras el agua se resbalaba por su cuerpo sentía como gotas tibias caían de sus ojos, otra vez estaba llorando, empezó a peinar su cabello y noto la gran perdida de este, la ansiedad la estaba consumiendo de nuevo.

Después de tomar la ducha decido comer algo, miro su plato de comida y lo lleno al tope sentía que si no se sentía complemente llena no se sentiría bien, mientras comía se sentía tranquila, pero cuando al terminar se odio así misma una y otra vez por ingerir esa gran cantidad de comida, ella últimamente no se sentía bien con su cuerpo y las palabras de su madre, palabras inocentes había quedado guardadas en su cabeza estás engordando un poco los brazos se te están poniendo grandes otra vez.

Al final solo durmió...

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