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JENNIE

¿Siempre le gustaron los autos srta Kim?

Nunca nadie me había hecho esa pregunta , ellos simplemente asumían que así era porque a eso me dedicaba .

Tal vez era una pregunta tan simple y sencilla como la persona que la había hecho... pero jodidamente significativa para mi .

Agradecí que no hablara más camino al restaurante. Su pregunta me dejó pensando.

-¡Llegamos ! recuerde Larisa tomar nota y no hablar si no es necesario

-Si señorita Kim

Esperaba que con el tiempo pudiera formular respuestas más largas . Por lo pronto era mi chiste personal . Si tomara un shot por cada "si señorita Kim " estaría ebria ahora mismo .

-Si lo arruina está fuera - le avise .

No pensaba despedirla eso es algo que ella haría eventualmente como todas las demás era inevitable , pero pensé que un poco de presión ayudaría.

Ella solo asintió con la cabeza

Llegamos al restaurante y los empresarios mexicanos ya se encontraban en una mesa .

-No habremos llegado tarde cierto?- pregunte amistosamente .

-Descuide en todo caso nosotros llegamos temprano - saludó Carlos Montoya .

Era un sujeto millonario dueño de miles de hectáreas distribuidas en diferentes partes de México . Yo solo ocupaba la renta de mil espacios . Si nos poníamos de acuerdo con el precio . Empezaríamos a fabricar piezas en México y las enviaríamos desde ahí . Los espacios en Seúl eran pequeños y costosos . Si queríamos expandirnos necesitábamos esos mil espacios.

-¿Quien es esta linda señorita ? - preguntó el hijo de Carlos .

Sebastián

Un tipo engreído desde mi punto de vista . De hecho nunca lo había visto sonreír hasta ahora.

-Mi perico - respondí por inercia

Que imbecil soy ... como me pude confundir así ... y pensé que Larisa sería la que cometería el primer error , comencé a latigarme mentalmente cuando ella habló

-Disculpen a mi jefa ella solo está bromeando es un chiste de nosotras ... no es así ?- volteó a verme.

-Si lo siento - respondí y ella continuó con su presentación.

-Yo soy Lalisa Manobal su asistente mucho gusto - extendió su mano y saludó a los dos hombres , su respuesta pareció agradarles.

Más a Sebastián.

Lalisa Manobal había salvado mi trasero . Debía admitir que estaba sorprendida. No tenía idea de que pudiera formular tantas palabras . Palabras coherentes para variar...

Nos sentamos y pedimos el desayuno . No hubo más inconvenientes durante la reunión.

Lalisa no dejaba de sorprenderme apuntaba discreta y ágilmente en su libreta , era buena conversando cuando le preguntaban cosas... era muy diferente a lo que yo pensaba.

EL SECRETO DE LALISA | JENLISA G!P| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora